Save Me » Yoonmin

5. Jimin.

Cuando llegamos al estudio de Yoongi, empezamos a sacarnos nuestros abrigos ya que la calefacción estaba muy caliente.

—¿Seguro que quieres quedarte?—preguntó Yoongi—. Puede ser aburrido verme producir... 

—Nada es aburrido si estoy contigo—le sonreí en respuesta. Él simplemente agarró mis mejillas para darme un beso rápidamente—. Venga, Productor Suga... trabaje.

Me sonrió mientras giraba sus ojos y se sentaba en su silla, poniéndose los auriculares. Estuve quince minutos observando cómo estaba tan concentrado componiendo y produciendo que no me di cuenta cuando me quedé dormido. 

Cuando me desperté, todo estaba en silencio. Salvo que Yoongi se encontraba frente de mí, sonriendo tímidamente y jugaba con mis manos.

—Hola, dormilón. 

Con mí mano libre me refregué mis ojos mientras observaba al chico que se encontraba frente a mí.

—Ten—me pasó un caja de pizza—. He ido a comprar, creí que quizás tendrías hambre.

—Gracias—sonreí tímidamente mientras tomaba la caja y empezaba a comer—. ¿Qué tal va lo que produces...?

—Perfecto—dijo—. ¿Quieres escucharlo?

—¿En... serio? ¿Me dejarás escucharlo?—pregunté emocionado. Raramente podíamos escuchar una de sus composiciones, primero se las mostraba a Namjoon o a Hoseok. Me sentí halagado el poder escuchar algo nuevo de él.

—Claro—respondió mientras se levantaba, yendo a su computador, poniendo play a pista. Sonaba suave, lenta. Sonreí. Amaba las piezas lentas. 

Me pasó la letra de la canción. 

—Canta—pidió mientras agarraba mí mano y hacía que me levantara—. Es sólo una pequeña parte, pero... canta para mí, Jiminnie.

Carraspeé mientras leía la letra, un nudo se me asomó en la garganta pero no me negué. 

—Te amé a pesar del temor de que el mundo nos separara—empecé a cantar—. Mi amor, ¿podemos bailar en medio de una avalancha?  Y di que está en nosotros. Soy un desastre, pero soy el desastre que tú querías. Oh, porque es la gravedad, la que te mantiene conmigo.

Yoongi me agarró de la cintura para acercarme a él y empezar a tambalearnos en ritmo a la melodía lenta. Pasé mis manos por su cuello y lo miré. 

—Nada puede detener lo que siento por ti—dijo Yoongi, acercando nuestras frentes. 

Pero sabía lo que pasaría, la gente comenzaría a hablar, comentaría cada uno de nuestros pasos. No podríamos ser una pareja normal, no podríamos salir de la mano, no podríamos ser libres de amarnos. Y supe que nadie en el mundo podría soportarlo. 

Tuve un mal presentimiento. 

Pero sin embargo estábamos bailando, sus manos estaban en mí cintura y sus labios sobre los míos. 

Yoongi no dejaba de mantenerme junto a él. 

—No te dejaré caer—murmuró sobre mis labios. 

—Ni yo a ti—juré. 

Esa noche, dormimos sobre el pequeño sofá que tenía Yoongi en el estudio. Para otra persona hubiera sido incomodo, pero para mí... me sentí como en casa, estando con él.

Pero aún así... el mal presentimiento no se iba.