El final.
Después de unos minutos de silencio decidí hablar, le expliqué con timidez quién era Taehyung y que era lo que había ido a hacer en mi casa.
YoonGi se mantuvo en silencio todo el tiempo y aún cuando ya había terminado se quedó así durante un tiempo más. Parecía pensativo.
-Llegamos.- aviso y sin más salió del auto, mire por la ventana y me di cuenta que nos había traído a su apartamento.
Segundos después bajé también y lo seguí, entramos al edificio y nos metimos al elevador. La música de fondo no ayudaba a la tensión que se sentía entre nosotros.
Trague saliva cuando las puertas se abrieron y caminamos hacia la puerta de su hogar, rápidamente me acerque al sofá y me senté. Tuve que respirar más tranquilo.
Recargue mis codos en mis piernas y mi cabeza en mis manos, sentí como se sentaba a un lado mío. Suspiré y abrí los ojos aún en la misma posición.
-Lo amas.- no lo pregunto, fue una afirmación. No me moví.
-No lo hago.- susurré. Soltó una risa amarga.
-Lina, los vi, más tiempo del necesario. No estoy ciego y se que lo que ví me da a entender que tú todavía sientes algo por él.- sentí cada vez su voz más fina, quería llorar.
-Yo no...
-Si todavía lo amas, entonces te doy la oportunidad de que lo vayas a buscar.
No, me levanté y me agache frente a él, tenía la mirada baja. Hice que me mirara tomando su cara.
-Yo no quiero volver con él.- un nudo se formó en mi garganta.- Yo te quiero a ti, solo a ti.
-Entonces dime que me amas.- ahora él tomó mi cara con sus manos. Lo mire con tristeza, él sabía la respuesta a eso.
-YoonGi, no puedo.- dije en lo bajo y él se tenso, con calma me soltó de su agarre y asintió con lentitud.
-Entonces.- pensó un momento.- Dame un último beso.
-Pero...
-Te lo pido Lina, solo eso no más. Te juro que después te dejare en paz.
-Pero yo no quiero dejarte YoonGi.- tome sus manos y lo mire preocupada.
-No me amas...
-Pero te quiero.- volvió a sonreír con amargura.
-Ese es el problema, tú me quieres pero no me amas y jamás lo harás. De que sirve tenerte a mi lado si no eres feliz.
-Pero todos estos meses...
-Fueron un engaño, tanto para ti como para mí.
Se apartó de mi lado y camino hacia un cajón, de el tomo una cajetilla de cigarrillos, prendió uno y cerró los ojos con calma cuando el humo paso por sus pulmones. Trate de acercarme pero sé que eso sería una mala idea.
Me puse a pensar y supe que no cambiaría de idea, esto había terminado y no de la manera que yo pensaba. Otra vez pasaba lo mismo.
Sin muchas ganas me pare y camine hacia la puerta, tome la perilla y me quedé quieta. Lo observé y él seguía con su cigarro. Tome fuerzas y me acerque a él, tome su cigarrillo y lo tiré a alguna parte del departamento, lo tome del rostro y lo bese, como quería. Nuestro último beso.
Al principio estaba bastante sorprendido pero después me tomo de la cintura y me junto más a él. El beso duraría lo que tuviera que durar.
Nos separamos lentamente y juntamos nuestras frentes, seguíamos teniendo los ojos cerrados. Le di un corto beso en la mejilla y cuando me miró le sonreí tímidamente. Él hizo lo mismo.
-Te amo.- susurro antes de separarse de mi, yo solo lo mire.
Definitivamente, esto había terminado.
