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Al día siguiente hacia mucho frío en la ciudad de New York, aún así fui al trabajo aunque no quisiera. Al levantarme me preparé un chocolate calientito y un pan dulce, después empecé a arreglarme  para el trabajo.
Me dirigí al estacionamiento y tomé mi auto. Al llegar Cassandra me dijo.

-Hola buenos días, ¿cómo te sientes?.
-Fatal, pero el trabajo es trabajo.
-Eso si, uno debe de hacer las cosas personales a un lado cuando se trata de trabajo, ¿has hablado con Chris?.
-Si, de hecho ayer me lo encontré en un restaurante y platicamos un buen tiempo.
-¿Y qué te dijo?.
-Creo que te refieres a qué le dije yo.
-Bueno como sea.
-Le dije que se olvidara de mi, y que intentara ser feliz con Alexandra, era mejor para los dos estar lejos.
-Si quieres saber mi opinion, no estoy de acuerdo con que estés lejos de él.
-Pues ya está hecho, otra cosa ¿has sabido algo de Richard?.
-No, ya van varios dias que no lo veo, no me ha llamado, se me hace raro que haya desaparecido.
-Tal vez trama algo y necesita tiempo.
-¿En realidad crees que trame algo encontra de nosotras?.
-Si y creéme que me ha estado amenazando constantemente.
-A mi tambien me ha amenazado.
-¿Y qué te ha dicho ? - pregunté dudosa.
-Insiste en que le dé las claves de tu cuenta del banco - me dijo seria - pero no creas que se la he dado, nunca me atrevería a traicionarte.
-Sé que no me traicionarías Cassandra, tengo la curiosidad de que está tramando un fraude.
-Yo tambien lo creo, debemos estar vigilantes ante cualquier movimiento sospechoso.
-Sí concuerdo contigo, por ahora hay que volver al trabajo.
-Ok, te veo al rato.

Cassandra se retiró de mi oficina y empecé con los estados financieros que tenía pendiente en este mes. Pasó una hora cuando alguien tocó a la puerta.

-Adelante - dije.

Lo que ví me dejó realmente sorprendida. Alexandra ni siquiera sabia donde trabajaba.

-Hola Adeline.
-¿Alexandra, que haces aqui?.
-Disculpa si te interrumpo, sé que eres una persona muy ocupada.
-Sientate, ¿que se te ofrece?.
-Estoy desesperada, ya no se como manejar esta situación - me dijo llorando.
-Tranquila, ¿qué pasa?.
-Es Chris, no sé que le hayas dicho ayer en la noche, pero se puso muy mal, creéme que en todos mis años de conocerlo nunca lo había visto así.
-¿Qué tiene?.
-Para empezar hoy no fue al trabajo, algo que es muy raro en él, otra cosa es  que no quiere comer y a cada rato me pregunta sobre ti.
-Lamento que esté pasando esto, pero tu y yo sabemos porqué estoy haciendo esto.
-Hablando de eso, quiero que se rompa la promesa que me hiciste, me dí cuenta que Chris te necesita como tú a él, yo solo soy la que sale sobrando.
-Alexandra no te des por vencida, tienes tiempo de conquistar a Chris, veras que pronto lo va a superar.
-No lo creo Adeline, entendí que si lo amo de verdad dejaré que sea feliz aunque no sea yo la que esté con él, es momento de que le devuelvas las ganas de seguir adelante, ya hize todo lo que se me ocurrió y la unica respuesta para reanimarlo eres tú.

Me quede sin palabras ante lo que me habia dicho Alexandra, ¿tan mal estaba Chris?, me sentía culpable por todo lo sucedido y queria arreglar todo lo que había hecho mal.

-Está bien - dije - lo llamaré mañana, hoy pensare bien lo que le diré.
-Gracias por entender, y lamento el haberte incomodado con mi historia, algún dia encontraré a alguien que me ame.
-Verás que así será, eres una  chica increíble y mi consejo es que no dejes de sonreír nunca.
-Gracias, eres una chica increíble.

Sonreí. Ahora ella habia rompido la promesa, mi alma se había llenado de felicidad al saber que me podría acercar a Chris, ahora en lo que tenía que pensar era en qué le hiba a decir a Chris mañana.
Me imaginaba a Chris desanimado, me sentía culpable por todo lo que había hecho pero ya pronto lo resolvería...

un amor imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora