PARTE XXI

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Siete minutos, solo tenía que aguantar siete minutos.

Archer sabía que tenía que tener los ojos vendados, o Roland hacerlo, pero ambos se quitaron las vendas tan pronto Cameron se alejó. Y se estaban sosteniendo la mirada en un tenso silencio, cuales animales enjaulados, cada uno en un rincón de la habitación. Estaba semi oscuro y Archer sentía que su cuerpo picaba por todas partes.

—¿Dónde está tu novio Charles? Papá dice que él fue trasladado, ¿son los amores a distancia una perra? —Sí, su voz no sonaba molesta como la mierda. Demándenlo. Cúlpenlo de ebrio, lo que fuese.

—Charlie y yo lo llevamos bien. —Roland dijo de manera torpe. —Él no fue enviado muy lejos. Lo veo después del trabajo algunos viernes.

Charlie. —Se mofó más allá de lo jodido. —Me alegra saber que ustedes estén tan bien. —El acido subió como bilis por el esófago de Archer, que tuvo suficiente. Se movió hasta la puerta, solo para que Roland la bloquear, colocando su mano sobre el picaporte. —Déjame salir.

—¿Y qué si no quiero?

La voz de Roland tembló, pero su intención estaba lejos de ser una broma Archer notó.

—No te hagas el gracioso conmigo, Roland. —Le miró directo a los ojos. Sus pupilas estaban muy dilatadas y su manzana de Adán no dejaba de moverse. Archer invadió su espacio para ponerlo más nervioso aún. Él mismo se sentía raro dentro de su piel. Tan tirante y caliente. —Yo te conozco a la perfección.

—Solías hacerlo, —Roland dijo tragando. Una fea emoción cruzó sus rasgos y él estaba sonriendo. —si aún lo hicieras, sabrías que no tengo novio. Charlie y yo solo duramos un mes antes de romper.

Eso hizo a Archer retroceder.

—Oh vaya, lo siento. —Fue lo primero que se le vino a la lengua.

—No, no lo haces. Eres un pésimo mentiroso, hace unos meses solías hacerlo mucho mejor. —Archer empuñó sus manos. ¿Quién se creía Roland para hablarle de aquel modo? Él tomó la manija de la puerta, Roland cubrió su mano. —Charles se fijó en otro chico, él quería a alguien que no tuviese en su cabeza a su ex aun rondándole.

Archer se quedó estupefacto.

—Borré tu numero de mi celular. Borré nuestras fotografías juntos. Llené mi tiempo con todo lo que pude con tal de tu imagen saliese de mi mente. —Roland se escuchaba agitado. El tono de su voz subió dos octavas como Archer sabia que hacía cada que los nervios se apoderaban de él. Pero Archer respiraba con dificultad y no podía hacer nada mas que escuchar. —Intenté hacer lo que fuese con tal de olvidarte y nada... han pasado cuatro meses desde la última vez que tú y yo estuvimos juntos. Hice sufrir a un chico con tal de borrar el recuerdo de tus manos en mi cuerpo...

Roland deslizó su mano lejos de la suya, a lo largo de la pared y encendiendo la luz. Archer parpadeó, dejando a sus ojos adaptarse.

Roland no le dio tiempo.

—Como dije, mal mentiroso.

Y le echó los brazos al cuello, atrayéndolo para un beso.



NADIE PIERDA LA CABEZA, ESTO RECIÉN COMIENZA.  

Y entonces Archer se enamoró #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora