Capitulo 13 MARATÓN.

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Holaa! Aquí tienen el tan esperado maratón que ustedes querían❤ Espero y lo disfruten😋 Nos leemos bbys😂❤

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( 1 - 4 )

-Llegaremos hasta muy tarde, así que, si quieren, pueden tomarse la tarde libre. -Les informo Lauren. Entonces, nos retiramos. -Camz, ¿tienes hambre? -Ya no soporte ver más las caras de sorpresa de cada una de las empleadas y me eche a reír sin parar. ¿Por qué les causaba tanta impresión que Lauren se portara tan cariñoso con su esposa?

-No. -Dije respondiendo su pregunta después de tomar un poco de aire, aun que todavía con una pequeña risita.

-No me porto como un ogro, si es lo que pasa por tu mente. -Dijo al comprender el motivo de mi risa.

-Es que eso me parece.

-Al menos, así te queda claro que eres importante para mí. -Nos fuimos al hospital, y cuando llegamos, fui a saludar a Emma, para después ir a ver a mi padre.

- ¿Como sigues? -Pregunte sentándome a su lado.

-Bien. Dijiste que no tardabas, y si lo hiciste. -Dijo reprendiéndome.

-Tuve un problema con mi esposa, y no pude regresar antes.

-Lo sé, hable con ella. Le he pedido que te ponga seguridad.

- ¿Seguridad?

-Sí, Mila. Los tipos que fueron a la oficina seguro que te intentaran hacer daño. -Después de lo que me había enterado al leer los papeles, ya no me quedo más duda de que esto no se trataba de un juego, además, tenía que evitarle cualquier disgusto a mi padre.

-Está bien, papá. -Note que mi padre quería preguntarme algo, pero no se animaba. Él no sabía que las cosas entre Lauren y yo habían mejorado.

- ¿Como va tu matrimonio? -Pregunto al fin, esperando que me soltara diciendo maldiciones, conociendo a mi padre, eso es lo que esperaba de mí.

-Muy bien. -Dije de la mejor manera. Mi padre abrió los ojos como platos.

-No finjas por mí, yo sé más que nadie el dolor que te causa estar casada con alguien a quien no amas. -Solté una pequeña risa.

-Papá, las cosas se han arreglado de verdad. Lauren y yo estamos mejor que nunca.

-No entiendo.

- ¡Ay, papá! Luego te explico. -Lauren entro al cuarto saludando a mi padre de mano, y como acto inmediato, me tomo por la cintura acercándome a ella, a lo que mi padre puso una cara de desconcierto muy cómica.

- ¿Como te sientes, Alejandro?

-Mucho mejor. Gracias por el interés. -Decía anonadado por nuestra cercanía. Mi padre y Lauren conversaron por bastante tiempo, según entendía, hablaban de negocios. Me estaba aburriendo muchísimo, así que decidí salir con el pretexto de comprar un café. Me senté en una de las mesas de la cafetería comiéndome una deliciosa dona, cuando alguien grito efusivamente mi nombre, haciendo que mi deliciosísima dona callera al suelo.

- ¡Camila! -Genial, pensé. Ahora tendré que comprar otra.

-Hola. -Dije de mala manera.

- ¿No te alegra verme?

-Claro que sí, Dinah, pero, ¿tenías que gritar así?

- Ay, si lo dices por la dona. Que comelona. -Decía riendo.

-Está bien. Basta. -Dije para pararme y darle un gran abrazo. -Que gusto de verte, amiga.

-Prometiste llamarme y no lo hiciste. Entiendo que estés recién casada, pero una llamada no te quitaría mucho tiempo.

-Han sucedido tantas cosas. -Suspire. -Pero aprovechemos para ponernos al corriente.

-Haber, cuéntame. Quiero saber todo de tu noche de bodas. -Dinah era mi mejor amiga, tenía que serle completamente sincera. Le conté cada cosa que paso desde el primer día que conocí a Lauren Jauregui, ella solo abría los ojos muy asombrada. - ¡Dios mío! ¿Estás hablando enserio? - Menciono al terminar de contarle lo sucedido.

-Todo es verdad. -Le respondí.

- ¿Quieres decir que ahora eres madre?

-Así es.

-Camz. -Escuche que me llamo mi esposa. Yo estaba de espaldas a la puerta de la cafetería así que solo escuche su voz. Dinah se asustó al verla. Según ella, Lauren era una mujer que inspiraba miedo, y la verdad, así era, pero yo la amaba, así que no podía, ni tenía porque temerle. - ¿Puedo sentarme?

-Cla...claro. -Dinah se puso muy nerviosa, y Lauren lo noto, he hizo una mueca de simpatía.

-Anda, respira. No muerdo. -Dijo Lauren burlesca. Dinah solo sonrió y sus nervios disminuyeron un poco.

-Me das miedo. -Mi amiga era muy sincera, y no se callaba nada.

- ¿Sí? ¿Se puede saber por qué? -Decía Lauren divertida.

- ¿No es obvio? Tal vez no seas tan mala, pero si me das miedo.

-Me caes bien, no te preocupes. -Menciono bromeando con Dinah. Al cabo de unos minutos, las dos estaban hablando de arte. Bueno, eso me pareció. Dinah era una pintora excelente y conocía bastante del tema, y bueno, Lauren parecía conocer de todo. Me alegró profundamente que se llevara bien con mi mejor amiga.

-Se que no es el mejor momento, pero quisiera invitarlos a una subasta de recaudación de fondos. Mis cuadros serán subastados, claro, también los de otros artistas, y me encantaría que asistieran.

-Me parece buena idea. Le respondió Lauren.

- ¡Vaya! Pareces más amiga tú de Dinah que yo. No me han dejado hablar desde que llegaste. Le dije a Lauren.

- ¡Ay, no exageres! Solo estoy conociendo a la esposa de mi amiga. -Me dijo burlesca Dinah. -Entonces, ¿cuento con su presencia? -Pregunto refiriéndose a Lauren. ¿Que acaso yo no existía?

Lo admito, sentí celos de Dinah, pero solo poquitos, nada grave.

Casada con una extraña -Camren G!P-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora