11.

607 46 4
                                    

Nueva persona.

Tenía más o menos unas 2 horas esperando a que saliera. Dios mío era peor que una chica.

-¡Jungkook!.- golpee la puerta por cuarta vez y solo escuché un "Solo dame un segundo, ya casi termino".

"Si, claro".

-Eso mismo escuché hace media hora.- le reproche. Iba a volver a quejarme cuando lo ví abrir la puerta.

-¿Cómo me veo?.- pregunto mientras daba una vuelta y hacia que lo mirara. No pude evitar verlo de pies a cabeza. Si que se veía bien.

-Te ves un poco gordo.- comenté sin dejar de verlo, él paro de moverse y me miró asustado.

-¿Enserio? Yo también pensé lo mismo, pero quería saber la opinión de alguien más.- se sentó en el asiento.- Estoy gordo, de seguro por eso no me haces caso ni me quieres.

Lo ví un rato más y sin mucho que hacer, suspiré.- No te ves gordo jungkook, estaba bromeando. Ese traje te queda genial, te ves muy guapo.

Él sonrió y se paro para abrazarme, no me negué porque me gustaba como olía. Eso se estaba volviendo costumbre.

-Sabes, me gusta pasar mucho tiempo contigo.- confesó como si fuera su mayor secreto. Rei.

-No me digas.

-No, enserio.- se separó de mí y me miró serio.- cuando estoy contigo me siento libre, me siento capaz de hacer muchas cosas. Lina, tú me inspiras a no dejarme caer.

Lo miré cuando terminó de decir esas palabras y no pude evitar sentir una oleada de ternura hacia él. Apretuje sus mejillas y sonreí.

-Deja de decir esas cosas, porque si no te voy a terminar matando a besos.- dije por último para separarme de él.

-Eso no suena tan feo.- sonrió con entusiasmo. Enarque una ceja.

-Piensa de nuevo en la frase y quítale la palabra besos.

-No te atreverías.- me desafío.

-¿A no?.- con un movimiento lo tiré en el piso y con ello mucha ropa encima de él, todavía no reaccionaba a lo que había pasado así que aproveche y salí corriendo.

Al salir del establecimiento no me fijé y choque contra un chico. Estuve a punto de tocar el piso pero sus brazos me detuvieron.

-Ten más cuidado.- me miró con seriedad.- pudiste a verme hecho daño.

Lo miré incrédula y con ganas de reírme en su cara, este chico estaba en las nubes.

-Lo siento.- dije con burla.- No sabía que la realeza había venido a Corea.

Él me observo con un ceño fruncido y después bufo.

-No seas infantil. Deberías de tenerme más respeto, pareces más chica que yo.

-Si.- asentí.- De que parezco más chica y femenina que tú, si.

-Jamás creí que las extranjeras fueran tan insoportables.

-¿Debo ofenderme?

El tipo iba a decir otra cosa cuando Jungkook aprecio detrás mío y me abrazó por la cintura.

-Pensé que te habías ido.- me besó la mejilla.- Oh, hola Jin hyung.

"¿Espera que?"

-Tengo que hablar contigo más tarde sobre esa confiancita que tienes conmigo, pero antes de eso ¿Lo conoces?.- señale al tal Jin que todavía seguía frente a nosotros.

-Si.- dijo aún en la misma posición, tuve que separarme.- Trabaja junto a mi padre. Le hace favores y esas cosas.- restó importancia.

-No me imagino que tipo de favores.- me burle mientras dirigía mi mirada al rubio. Me miró con irá.

-Igualada.

-Narcisista.

-Ignorante.

-Femenina.

-No porque me guste el rosa significa que soy mujer.- dijo mientras señalaba su teléfono de color rosa.

-Tonto.

-Tonta.

-Horrible.

-Ahhh.- suspiro con cansancio y me hizo un mohin.

-¡Gane!.- se quedó callado más de 5 segundos.

-Como sea.- le restó importancia.- Me tengo que ir, nos vemos luego Jungkook.- me miró a mi.- Esto todavía no acaba chica extranjera.

-Claro, señor Jin.- sonreí burlona, él también lo hizo.

Se fue y solo nos quedamos Jungkook y yo en medio de la calle. Lo guíe hacia la esquina de una tienda y comencé a reír. Eso había sido divertido.

-¿Compraste el traje?.- le pregunté cuando habíamos comenzado a caminar. Él asintió mientras levantaba el traje metido en una bolsa que lo cubría para que este no se ensuciara o arrugará.

-¿Tienes hambre?.- preguntó de repente. Me encogí de hombros.

-Si tú tienes hambre, podemos pasar a algún restaurante a comer algo.- propuse y él asintió.

Después de 20 minutos buscando un lugar donde comer nos adentramos a uno y pedimos nuestra orden. Pensé que se quedaría callado al momento de comenzar a comer, pero no. Seguía siendo el mismo perico de siempre.

-Jungkook primero comete la comida y después hablas, no se te van a ir las palabras.- él sonrió apenado y asintió a lo que le dije.

-Lo siento, me encanta hablar.- asentí con obviedad dándole la razón.- Y más cuando es contigo.

Me había dado cuenta el último tiempo que hemos estado más cerca, que es una persona muy insistente y que no se niega a nada.

-Jungkook ya hablamos de eso...

-Lo se.- sonrió triste.- pero no me voy a dar por vencido tan fácil, Lina.- sonreí con tristeza yo también.

Si te hubiera conocido antes, todo sería probablemente distinto.

Little Boy -JK- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora