🔹C A P Í T U L O 9🔹

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 Holis, después del cap lean la descripción, es muy importante.

* * *

  Dio un suspiro al ver como Ryan se iba por los pasillos. Lo había dejado frente la puerta de la habitación donde dormiría. Dio otro suspiro para apoyar su espalda en la puerta y mirar sus manos donde las heridas provocadas antes apenas sanaban. Ardían demasiado diciéndole que no se había salvado del efecto de la sangre de ghoul.

Abrió la puerta para entrar y después cerrarla con pestillo. Respiraba con dificultad hasta llegar a uno de los libros que estaba en los estantes. Lo tomo entre sus manos para abrirlo y llegar a una pagina que lo dejo totalmente sorprendido. Era tratado con los ghouls y pudo apreciar que esa era la habitación de la emisaria cuando todavía no estaba casada y apenas conocía a su padre.

Cayo de trasero al piso y apoyo su espalda en el estante. Cerro los ojos cuando su cuerpo no podía más, todo estaba negro.

Cuando abrió los ojos de nuevo, no estaba en la habitación, si no, en una parte del bosque. Oía risas y voces que reconocía muy bien y que daría todo para escuchar aquella voz de nuevo en la realidad.

—¡Diar!—una voz aguda de una niña capto su atención. Sonrió al ver una pelinegra morena que sonreía mientras corría—. Apurate Diar.

—Espera Melody—ahí estaba su yo pequeño corriendo como podía detrás de la niña. Aquel día lo recordaba y le entristecía porque fue el día en que Ryan empezó alejarse. Apenas tenia nuevo años y Ryan diecinueve años.

Los siguió hasta llegar a la mansión. Estaba cuidada, no como ahora que la maleza parecía que ganaba la guerra. Entro con ellos hasta que vio a la alfa regañando a ambos por ensuciar el piso que antes ella había limpiado con tanto esmero.

Miro las escaleras que llevaba al segundo piso al escuchar voces que discutían, eso no lo recordaba, por lo cual llamo su atención y la empezó a subir. Las voces lo guiaron hasta la habitación de Ryan cual atravesó la puerta como un fantasma para ver lo que pasaba.

Conrard estaba frente de Ryan con los brazos cruzados mientras que Ryan esta a sentado en la orilla de la cama apretando sus rodillas con sus manos.

—Debes controlarte, es un niño—recrimino Conrard. Su voz se escuchaba lo preocupado que estaba.

—Es mi destinado, lo debo marcar—mostró sus colmillos a igual que sus ojos ámbares de beta.

—No, apenas tiene nueve años, lo vas asustar, espera por lo menos a que tenga dieciocho años—Ryan negaba, enterró sus garras en su muslo.

—No puedo ¡No puedo!

—Lo lastimarás ¿Quieres lastimarlo?—Ryan negó de nuevo—. Esto tienes que hablarlo con su padre, así llegaran a un acuerdo.

—Lo quiero conmigo ¡Yo lo quiero!—Conrard dejo de estar de brazos cruzados.

—Por su bien es mejor que te mantengas alejado de él o te ira mal con todo esto—Ryan cayo a la cama intentando calmarse.

Diarmad se le rompía el corazón verlo de aquella manera y por su culpa. No sabía aquella parte de la historia.

Ryan—lo llamo.

—¡Ryan!—se escuchó su grito en toda la habitación.

Abrió los ojos cuando la puerta se abrió con fuerza. Ryan estaba en su forma híbrida entre hombre y lobo. Sus colmillos sobresalían, sus uñas eran largas y sus ojos eran rojos. Estaba algo aturdido, pero vio que Ryan se preparaba para cualquier ataque.

Al comprobar que no había ninguno, volvió a la normalidad para mirarlo.

—Cuando grites otra vez, no vendré—lo apunto con el dedo.

Su vista se nublo por las lágrimas que amenazaba por salir y sin querer, una lágrima traicionera recorrió su mejilla. La expresión de Ryan se suavizó y se empezó acercar al menor que cerro los ojos con fuerza.

—Diarmad—el menor abrió los ojos para ver aquellos ojos grises azulados.

—¿Por qué no hablaste conmigo?—vio la cara de confusión de Ryan—. Hablo de que no podías controlarte antes por las ganas que tenias de marcarme.

—¿Cómo...?

—Lo vi en mi cabeza, pero no me cambies de tema.

—Tenias nueve años, no entenderías nada—frunció el ceño al escuchar palabras.

—Tu no debes decidir lo que yo podía entender o no, además mi mamá me hablo del reclamo y lo que lleva con esto—Ryan dio un suspiro.

—Pero eras un niño pequeño, no deberías estar metido en asuntos de adultos—Diarmad se levanto con rapidez. Lo que le molestaba a Diarmad era que lo trataran como un niño pequeño.

—No entiendo porque todos me trataban como un niño, incluso ahora, pero vamos ¿Aún seguirás negándome?

—Si Diarmad, no te puedo marcar—el ceño fruncido del menor era algo que no le gustaba a Ryan.

—Eres un idiota, pero sabes, me canse de esperar, seré tu emisario, aunque no estaré cerca de ti—paso por el lado de Ryan, pero este lo detuvo.

—Aún es de noche—se soltó bruscamente del mayor.

—No me importa, si el vampiro viene detrás de mi se por lo menos que me quiere, aunque sea para comerme—no lo miro. Siguió su camino sin ser detenido y busco su mochila en la sala.

Al encontrarla, la tomo y salió de la casa. Saco el celular de la mochila para llamar a alguien. Cuando le contestaron, dijo:

—Albert ¿Me puedes venir a buscar? Estoy en el bosque por parte de la carretera.

* * *

Hola, amigos, lo siento por no publicar por días y es que he estado ocupada sobre las cosas de la universidad.

Así es, en febrero entrare a la universidad, mi primer años y a los diecisiete ¿Alguien esta emocionado? Yo no, porque eso significa que no podre estar pendiente aquí u.u y quizás desaparezca, pero haré de todo para publicar los capítulos.

Para los curiosos, la carrera que entrare es Psicología. Si, no me encontraron loca o si lo hicieron y por eso entre xD pero estoy dentro.

Los quiero mucho a todos y enserio lo siento. Espero que me perdonen .

Atte.
Sigrid Araya B.

Crown Town [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora