Última oportunidad.
"Tengo miedo".
Fue lo que les dije a mis dos mejores amigos cuando me obligaron a tocar la puerta de la casa de Lina. Ellos se miraron y después con un "Suerte" salieron corriendo. Traidores.
Suspiré y mi cuerpo tembló cuando escuché el grito de Lina al otro lado, pase mis manos sudadas por mi pantalón y por instinto también las pase por mi cabello para "peinarlo" un poco.
Cuando la abrió no pude evitar verla de pies a cabeza, usaba una pijama color negro con ositos blancos en ella y un chongo sosteniendo su cabello. Ella me miró de igual forma y cuando regreso a mi cara frunció las cejas.
-¿Hola?
-Hola Lina.
-¿Pasa algo Jungkook?.- pensé un rato y me quedé en silencio hasta que decidí hablar.
-Si, pasa que ya no puedo vivir sin ti, que ya no puedo soportar el saber que tu amor no me corresponde como siempre he querido y que estoy harto de rogarte una y otra vez pero no me importa, porque sé que tú algún día sentirás algo por mi y...- la tome de la cintura y acerque su rostro al mío.- No puedo decir otra cosa que no sea que te amo.- ella me miró en silencio sin saber que decir.
-¿Enserio Jungkook?.- sus ojos brillaron. Asentí con una sonrisa.
-Enserio Lina.
-Yo también te amo, desde hace mucho. Nunca quise confesarlo por miedo, pero ya que tú no te has dado por vencido ya no hay razón para huir de la verdad.- declaró y sin más me beso.
-Jungkook... ¿Jungkook?... ¡Jungkook!.- una cachetada me hizo razonar y rápidamente regrese al mundo real.
-¿Qué? ¿Qué pasó?.- Lina me observaba con extrañeza y yo no pude sentirme más avergonzado. Todo había sido mi imaginación, que triste.
-¿Entonces?.- Lina parecía impaciente y no tenía de otra que apurarme a confesar mi amor por ella lo más romántico posible.
Bien Jungkook aquí vamos...
-Lina, yo te amvdkksljd.
-¿Qué?.- soltó una risa.
-Lina, yo te aksjzksjdkkfl.
-Tu me akskhdkfkjf.- asintió con diversión y ví intenciones de regresar dentro de su casa y cerrarme la puerta en mi cara.- Adiós Jungkook.
-¡No! ¡Espera!.- detuve cualquier movimiento que quisiera hacer.- Lina... Yo... Yo te amo, demasiado y no puedo seguir esperando a que algo pase mágicamente entre tú y yo, quiero algo serio contigo. Quiero que seas mi novia y mi esposa en el futuro, quiero que tú seas la madre de mis hijos, y seas la que me lleve mi desayuno favorito a la cama, al igual que yo a ti. Sólo quiero una oportunidad, una sola y te juro que jamás te voy a hacer daño.
-¿Hablas en serio?.- entrecerró los ojos. Asentí con timidez.
-Si Lina, yo te amo.
-Bien.- dijo y cerró la puerta en mi cara, me sobresalté. Me quedé un poco sorprendido por lo que había hecho.
"Rayos, se había visto más bonito en mi imaginación".
¿Pero que...? No dude en comenzar a golpear su puerta como loco después de que ella la cerrará en mi cara, gritaba su nombre y el de la señora Elena, hasta que por la gracia de Dios y todos los angeles la bella madre de Lina y mi futura suegra me abrió.
-¡Jungkook! ¿Pasa algo querido?.- hablo con dulzura.
-Le confesé mi amor a Lina y ella me cerró la puerta en la cara.- hablé agitado.
-¿Qué? Esa niña no aprende.- y antes de poder decir algo también me cerró la puerta en la cara. Bufé, pero no tarde en escuchar los regaños de la señora Elena hacia Lina y la plática sobre qué es de mala educación cerrarle la puerta en la cara a la gente. Que ironía.
Mire mis tenis y por último mis manos, creo que era tiempo de irme, di la vuelta y me encamine a la salida. Escuché el sonido de la puerta ser abierta pero lo ignore, hasta que una mano agarró mi oreja y la jalo hacia el lado contrario al que iba.
-Me las vas a pagar chismoso.- oí gruñir a Lina mientras me metía a su casa y nos hacía caminar hacia su habitación, no podía dejar de quejarme por el dolor y de vez en cuando trataba que mis quejidos fueran más fuertes y así la señora Elena saliera y me rescatará, pero jamás apareció.
-Lina me duele mucho.- dije cuando ella cerró la puerta de su cuarto y se quedó inmóvil. Apretó más sus dedos sobre mi oreja.
-Me importa un carajo Jungkook.- Lucia bastante molesta. Me soltó y se encaminó a su cama de nuevo.
Yo me quedé mirando en silencio mientras acariciaba mi probablemente roja oreja. Me acerqué a su cama y me senté en la orilla.
-¿Estas molesta conmigo?
-¡No, como crees! Esta es mi cara de las 3 de la tarde.- dijo con sarcasmo, suspiré y baje la cabeza. Un nudo en mi garganta se formó y mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Tu prometiste jamás abandonarme.- dije mientras jugaba con mis dedos y trataba de no llorar.
-Jamás te abandoné Jungkook.- puedo jurar que rodó los ojos.
-Me cerraste la puerta en la cara y me dejaste hablando solo.- la mire y ella noto como me encontraba, haciendo que su cara cambiará y se volviera más suave. Soltó un suspiro y abrió sus brazos para que yo la abrazara. Lo cual no dude en hacer.
Me mecía como una madre a su hijo, y acariciaba mi cabello con delicadeza mientras me susurraba que lo sentía y que ya no llorara. Yo solo la abrazaba y me concentraba en su olor a vainilla.
De repente dejo de acariciarme.- ¿Te sientes mejor?.- preguntó en lo bajo.
-Sigue acariciándome.- me removí hasta que sentí de nuevo sus manos en mi cabello, solté un suspiro de placer.
-Eres muy chiple Jungkook.- se quejó soltando un bufido. Rei.
-Pero tú no te niegas.- ataque.
-Touch.- me dió un suave golpe en la cabeza y rápidamente me acarició para que no me quejara, la abrace más fuerte.
-Te amo.- dije.
-Callate.- me volvió a golpear pero esta vez más fuerte.
-Pero yo...
-¡Ah! Pareces un perico.- coloco una mano en mi boca para que ya no pudiera decir nada.
-pebo i a balo.- trate de decir algo.
-¿Qué?
-pebo i a balo.- ella me miró confundida pero al final dejo libre mi boca.
-¿Qué dices?
-Que si puedo ir al baño.- la mire con timidez. Ella asintió y me indico donde estaba.
-Gracias.- me levanté y me acerque a la puerta de su habitación, pero antes de salir la mire con una sonrisa.- Lina.
-mmm.
-Te amo.- y cerré la puerta antes de que me aventara algo en la cabeza.
-¡Jeon Jungkook!.- no pude evitar reír mientras me quedaba parado en el pasillo.
