-22-

51 5 0
                                    

Me dirigí a la oficina, pero antes de entrar a ella, fui con Cassandra, tenía que hacerle varias preguntas sobre la supuesta "estafa" que quería hacerme Richard. Toqué a la puerta y pasé de inmediato y vi a Cassandra sentada trabajando.

-Hola - le dije.
-Hola, que milagro que me visitas.
-Lo lamento, tuve una oportunidad de venir y aproveché para hacerte unas preguntas.
-¿Preguntas?, ¿sobre qué?.
-Sobre Richard.
-Al fin admites que te gusta ¿verdad? - dijo con una sonrisa.
-No, es sobre otra cosa.
-Pues bueno, te escucho.
-¿Cómo conociste a Richard?.
-¿Por qué me preguntas eso?.
-Solo responde por favor necesito esa información.
-Bueno, lo conocí por internet, le envié una solicitud y le dije que tenía una amiga empresaria muy guapa y que estaba soltera.
-¿Te mencionó algo de mi empresa?.
-Pues ahora que me acuerdo, me preguntó que si tu empresa tenía ganancias y a todo esto ¿por qué me haces estas preguntas?
-Solo es información, es todo lo que necesito, y gracias amiga, deberiamos de reunirnos de nuevo.
-Oh claro me encanta la idea  solo dí el lugar y vamos con gusto.
-Depues mando mensaje al grupo.
-Ok - dijo con una sonrisa.
-Y otra cosa, promete que no le dirás nada a Richard.
-¿Por qué?
-Es una sorpresa - le dije.
-Ok me quedaré callada.
-Bien, gracias estaré en mi oficina por si necesitas algo.

Me dirigí a la oficina. Ahora ya tenía mas clara la situación con Richard, se trataba de la seguridad de mi empresa y quería defender mi patrimonio que mis padres con tanto esfuerzo me habían dejado.

Al llegar a la oficina , me senté en mi silla y empecé a trabajar los pendientes que tenía. Una hora después tocaron la puerta y sin voltear a la puerta dije:

-Adelante.

Se oyó que alguien entró pero mi mirada seguía en la computadora.

¿Puedo ayudarle ? - pregunté.
-¿No me recuerdas?.

Al oir esa voz que yo conocía, mi piel se puso helada, dejé de escribir y me le quedé viendo a la computadora fijamente. Despues de un minuto de silencio mi mirada lentamente se fijó en aquella persona que estaba sentado en frente de mí.

-Que necesitas - dije seca.
-Me encanta tu forma de recibirme - dijo Richard.
-¿Neceaitas algo? - volví a preguntar.
-¿Como has estado?
-Bien, ¿por qué veniste Richard?
-Quería ver como estabas y ademas quería saber si no te has acercado a Chris.
-Solo alejate de mí - refuté.
-No me digas lo que tengo que hacer, solo obedece y ya.
-Eres un ser egoista y malvado.
-Me gusta ser así, y ya es muy tarde para dejar de molestarte.
-Basta ¿ok?, dejame en paz, no soporto que me vengas con tus reclamaciones que no vienen al caso.
-¿Y como te va en tu empresa?.
-Muy bien, he tenido muchas ganancias - dije a propósito -  ¿y tu?.
-Hace tiempo que mi restaurante va mal.
-¿Desde cuando?.
-Desde hace tiempo.
-¿Cuando te conocí ya estaba así?
-Si -dijo serio.
-Pero recuerdo que me dijiste que hiba muy bien.
-Bueno - dijo nervioso - solo fue para quedar bien.
-Pues lo lamento por ti, pero si no te importa tengo trabajo que hacer.
-Lo sé te veré de nuevo, espero que estes haciendo caso a mis advertencias.
-Que te vaya bien - dije con una sonrisa falsa.

Richard se fué de la oficina y yo me quedé haciendo el trabajo pendiente y no aguanté las ganas de llamarle a Chris.

- ¿Hola? - preguntó el.
-Necesito verte Chris.
-¿Estas bien?.
-Solo quiero verte ¿puedo?.
-Ok, dime en donde nos vemos.
-En mi casa en la tarde.
-Ok, llegaré a las 7 ¿de acuerdo?
-Esta bien, te voy a esperar.

Colgué y no evité pensar en él, era algo inevitable...

un amor imprevistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora