Niño dulce y tierno.
Jamás en mi vida me había sentido tan incómoda como hasta ahora. Había ensayado más de mil veces frente al espejo y aún así los nervios me estaban matando.
"Controlate Lina, será rápido".
Tomé aire de nuevo, agarre valentía de no se donde y me acerque a los tres chicos que se encontraban muy distraídos hablando.
Tosi falsamente para captar su atención y 6 ojos me miraron rápidamente.
-¡Lina!.- Jungkook parecía muy emocionado con tal sorpresa. Yo no lo estaba.
-Hola chicos.- saludé, evitando la mirada de Taehyung a toda costa.
-¿Te podemos ayudar en algo?.- preguntó con amabilidad Jimin. Asentí.
-Si, necesito hablar con jungkook.- el mencionado se sorprendió y me miró ilusionado.
-¿Yo?.- se señaló con su dedo índice. Lo miré con obviedad.
-¿Hay algún otro Jungkook en este lugar?.- él negó mientras soltaba una sonrisa nerviosa.
-No, podemos ir a cafetería si te parece.- negué.
-Lo quiero hacer en un lugar más privado.
Al terminar la oración los tres me miraron con sorpresa y me pegue una cachetada mental por decir tal estupidez. Jungkook estaba bastante sonrojado.
-Lo siento, me refiero a que quería hablar contigo en un lugar más privado.- trate de arreglar mis palabras. Él asintió todavía con su cara roja.
-Podemos ir a los salones de arriba, esos están desocupados.- asentí y sin más me gire para dirigirme a las escaleras. Voltee para serciorarme de que me estuviera siguiendo.
-Jungkook.- lo llame cuando ví que no tenía planes de moverse. Reaccionó rapido y corrió hacia mí. No sin antes mirar a sus amigos y decirles algo.
Taehyung tenía una cara sería y no nos miraba a ninguno de los dos. Trague saliva y sin esperar al pelinegro comencé a subir las escaleras.
Al llegar al primer salón que ví entre y espere a que llegara, no tardó mucho, pues solo pasaron segundos para verlo entrar por la puerta.
-Jungkook he estado pensando y...- de repente me abrazó.
-Lo sabía.- dijo con entusiasmo.- Sabía que algún día te darías cuenta de que yo soy la persona correcta en tu vida. Solo debía tomar tiempo para que eso pasara.
-No, Jungkook.- me aleje del abrazo y lo miré a la cara. Él estaba pensando otra cosa.
-¿Que pasa?.- me miró confundido.- si no es para lo que pienso que es, ¿Entonces?
Solté aire y pase una mano por mi cabello.- Yo tenía que hablar contigo.- estaba a punto de sentarme, pero descarte esa idea de inmediato.
-¿Sobre qué?
-Sobre lo que está pasando, entre tú y tu obsesión conmigo.
-¿Qué?
-Jungkook debes parar. Créeme que eres un chico estupendo y cualquier chica caería a tus pies, pero...
-Yo quiero que seas tú.- interrumpió con voz desanimada y un puchero se comenzó a formar en sus labios. Tierno.
-Yo no puedo. Sabes que estoy con YoonGi y menos cuando yo y...- me callé al instante por la tontería que iba a salir de mi boca.
-¿Tú y qué?
-Nada.- respondí negando.- a lo que quiero llegar es que debes dejar de perseguirme, parar con todo lo que haces.
-Pero yo no quiero dejar de buscarte o dejar de verte.- su voz se oía decidida a no dejarme ir. Suspiré.
-Podemos ser amigos.- mi voz sonó en un hilo. Su rostro se iluminó.
-¡Claro! Los amigos se llevan bien. Podemos ser amigos.
-Pero amigos lejanos.- me apresure a decir.
-¿Como?
-Como esos amigos que se quieren mucho, pero no es necesario que se vean todos los días. Tal vez una vez al día, una vez a la semana... Una vez al mes... Una vez al año.
-¿Me quieres?.- él se veía ilusionado, de nuevo.
-Es un decir Jungkook. De esos amigos que se caen bien.
-Oh
-Si
-Entonces somos amigos.- asentí.- de esos que se caen bien.
-Exacto.
Bien, si ya no había más que hablar, era tiempo de irme. Camine hacia la puerta del salón y la abrí. Jimin y Taehyung se encontraban parados con la oreja pegada a la puerta (bueno, cuando estaba cerrada) me crucé de brazos y los mire.
-Hola Lina.- saludo Jimin con una voz dulce e inocente.- ¿Está Jungkook contigo? Lo hemos buscado por todas partes.
Iba a decir algo pero el mencionado apareció detrás de mí. Los miro con confusión.
-¿Que hacen aquí? Les dije que iba a hablar un momento con Lina.
-¿Tú nos dijiste eso?.- Jimin soltó una risilla e hizo un mohin con la mano.- No lo sabía.
-¿Y tú, Taehyung?
-mmm... Yo... Mira una araña.- señaló a la nada y jimin y Jungkook voltearon para ver al animalito. Yo no caí en ese juego.
-¿¡Donde!?
-No es cierto mentiroso.- se quejo Jimin.- Espera, ¿Y Taehyung?.- ambos comenzaron a buscar con la mirada a su amigo. Señale hacia donde se había ido corriendo.
-Nos mintió.- se quejó Jungkook. Lo miré.
-Jungkook.
-¿Si?
-Tienes una araña en el suéter.- mire al arácnido caminar tranquilamente por su suéter de lana.
-Si como no.- soltó una risa. Jimin se puso a un lado mío y soltó un "iiiii".
-Justo ahí.- Jimin le señalo donde se encontraba la araña.
-No hay nada, les apuesto a que...- se quedo mudo cuando vio la araña en su suéter. Solo tenía que sacudirla.
Pero se le hizo buena idea correr como loco mientras gritaba que la araña se lo iba a comer. Sin darse cuenta chocó con unos estantes que estaban fuera de un salón y calló desmayado.
-Ve a ayudar a tú amigo, antes de que la araña se lo coma de verdad.- le palmee el hombro a Jimin y sin más me fui.
Mi trabajo aquí había terminado.