Crown Town [Yaoi/Gay]

🔹C A P Í T U L O 2 2🔹

—¿Nueva compañera? —menciono extrañado Diarmad mirando a Harry que solo fruncía el ceño bastante enfadado.

Al lado del lobo se encontraba Albert metidos en sus pensamientos, aún así tomaba la mano de Harry para calmarlo. Había notado que la recién llegada provocaba que su lobito saliera de control y no solo eso, también descubrió que con un solo toque suyo calmaba la fiera de Harry. Era la calma de la tormenta.

—Si y es una maldita vampira...

—Vampiresa —le corrigió Diarmad. El otro bufo.

—Es una maldita VAMPIRESA que solo hace ojitos e incluso al enfermero y al nuevo profesor de Historia ¡Joder! Es una cualquiera—Albert rió. Las palabras de su lobo tenían algo de razón, aunque la última no. Había notado la mirada de odio de esa chica hacia el nuevo profesor, odio que era mutuo.

—¿Celos? ¿Enserio Harry?

—¡No son celos! Ella me cae mal y aún más porque se atrevió a guiñarle a Albert—Diarmad podía imaginar lo que pasaba en la mente de su amigo, de seguro imaginaba como matar de mil maneras a esa vampiresa. De verdad que los lobos eran territoriales.

—Ya veo—se quedó callado cuando sus ojos se encontraron con unos ámbares.

Una sonrisa torcida hizo que todo su cuerpo se estremeciera, tenía un mal presentimiento de esa chica que lo miraba. Sentía que debía correr y esconderse hasta que Ryan lo protegiera en sus brazos.

—Lo peor es que nadie se da cuenta de lo que es ¿Tendrá ese poder de hipnotizar? —miro a Albert que negó con la cabeza—. Bueno, no importa, pero de seguro tiene un poder que no es nada bueno ¿Qué dices Diarmad? —el nombrado no le presto atención—. ¿Diarmad? ¡Diarmad!

—¿Eh? ¿Qué decías? —Harry sintió la traición.

—Ahora se como te sentiste en el comienzo, el dolor, la deshora, la traición—Diarmad miro a Albert que solo se encogió de hombros.

—Ya Harry, no creo que sea mala —quería ignorar ese presentimiento, quería hacerlo.

—Eso dices tú, pero esa cosa de adentro de seguro te dice lo contrario —y no se equivocaba. El nogitsune le estaba diciendo que se fuera, que no se expusiera a los peligros.

Iba hablar pero un dolor en su cabeza no lo dejo tranquilo. Sentía como si le estuviera martillando la cabeza agregándole que sentía punzadas fuertes. Ese dolor se magnífico hasta su vientre, dio un gemido de dolor preocupando a los dos presentes.

—¿Diarmad?

. Esa perra lo está haciendo

—¿Qué cosa? —le hablo como pudo al nogitsune que solo gruño.

. Ella no le hará daño, no lo hará.

Las punzadas no solo lo empezó a sentir en la cabeza, también el vientre. Era insoportable.

—Oh Diarmad—la voz de Harry sonó desesperada—. Tenemos que llevarlo a la enfermería.

—¿Qué? —menciono algo ido, no podía retener los pensamientos.

—Estas sangrando—menciono Albert bastante preocupado.

Miro abajo donde un pequeño charco debajo de él se encontraba. Su mente se empezó a nublar cerrando los ojos en el proceso.

Harry lo alcanzó de sostener antes que el cuerpo llegará al suelo en un estruendo y doloroso golpe al suelo.

Una risa que intentaba ser disimulada llamo la atención de los dos amigos y Harry gruño. Estaba bastante molesto, pero Albert lo detuvo antes de que hiciera algo.