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En la mañana me sentía fatal, mis ganas de ir a trabajar se habían ido, sin embargo sin importar mis sentimientos me fui al trabajo. Tomé un taxi, ya que hoy no tenía ganas de manejar. Al llegar a la oficina, noté que muchos se me quedaban viendo, me paré y me dirigí a todos.

-¿Qué tengo?, ¿creen que estoy mal?, ¡pues no!, ¡estoy muy bien aunque no se note! - grité y todos se me quedaron viendo. Mejor me dirigí a mi oficina y empecé con mis pendientes.

Minutos después llegó Cassandra

-¿Qué te pasa Adeline?, eso de gritar a todos no es lo tuyo.
-Por favor no me vengas a explicar lo que esta bien o mal, no estoy de humor.
-¿Te puedo ayudar en algo?.
-No, estoy bien.
-Adeline, te conosco perfectamente, y sé que no estás bien, en tu actitud de hace rato se dejó ver claramente.
-Es que - dije con los ojos llorosos - no quiero llorar, no quiero hacerlo.
-¿Qué tienes amiga ? - preguntó acercandose a mí.
-Es Chris, decidí alejarme de él.
-¿Qué?, ¿por qué hiciste eso?.
-El está con otra chica que sí lo merece, es mejor estar así - dije llorando.
-Pero....tu lo quieres, Adeline es la primera vez que en realidad te veo enamorada de alguien, ¿por qué precisamente ahora lo dejas ir?.
-La chica de la que hablo se llama Alexandra, ella desde pequeños lo ha querido y él no le ha correspondido, siento que ella puede volver a conquistarlo y ser feliz.
-Creéme que si tu intencion es que sea feliz, no lo va a ser.
-¿Por qué?.
-Porque la felicidad completa la obtienes al estar con la persona que amas, no con alguien obligada, su felicidad eres tu.
-Ya no sé que pensar, con decirte que ni siquiera me ha llamado.
-A lo mejor se sacó de onda por lo que decidiste.
-El amor es sufrido - afirmé - pero a la vez es algo inexplicable, me siento diferente, siento que una parte de mí está muerta.
-Vé con él y confiesa lo que sientes.
-Hize una promesa y debo cumplirla.
-Pues entonces has lo que tu creas mejor para ti.
-Eso haré y gracias por estar aquí - le dije abrazando la.

Cassandra se fué de la oficina y no evité pensar de nuevo en Chris, yo sola me había metido en este problema, ¿¡por qué tuve que hacer esa promesa a Alexandra!? , en realidad lo unico que deseaba era decirle que mejor ya no, pero eso sería egoista de mi parte, al fin y al cabo ella siempre lo ha querido, yo solo era la intrusa que había llegado a su vida.

Pasaron horas después y salí del trabajo. Llegué a mi departamento y me acosté en  mi cama, no tenía ganas de hacer nada, recibí una llamada de Chris pero no contesté, también me mandaba mensajes pero ni siquiera los veía aunque me costara demasiado. Estaba llorando por dentro, mi alma estaba destrozada, ya no le hallaba sentido a nada, esto de estar enamorada no me venía nada bien, era por esa razón por la que no me decidía a tener una relación, por el miedo a estar como ahora lo estoy. Lo peor de todo es que yo no decidí conocer a Chris, fue la vida la que se encargó de juntar nuestros caminos, y no entendía porqué.

Quería estar con Chris, solo eso deseaba, pero sabia que ya era difícil lograrlo...y lo peor de todo es que no sabía aún si era correspondida...

un amor imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora