Just My Type~ Poth.

La Guardia. Parte 1.

La noche transcurrió rápidamente, ya a la mañana, el primero en levantarse fue Geno, estaba en su cama aún, no podía levantarse, estaba siendo fuertemente abrazado por Reaper y, a pesar de todo, Geno no quería despertar a su pareja antes de que él se levantara por su cuenta.

Siendo que ya no volvería a dormir, se quedó pensando en lo que había sucedido ayer; Estaba molesto con sigo mismo, es decir, incluso estaba molesto con Reaper.

Desde un inicio, Geno, estaba muy enojado porque ni Ink, ni su hermano, ni Reaper le dijeron sobre Chara; es más, se tuvo que enterar gracias a PaperJam, quien, le comentó que la había visto con Goth hace días atrás.

Ese era otro punto a tratar, claro, aún debía hablar seriamente con su hijo, pero bueno, ya no traía tanta carga encima, sólo debía mantener a su hijo en el Anti-Void y estaría seguro; en cuanto a lo demás, estaba dispuesto a sacrificarse con tal de acabar con esta nueva amenaza; no estaba de más decir que la simple mención de una "Chara" para cualquier Sans era una completa pesadilla y, Reaper, no era la excepción, Geno sabía que el Dios de la Muerte tenía miedo, podía sentirlo. Tampoco podía negar que él también tenía miedo, después de todo, fue gracias a Chara que perdió todo, a sus amigos, su universo, su hermano... Ahora, había una gran posibilidad de que ella le quitara a su hijo, a su pareja... No podría soportalo, no de nuevo, debía ser fuerte, necesitaba poder frenar esta vez a Chara, lo haría por su familia. 

Inconscientemente y, como si se tratase de un niño pequeño, Geno había hecho su mano un puño como acción complementaria a lo que estaba pensando en el momento, además de haberlo alzado levemente fuerte como para depositar un golpe a la mandíbula de Reaper, esto, eventualmente, ocasionó que el Dios de la Muerte se despertara un poco confuso. 

-Ouch.- el Dios dirigió su mano a su mentón para sobar el golpe. -Buenos días, amor~.- sonrió.

-Ay ¡perdona!.- de inmediato, se acercó más Reaper para también posar sus manos en la mandíbula de su amado. -¡Ah!.- miró con molestia al Dios al recordar sus pensamientos anteriores, ante esto, Geno aplastaba con sus manos el cráneo de Reaper, tomándolo desde sus pómulos. -¡Hmmm!.- al mismo tiempo, desvió su mirada con "enojo" y con un muy ligero sonrojo en su rostro.

El Dios no comprendía qué sucedía, pero realmente le gustaba ver a su pareja de esa forma, se veía muy tierno a su parecer.

-Te despertaste con ánimos, amor~.- Reaper acarició el rostro de Geno.

-¡Ugh! idiota.- soltó al Dios de la Muerte y se cruzó de brazos haciendo un puchero mientras Reaper aún tenía su mano en su rostro.

-¿Estás listo para hoy, Geno?.- Reaper seguía acariciando el rostro de su amado pero había puesto su tono de  voz más serio.

A Geno, por supuesto, se le hizo un poco extraño que la Muerte le hubiera hablado en ese tono de voz, pero se mantuvo igual de firme, no iba a dar marcha atrás, se aseguraría de proteger a su familia.

-Yo lo estoy ¿Lo estás tú?.- Geno sonrió de forma tranquila.

El Dios hizo sus manos un puño, se sentía un poco impotente e inútil al no saber qué hacer o qué vendrá, finalmente suspiró, se levantó de la cama y tomó las manos de su pareja.

-Iré a hablar con tu hermano, mientras tú puedes alistarte. Te espero abajo.- soltó las manos de Geno y se dirigió a la puerta para luego abrirla y cerrarla una vez él salió.

Reaper se dirigió a paso lento hasta la habitación de Error, una vez estuvo frente a la puerta, alzó su mano para poder tocarla, pero antes de poder hacerlo, la puerta se abrió dejando a la vista a Error con un semblante de fastidio.