Capitulo 12

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- ¿Es enserio? -Dijo Lauren incrédula. -No puedo creer que piense eso.

-Lo creo.

Lo único que sentí después de eso, fueron los brazos de Lauren en mi cintura, apegándome a ella. A los segundos intento besarme, pero yo corrí la cara.

-Sabes que deseas besarme. -Dijo sujetando mi cara por mis mejillas, para después, poner sus labios sobre los míos. Sentía su lengua jugar con la mía, por más que mi mente dijera no, mi cuerpo parecía tener vida propia. No podía negarme, era tan débil contra ella. - ¿Por qué es tan difícil que creas que te amo?

-No mientas más.

- ¿Que ganaría con mentirte? Dímelo.

- ¡Sexo! Eso ganarías. -Respondí furiosa.

-Si me hubiera dado la gana te hubiera obligado en nuestra noche de bodas, cosa que no hice. Decidí esperar a que tu estuvieras lista. -Eso era verdad. ¿Debía creerle? Odio ser tan tonta. Ella no ganaba nada con fingir quererme, pero me dolió tanto la forma en que me grito. -Si lo pensaste por la forma en que te hable, reconozco que me excedí. Eres la única persona que logra sacarme de mis casillas.

-Pero, ¿por qué me encerraste? -Le pregunte.

-Solo se me ocurrió.

- ¿Solo se te ocurrió? Eres una cavernícola. Crees que por ser mujer y tener dinero, todos se van a rendir a tus pies. -Le grite.

-Pues no las esperaba. -La fulmine con la mirada. - ¿Me dejaras nuevamente encerrada?

-Te quedan 10 minutos todavía para convencerme. -Tenía que conseguir ir al hospital de cualquier modo, así que mi opción era seducirla. Pero ¿Como? Yo no sabía como hacerlo, pero tendré usare mis instintos. Me acerque provocativamente a ella, me pegue por completo a su cuerpo, rodee su cuello con mis brazos, y comencé a rosar mis labios con los suyos. Le hacía creer que iba a besarla, pero no lo hacía. Después baje a su cuello y lo mordí ligeramente, pase las yemas de mis dedos por su blusa, que estaba solo parcialmente abrochada. Recorrí torso para llegar a sus pechos y darles un apretón. -Creo que me estas convenciendo.

- ¿Y que hace falta para convencerte por completo?

-Esto. -Me cargo y me empujo sobre la cama. Ella se subió encima de mí, claro, sin lastimarme. -Quiero hacerte mía. Solo así te dejare salir. -Sin decir nada, fui yo quien la besé muy apasionadamente. Haciendo un movimiento, quede sobre ella. Quite yo misma mi vestido, quedando solo en ropa interior. Lauren me veía llena de deseo, y por dios yo estaba ardiendo. Dirigí mis manos a su pantalón y lo desabroché sacándolo de mi camino, ella se terminaba de quitar su camisa. Se movió quedando yo nuevamente debajo de ella, recorría su espalda con mis manos, acariciándola con frenesí, con sus manos dibujaba el contorno de mi cuerpo acariciándolo con delicadeza. Retiro mi ropa interior dejándome desnuda ante sus ojos. -Me vuelves loca. -dijo sin aliento, entonces, sentí como entraba en mí. Un choque eléctrico recorrió mi cuerpo al sentirla dentro de mí, yo gemía sin control aferrándome a su espalda, dejándole rasguños en ella, pero eso no nos importó, y seguimos amándonos hasta quedar rendidos una sobre la otra.

Jure no volverme a entregar a ella, y en la primera oportunidad lo hago, Pero que débil soy. ¿Como se puede sentir tanto amor por una persona que conoces de tan poco tiempo? No era lógico.

Yo me encontraba abrazada de Lauren, con la cabeza en sus pechos. Quería separarme de ella, pero no podía. Me lo impedía la necesidad de tenerla cerca de mí. En sus brazos sentía que nadie podía hacerme daño, me sentía segura. Las dos estábamos en silencio, ninguna decía nada.

-Te amo, Camz. -Me dijo mientras me acariciaba la espalda. -No entiendo porque te comportas de ese modo.

-Soy tu esposa, no un objeto.

-Eso me queda más que claro.

-No es verdad, sin pedirme mi opinión, tú ya tenías decidido que nos iríamos del país. -Le dije levantando la mirada a su rostro.

- ¿Por esa tontería te comportaste así? -Me pregunto.

-No es una tontería.

-No me gusta pelearme contigo, quiero que estemos bien, preciosa. Siento haberte gritado. -No lo podía creer. Pensé que no me pediría disculpas.

- ¿Me estas pidiendo perdón? -Le pregunte sin aun creérmelo.

-Sí, y quiero que sepas que yo jamás pido disculpas, aun así, esté equivocada.

-Y entonces, ¿por qué lo haces conmigo?

-Porque te amo, y reconozco que me porte como una estúpida contigo. Solo es que no quiero que te pase nada

-Si tan solo me dijeras que es lo que pasa.

-No te lo diré, y no quiero hablar más del tema ¿está claro?

-Algún día me enterare de todo. -Le dije.

-Lograste convencerme, así que vístete para irnos al hospital. -Dijo besando mi cabello

-Te amo. -Me levante de la cama. me coloque mi ropa y ella hizo lo mismo. Cuando estaba arreglándome el cabello, sentí sus brazos rodear mi cintura.

-Entonces, ¿ya no estás enojada? -Pregunto pasando sus labios por mi cuello. Su respiración chocaba con mi piel.

-No lo sé. Te toca convencerme. -Dije riendo.

-Será un placer. -Me volteo hacia ella y coloco sus labios sobre los míos, uniéndolos en un beso, al cual no me pude resistir. Con su mano acaricio mi mejilla. -Me encantaría seguir, pero cuando me vine, Emma estaba algo mal.

-No importa, no soy tan difícil de convencer como tú. -Dije riendo. -Pero me la debes.

-Está bien. -Dijo riendo, al igual que yo. -Me encanta que uses vestidos.

- ¿Y eso por qué? -Dije todavía colgada de su cuello.

-Porque así es más fácil quitarlos cada vez que hagamos el amor.

-Lauren. -Dije haciendo un puchero. Ella solo rio.

- ¿Estas lista? -Me pregunto.

-Sí. -Salimos de la habitación de los más contestos, después de una reconciliación así, ¿quién no lo estaría? Creo que a la próxima pelea debo de calmarme un poco, antes de reaccionar impulsivamente como siempre lo hago. A media escalera, Lauren me cargo en su espalda. Cuando llegamos abaja, todas las empleadas nos estaban mirando, pero rápidamente fingieron estar limpiando, algo cosa que me dio mucha risa.

Casada con una extraña -Camren G!P-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora