Niños.
5 días después.
-Me duele la cabeza.- lloriquie y oí el suspiro de mi mamá del otro lado del teléfono.
-Tomate una Aspirina.
-¡Mamá! Ya no quiero estar aquí.- escuché como rompían un vaso de vidrio.- Se van a matar y yo no quiero ser testigo.-Lina cálmate.- hizo una pausa.- Cariño tienes que ser responsable, sabes manejar situaciones así.
-Te recuerdo que estoy cuidando a dos chicos mayores, no a niños.
-¡Eres un estorbo!
-¡Tú eres un parásito!
-¡Tan siquiera puedo caminar!
-¡Idiota, tú también tienes la pierna rota!
-Oh, pero... ¡Soy guapo!
-¿Eso qué tiene que ver?
-¡Que Lina me ama a mi!
Silencio, después de ese grito se produjo nada más que silencio.
Me preocupe por Jungkook, ese chico se estaba creando su propia tumba.-Mamá te tengo que dejar.- no deje que contestará y colgué el teléfono, con toda la rapidez que mis piernas me daban corrí hacia la habitación de Jungkook.
Mi alma volvió a mi al verlos que, increíblemente, se había quedado dormidos. Pero vamos, ¡No había durado ni 5 segundos en correr hacia acá!.
Mire el escritorio del castaño y note los botes de pastillas que les habían recomendado en el hospital, se tomaban una y en 10 minutos las sustancias de la pastilla los noqueaban.
Solté un suspiro de alivio y me senté en la primera silla que ví.
Me daba risa por que aún con una pierna enyesada se movían como lombrices por toda la cama.
En algún momento del rato que los había estado mirando, se movieron y terminaron abrazados.Esa imagen había quedado plasmada en mi memoria por siempre, al igual que en mi celular.
Ding Dong.
Voltie mi cabeza hacia la puerta del cuarto y me pare, caminé y llegué al piso de abajo, rodé los ojos porque no dejaban de tocar el timbre.
Al abrirla me topé con Taehyung y Jimin, ellos me saludaron con una sonrisa y pasaron a la casa.-Hola chicos.- me recargue en el asiento de la sala.
-Hola Lina.- saludaron al unisono.
Taehyung se veía tranquilo, yo me sentía tranquila, Jimin... Bueno el se veía como siempre.
-Buscan a Jungkook.- afirme cuando ellos miraron hacia las escaleras.
-Si, venimos a visitarlo.- dijo Taehyung.
-Bueno, está dormido, así que les pido que....
-¡JEON JUNGKOOK!
Tuve que taparme los oídos por el estruendoso grito de Jimin, le avente un cojín y él me observó confundido.
-¿Qué?
-¡Están dormidos, pequeño imbécil!.- exclamé en voz baja.
-¿Dormidos?.- preguntó un confundido Taehyung.
Iba a contestar pero otro vidrio fue lanzado a la pared y un montón de gritos se comenzaron a escuchar.
-¡Eres una rata inmunda!
-¡Y tú un animal rastrero!
-¡Soy mayor que tú, me debes tener respeto!
-¡Hyung es un animal rastrero!
-¡Ah! ¡No te aguanto!
-¡Pues si nos me estás cargando!
-¿Pero qué...?.- los dos chicos que estaban conmigo frente a las escaleras hablaron. Le pegué un zape en la cabeza a Jimin.
-Gracias Jimin.
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