Como Olvidar A Tu Ex

Séptimo paso; Comete homicidio en público

Al entrar a la cafetería el administrador me saluda con una sonrisa que yo devuelvo, es seguro que no me ve hace rato. Nos sentamos en una de las mesas que están en el mirador del lugar, la brisa corre suavemente por el lugar y me hace recuperar . Un mesero se acerca a nosotros con una sonrisa, amigo mío.

-Sherese, ¿como vas?- pregunta. Mira a Jack con una mirada confusa, y lo entiendo. La última vez que vine lo hice con Rick hace como dos o tres semanas. Se había vuelto casi una rutina.

-Bien, gracias Cami Cami- digo sonriendo

-Sabes que odio eso- dice anotando algo en su pequeña libreta- Por eso te quito un punto

-Se que lo odias, pero me gusta- contesto picando con mi dedo su estómago- Lo de siempre, por favor- comento mientras sigo picándole

-¿Y tu acompañante?- pregunta mirando a Jack. Detiene mi mano con la suya y me mira como si me reprochara, pero no le desagrada del todo.

-Un café fuerte, por favor- responde con una sonrisa tímida. Cami cami se aleja de nosotros y se acerca a la barra de pedidos- ¿Por que cami cami?- pregunta extrañado organizando las servilletas.

-Bueno, nos conocemos desde pequeños, y me gusta que se moleste- respondo jugando con la cuchara que está junto al azúcar- Hace pucheros cuando se enoja- agrego en casi un susurro

-Igual que tu- dice él- Pero tu eres más adorable- se levanta, toma un cigarrillo y me lo muestra- ¿Me permites?- yo asiento con una sonrisa. Se acerca al balcón y enciende el cigarrillo. Nunca me ha gustado el olor del cigarrillo, es más, lo odio. Por consecuente también los fumadores, pero hay algo en la forma de fumar de Jack que me atrae. No deja que el humo llegue hasta las personas y lo agradezco. Puedo ver como me mira de reojo de vez en cuando con una sonrisa. Decido acercarme a él con una sonrisa, aunque, bueno, no es como si fuera mucha la distancia que hay entre nosotros.

-Pensaba en cuantos cigarrillos al día fumas- digo yo mirándole, colocándome a su lado en contra del viento para evitar el humo

-Dos, como mucho- responde después de soltar el humo- No soy amante del cigarrillo, pero alguien me hizo probarlo, y aquí estoy- se encoje de hombros mientras le da otra calada.

-Bueno, no se si matarlo a agradecerle- digo yo. Él sonríe soltando el humo.

-¿Agradecerle?- pregunta con ironía. Fuma bastante rápido. Anotado en los puntos increíblemente raros en los que me fijo.

-Bueno, si no fuera por que fumas, no nos hubiéramos conocido en primer lugar- menciono sonriendo. El asiente, dándome la razón 

-Touche- dice. Apaga el cigarrillo contra el muro del balcón y me mira con una sonrisa- Eres bastante buena con tus argumentos

-Y tu eres malo para ocultar que estás estresado- digo sonriendo. Volvemos a sentarnos en la mesa y él me mira con expresión apenada. Recuesta su espalda contra la silla dejando caer un poco su cadera al borde.

-¿Lo notaste?- pregunta sonriendo tímidamente, metiendo la manos en los bolsillos del pantalón. Yo asiento, orgullosa de mi misma- ¿Te lo dijo acaso el chico de aquella cafetería?- inquiere con una ceja levantada

-Sip- respondo sinceramente- Pero también lo hubiera adivinado- apoyo mis codos en la mesa y le miro a los ojos, detrás de ese marco negro- No había notado el color de tus ojos- digo sonriendo. Son grises, tan claros que casi parecen blancos. Tranquilos lagos de hielo, así lo describiría- Me gustan

-Los tuyos también son lindos- dice él sonriendo, recobrando la compostura y colocando las manos sobre la mesa.

-¿Mis ojos?- pregunto riendo- Son normales, como los de cualquiera

-No, no lo son- dice sonriendo con un brillo que no había visto nunca. Sin quererlo me sonrojo, y lo sé por que siento como mi cara arde, y no es una sensación que disfrute en este momento.

-¿Sherese?- llama a mi espalda una voz conocida, y que estoy empezando a odiar con mi alma. Me giro y me encuentro con Rick, abrazando a una chica por la cintura ¿Por que no me sorprende? Sus ojos azules me miran entre enojado y confuso- No pensé que estuvieras aquí

-Ni yo- respondo con mi cara seria. Miro a la chica con el ceño fruncido- Así que ella es Rachel- digo mientras la examino; ojos verdes, perfecto cuerpo y no digo más por que me dan ganas de matar a alguien, y no es el lugar preciso para ello- ¿No deberías estar trabajando?- pregunto volviendo mi mirada a la mesa, intentando que él no note que su llegada me afectó. Miro de reojo a Jack quien mira hacia otro lado con una mirada dolorosa. No logro formar una idea para ello, y no me gusta esa expresión.

-¿Dan?- pregunta Rachel con confusión, mirando a Jack ¿Que?

Jack le mira con el ceño fruncido, una mirada bastante espeluznante -No, soy su hermano- dice con seriedad retirando las manos de la mesa, colocándolas sobres sus piernas

-No sabía que tenía un hermano- dice Rachel visiblemente decepcionada.

-Ni el noventa por ciento de la población femenina que lo conoce- susurra Jack mirando sus manos. Anótame en ese noventa porciento, por que yo tampoco sabía que el "gran" Dan era tu hermano, y son ¿gemelos tal vez? Tengo que confirmarlo después.

-¿Que haces con él aquí?- replica Rick. Enojate todo lo que quieras, cariño, no es como si me importara. Ya no. Mucho menos si me haces la pregunta estando junto con la chica que era mi reemplazo. Por favor, ten un poco de dignidad.

-Salgo con alguien, ¿no puedo? -contesto secamente mirándole con enojo. No quiero esta conversación en particular, mucho menos con Jack frente a mi- Tu haces lo mismo, así que no juzgues- termino. Tendremos homicidio público.