Confesiones.
Tenía la taza de té entre mis manos no más de media hora, no la había probado y no tenía intenciones de hacerlo, aparte de que su contenido ya estaba frio.
Después de la sorpresiva visita de Jungkook, lo invite a pasar a mi casa y lo insite a que se acomodara en la sala mientras yo buscaba algún rastro de mi madre. Pero la muy vaga no estaba.
Le ofrecí algo de tomar y negó, le ofrecí algo de comer y negó, le ofrecí una golosina y negó, le pregunté si hablaríamos por el motivo por el cual había venido y solo se encogió de hombros, sin olvidar que había mantenido la cabeza mirando el suelo desde todo el rato que habíamos estado sentados en la sala, lo cual era difícil para mí el tratar de ver su rostro.
Me estaba irritando y no tuve otra opción que dejar la taza en la mesa de centro antes de que mi yo interior saliera y le arrojará el té en la cara.-¿Cuando piensas hablar?.- trate de no sonar ruda, pero comenzaba a enojarme y era inevitable no hablar de esa manera. No respondió y cuando estaba a punto de volver a preguntarle decidió abrir la boca.
-¿Por que jamás me contaste sobre la relación que habías tenido tú y Taehyung?.- mi corazón latio muy rápido, su voz sonaba dolida y si no mal se equivocó mi oído creí haber escuchado el nombre de Taehyung salir de su boca con demasiado odio.
¿Cómo se enteró? ¿Taehyung se lo contó? ¿Me abra seguido y vió la escena del callejón? ¿Se enteró por sí solo?
-¿Quien te contó eso?.- respondí con otra pregunta.
-Eso no importa Lina.- soltó una risa amarga.- Solo...- se encogió de hombros.- Solo responde por favor.
Tarde un poco en formular una respuesta en mi cabeza, una que fuera creíble y decente, pero al final sabía que él no estaría satisfecho con ella.
-Taehyung me pidió que no te lo contará, yo no quería contarte.- pase mis manos sudadas por mi pantalón.- Había pasado hace mucho tiempo de eso y lo veía innecesario, tal vez ese fue mi error; tal vez creíamos que al no decirte no te haríamos daño.
-Me hicieron daño créeme.- sorbio su nariz y eso me hizo caer en cuenta que había estado llorando y por eso no levantaba la mirada.
-Jungkook.- solté un suspiro.- No es mi culpa, no es la culpa de Taehyung, no es la culpa de nadie... Solo la tuya.
Eso le sorprendió bastante y con ello también tuvo el valor de levantar la cabeza, me observó con un gesto bastante ofendido.
-¿Disculpa?
-Lo que oíste. Te molestas porque jamás te conté que estuve con Taehyung, pero, ¿Debía hacerlo? Tú eras el que siempre estaba detrás mío, el que por más que rechazará nunca se rendía.
-Pues si me hubieras dicho sobre tu noviazgo con mi mejor amigo, creo que las cosas hubieran sido distintas ahora.- arremetió con molestia y no pude evitar quedarme callada.
"Joder, tenía toda la razón".
Bufé y me levanté del sofá para ir directo a mi habitación, ¿Lo iba a dejar ahí hablando solo? Claro que sí.
-¡Lina!
-¡Jodete!
-¡Lina tenemos que hablar!
-¡Tenemos que hablar mangos!
-¡Ven aquí ahora mismo!.- ahora sí sonaba bastante molesto.
-¡No eres mi novio!
-¡Gracias por recordarlo!
¡Auch! Si le había calado.
Cuando llegue a mi cuarto cerré la puerta con demasiada fuerza y me avente a mi cama tapándome con todas mis cobijas. Aún así escuché como subía las escaleras con pisadas fuertes y después como abría mi puerta y la azotaba de igual forma a como yo lo había hecho anteriormente.
-Levántate.- me ordeno.
-No.
-Lina.
-Jungkook.
-Ya no eres una niña.
-Tu tampoco.
Escuché como soltaba un suspiro y como se sentaba a un lado de mi, recostó su cabeza en mi cuerpo cubierto todavía de sábanas y volvía a soltar otro suspiro.
Tenía ganas de tirarlo de mi cama pero me contuve con todo mi ser.-Diablos.- hablo de repente, dejando atrás el lindo silencio que se había hecho.- No me imaginaba un lunes así hace una semana atrás. Todo fue tan repentino que mi corazón duele.
Me mantuve atenta escuchándolo y no tuve otra opción que levantarme y darle la cara, él se acomoda bien en la cama y me observo con tristeza y curiosidad de lo que fuera a decir.
-Perdón.- me encogí en mi sitio y pase una mano por mi cabello. Se cruzó de brazos y se encogió de hombros.
-Lo hecho, hecho esta ¿No?
Asentí no muy segura y le hice una seña para que se acostara a un lado mío. Pareció dudarlo por un momento pero al final obedeció.
-Jungkook.
-Mmm...
-¿Quien te contó?.- no hacía falta alargar la pregunta para explicar a qué me refería. Se lo pensó unos segundo.
-No puedo decirlo, es un secreto.
-Escupelo.
-Fue Jimin.
¿Jimin? ¡Maldito enano de mierda! Juro que cuando lo viera lo mataría con un zapato en la cara.
No puedo creer que traicionara mi confianza de esa manera.-Hijo de...
-Él no tuvo la culpa.- lo mire.- Yo le rogué que me contará.
Bien, lo perdonaba porque había sido víctima del chico "Nada es imposible para mí" (excepto conquistar a una chica) y sabía exactamente por experiencia propia a lo que se refería con rogar.
El silencio volvió a reinar durante un rato más cuando por fin decidí correr a Jungkook de mi casa y no me sorprendió cuando me di cuenta que se había quedado profundamente dormido.
-Hijo de su madre.- bufé y me acosté de nuevo mientras lo miraba con más detenimiento.
No era feo, eso era más que claro, tenía una linda nariz ancha y unos labios muy apetecibles, unos ojos muy cerrados pero lindos y sus dientes de conejo junto con esas pequeñas grandes orejas, su cabello castaño estilo coco... Era un chico impecable.
-Como te odio Jeon Jungkook.
