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Al día siguiente, vino a visitarme Cassandra y estaba sola algo que me sorprendía en verdad.

-Hola - me dijo con una sonrisa.
-Hola ¿que haces aquí sola?
-Me enteré de algo y quise venir a confirmarlo.
-¿De qué cosa hablas?
-Pues me imagino que debes de tener alguna idea.
-Mmm pues no me imagino tu visita.
-Primero debo dejar algo en claro, Adeline eres mi mejor amiga y te quiero demasiado pero creo que llegó el momento de decirte lo que pienso al respecto, no quiero que te enojes conmigo.
-No estoy entendiendo nada.
-Quiero que seas feliz, y creo realmente que Richard te puede dar ésa felicidad.
-No es cierto - dije enojada - ¿El niño chiflado te lo contó?.
-No tienes que expresarte así de el.
-Lo lamento - interrumpí -me parece una falta de respeto que vengas aquí a reclamarme algo que desde el principio yo no quería y te lo dejé a ti y a las chicas muy claro, no quiero ningun compromiso con nadie.
-Amiga entiende por favor.
-Disculpame pero la que debe de entender aquí eres tu, es mi vida y yo sé lo que me conviene y lo que no y si no tienes mas que decir vete por favor.
-Perdoname si te molesté - dijo y se fué azotando la puerta.

En realidad no podía creerlo, no podía, Cassandra no era así, desde que llegó ese Richard se comportaba de forma extraña pero seguramente el le decía cosas de mí que no eran ciertas, desde el principio fui clara con ellas, mi error fue no decirselo a el, por eso se hizo ilusiones que solo existian en su cabeza. Estaba enojada, muy enojada, pero no con Cassandra sino con Richard, y cuando lo viera en frente le voy a reclamar todo esto, por su culpa Cassandra y yo tuvimos una pequeña pelea, todo por su culpa.

Pasaron varias horas y el tiempo pasaba muy lento, agarré unas revistas que habian a un lado de mí, empecé a leer algunas de ellas, hasta que terminé y ya no supe que mas hacer, entró el doctor Chris.

-Que bueno que vino - dije - tengo algo que decirle.
-Te escucho.
-Quiero saber cuanto tiempo cree usted que tenga que estar aquí en este hospital.
-Adeline tienes todavías heridas y fracturas que todavía no sanan completamente, si te dejo ir estoy completamente seguro de que no te vas a cuidar, y lo siento pero vas a tener que estar aquí vario tiempo.
-¿Y mi empresa?, no puede estar sin un jefe tanto tiempo.
-Pues encargale a alguien la empresa temporalmente, solo hasta que salgas de esto.
-Está bien, pero ¿puedo caminar por el hospital? Me aburro demasiado aquí acostada.
-Tengo que checar eso, pero mas tarde te digo eso.
-Espero la respuesta, no quiero estar aquí sola, no puedo platicar con nadie.
-Puedes hacerlo conmigo.

Reí y dije
-Eres doctor, estas ocupado con otros pacientes.
-Hablo en serio, puedo hacer algunas excepciones contigo.
-¿Por qué?
-Pues porque me dices que te aburres, puedo hacerte compañia, podemos conocernos mas.
-Eso sonó raro - dije sonriendo.
-Pues es la verdad, me vas ir conociendo y yo a ti, ¿te parece bien?.
-Pues sí, me gusta la idea.

Minutos despues el doctor Chris se retiró, me sorprendía realmente lo que me había dicho, me sentía rara estando con el, era un sentimiento que no podía describir, lo unico que sabía es que me gustaba estar platicando con el, no sabia lo que era pero me gustaba sentirlo.

-Hola de nuevo, ya lo consulté y me dijeron que sí puedes ir a caminar por el hospital, pero, con precaucion.
-Si , gracias....Chris.
-Oh por fin me dices Chris - sonrió - ¿quieres ir a dar una vuelta?.
-¡Claro!.

Me ayudó a bajarme con cuidado, despues sin ayuda salí de la habitacion, por fin sentía movimientos en mis piernas despues de tantos días, Chris se fué con otros pacientes, yo empece a recorrer los pasillos del grandísimo hospital. Llegué a un ascensor y subí un piso, al llegar empecé a ver a toda la gente que estaba ahí, pero un sentimiento de nostalgia al ver a los niñitos enfermos me hizo volver a mi habitacion, como pude me acomodé en la cama y miré a la puerta a ver si alguien me venía a visitar..

un amor imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora