Décimo primer paso; Conserva tu cordura

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-¿Veintitrés?- pregunto completamente sorprendida. Eso no me lo esperaba- Te vez mucho menor- continúo comiendo una papita

-Bueno, es un cumplido- ríe. Sale del estacionamiento y se incorpora al tráfico de la vía- Nunca me lo habían dicho

-¿Puedo preguntar algo?- agrego sonriendo. Él asiente con una hermosa sonrisa- ¿Como es tu hermano?

-Bueno, igual que yo, pero sin lentes- responde con un tono de burla- Somos gemelos, por si no lo habías notado en alguna de mis conversaciones

-Si, fue una pregunta estúpida- admito sonrojándome-

-Es mejor una pregunta tonta

-Que un tonto que no pregunta- completo por él- Es lo que dice mi madre

-Bueno, tiene razón- salimos al tráfico de la avenida y nos dirigimos a, supongo, su elección de restaurante- ¿Quieres almorzar en algún lugar en específico?- pregunta, lo cual me sorprende, nadie me lo había preguntado antes

-No realmente- contesto- Donde quieras


Y me arrepiento de lo que dije. El restaurante frente a mi es hermoso; no es muy lujoso lo cual agradezco, pero he oído que es un poco costoso. La entrada está adornada con varias flores y plantas y tiene vista a la montaña. Nunca había almorzado en las afueras de la ciudad por tiempo, pero siento como si el tiempo se detuviera. Entro con Jack a mi lado, escogemos una mesa cerca del pequeño balcón; la vista de los guaduales es hermosa y se puede escuchar el sonido de una pequeña quebrada al fondo. Los pájaros revolotean por entre los árboles, esto agregando la suave música es sencillamente tranquilizante.

-¿Te gusta?- pregunta Jack mirándome. Acerca su mano a la mía lentamente, yo la tomo y acaricio sus dedos suavemente. Digan lo que digan, para mí es un gesto natural.

-Es hermoso- le contesto sonriendo. Su sonrisa crece, como si estuviera orgulloso de su elección- ¿Aquí traes a todas tus citas?- pregunto con ironía

-No, no es como si tuviera citas en restaurantes o cosas así- menciona mientras encontramos una mesa en el balcón, por supuesto. La mesera llega con una cálida sonrisa- ¿Que quieres?

-Algo pequeño- pido. Cuando la mesera se va él vuelve a mirarme -En donde son normalmente tus citas entonces, Jack- inquiero entrelazando mis manos y apoyando mis codos en la mesa

-No soy de citas- comenta colocando sus brazos de la misma manera- Normalemente son cosas de una sola noche, si acaso. Hay veces no sucede nada- sus sonrisa me derrite por dentro

-¿Ah si?- pregunto un poco decepcionada. Supongo que pensé que no era de ese tipo

-Miento- ríe, no sé por qué me tranquiliza eso- Mi hermano es quien sale con chicas, no soy de su preferencia en esos casos- me extraña su comentario

-¿Por qué no?- pregunto con curiosidad. Es decir, si las chicas tuvieran un poco de neuronas se fijarian en él; guapo, inteligente, educado. Tiene todo lo que buscamos. Supongo que es por los lentes que le hacen ver un poco nerd o algo por el estilo, pero a mi me agradan. Soy de gustos sencillos, supongo.

Se encoge de hombros, sonriendo. Se queda mirándome por un momento -¿Es una cita para ti?- pregunta con su sonrisa creciendo. Yo me sonrojo, no me esperaba esa pregunta

-Tal vez- concedo nerviosa. Él ríe acercando su mano a la mía y la tomándola suavemente, acaricia mis nudillos y no puedo evitar que un escalofrío me recorra la espalda. Miro sus ojos y hay algo hermoso en ellos, como si el hielo se moviera dentro de ellos. Susurra algo que no logro escuchar, pero no pregunto porque sería un poco tonto de mi parte. Pareciera como si se tomara su tiempo antes de soltar mi mano.

-¿Me permites?- pregunta sacando la caja de cigarrillos. Yo asiento. Le veo caminar hasta el balcón, enciende un cigarrillo y lo coloca entre su dedo índice y medio y da una calada. Cubre su boca cuando fuma, es la primera vez que me parece curioso la pose de un fumador. Odio el cigarrillo, si es que no lo he mencionado, pero hay algo en él que lo hace ver intrigante y elegante de alguna forma. No sé si es por su pose o su porte al fumar, es sencillamente hipnotizante- ¿Algo que decir?- pregunta con una sonrisa- Me estás observando de más

-Lo siento- me disculpo, mirando a otro lado. La mesera llega con nuestro almuerzo, por fin. ¿Recuerdan que pedí algo pequeño? Pues esto parece el almuerzo de mi padre, esto es demasiado para mi gusto, pero el hambre lo demanda, supongo y espero.


-Eso fue demasiado, hasta para mi- comento entrando al auto. Él ríe mientras pasa por el frente del coche y se sienta en su puesto de siempre- Gracias- puedo notar un leve sonrojo en sus mejillas lo que me hace sonreír aún más. Hace mucho no veo una sonrisa tan linda en alguien más.

-Gracias a ti por la compañía- agrega suavemente. Quiero molestarlo, pero pensando seriamente en que él es quien conduce no me parece conveniente. No quiero morir joven, gracias.

Me parece un abrir y cerrar de ojos el llegar a la universidad, no es que quiera mucho entrar a al siguiente clase, pero debo o perderé por fallas. De nuevo. Tomo mis cosas y las meto en la maleta rápidamente -Gracias de nuevo por la compañía- sonrío. Abro la puerta del auto, siento como toma mi brazo antes de salir- ¿Si?- pregunto sonriendo

-¿Te puedo esperar para ir a casa?- pregunta y me parece tan tierna su expresión que no se lo niego. Él sonríe ampliamente cuando yo asiento, suelta mi brazo- Nos vemos más tarde a las ¿cuatro?

-Nos vemos a las cuatro- menciono sonriendo mientras salgo del auto y me dirijo a mi clase en la cual no me concentre ni un poco. Y sabrán la razón. ¿Por que es tan sexy? No lo sé, todo en la siguiente emisión, no se lo pierdan.

Como Olvidar A Tu ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora