Décimo sexto paso; Concentrate en lo que tienes en frente

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Entramos al ascensor, aunque fácilmente podríamos caminar hasta el apartamento por las escaleras, pero lo evitamos y optamos por la flojera. Miramos a la puerta sin decir palabra. Su mano se estira lentamenta hasta la mía tocando con la punta de sus dedos la mía. No puedo evitar sonreír. Cuando llegamos al piso y se abren las puerta él se demora en reaccionar -Quisiera no tener- corta la frase

-Comienza a terminar tus frases- menciono saliendo del ascensor. Él alarga su mano y toma mi brazo haciendo que me acerque a él. Tropiezo, mi espalda contra su pecho, intento calmar las mariposas en mi estómago, pero es inútil, ya me tiene atrapada- ¿Qué sucede?- ¿notará mi nerviosismo? Por que yo lo haría

-Nada- susurra. Me abraza contra su pecho y me sostiene con suavidad- Solo pensaba que los milagros realmente ocurren

-No lo creo- susurro para mis adentros. Él me mira con sus profundos ojos grises- Descansa- comento. Me empino, le doy un pequeño beso en la punta de su nariz y otro en los labios el cual no duda en profundizar

-No quiero-parece volver a cortar la frase, pero se que quiere decir, o eso creo yo. Me suelta y me dedica una linda sonrisa- Descansa- le devuelvo la sonrisa mientras bajo las escaleras hasta mi apartamento. Abrimos la puerta casi al mismo tiempo. Cierro detrás mío dejando salir un largo suspiro. Es la primera cita que tengo en tanto tiempo, olvidaba esa emoción de estar junto a la persona que amas. Bueno, decir que lo amo a estas alturas de la vida, teniendo solo un día de estar juntos y poco tiempo de conocernos, es demasiado apresurado. Digamos que me gusta, aunque, sin mentirles, me encanta.

Entro en la habitación y enfrento mi terrible destino con los trabajos pendientes. Se que debería arrepentirme de salir junto a Jack, pero no lo hago. Tomo el teléfono y le envío un mensaje;

-Si vamos a salir tenemos que conocernos mejor

-¿Que propones?- pregunta casi de inmediato

-Un café en una librería tal vez, quiero saber que te gusta

-Cuando quieras ;)- escribe, lo que me hace sonreír

No puedo evitar sonreír toda la noche pensando en nuestra próxima cita, aunque los deberes con sus constantes problemas me borran rápido esa emoción.


Terminé acostándome a las casi dos de la mañana y estoy tan, TAN, agotada. Creo que podría caer muerta en cualquier silla, las bancas se ven lo bastante cómodas para una siesta. Sandra, quien camina a mi lado con un refresco en mano, me habla de temas que no soy capaz de analizar bien. Estado zombie, activado.

-¿Como vas con Jack?- logro escuchar

-¿Con quien solo llevo un día y medio?- aclaro revisando mi celular sin encontrar ni un mensaje nuevo- Hasta ahora, todo va bien- le sonrío a mi amiga mientras guardo el teléfono de nuevo en el bolsillo

-Hablando del rey de Roma- comenta, señala al frente- Ahí viene

Levanto mi mirada para encontrar... a Dan- No, definitivamente no lo es- comento, desilusionada. Dan se acerca a mi y sonríe con descaro- Hola, tú- saludó apenas consciente

-Hey- devuelve el saludo- ¿Sin mi hermano por aquí?- pregunta mirando a todas partes.

-Para mi lastima- comento sin interés alguno en la conversación. Levanta su mano y la coloca sobre mi cabeza

-Deberías descansar, enana- comenta aún con su sonrisa. Comienza a alejarse antes de que pueda pensar en una respuesta lo bastante astuta para humillar su orgullo, aún así no se me ocurre nada.

-¿Que fue eso?- pregunta Sandra

-El hermano de Jack- contesto mientras reanudamos nuestro paso

-No sabía que tenía un gemelo- puedo notar su tono de insinuación- Me gusta

-No te conviene- comienzo- Parece ser de esos que buscan chicas por una sola noche- mientras esquivamos gente pienso en algo importante- Además, ¿Qué tal si por error los confundiéramos? No seria conveniente

-Tienes razón- contesta, desilusionada- No sabría como diferenciarlos, de todas formas- dice terminando su refresco- Son iguales por donde los mires

-Los ojos- contesto- Jack tiene ojos grises

-Eso es muy relativo- ríe- ¿Y si son la misma personas y solo se cambia las lentillas?- propone

-Y ahí van tus pensamientos conspiranoicos- coloco mis ojos en blanco- Ya los vi al mismo tiempo, así que no sería posible

-¿Que tal que sean ilusiones de tu cabeza?- sigue con seriedad

-Sandra- río

-Déjame fantasear- ambas reímos. Después de caminar unas cuadras puedo ver el carro de Jack dirigirse hacia donde estoy- Supongo que ese si es

-Supones bien- comento mientras me acerco a la ventanilla- Hola corazón- saludo con una sonrisa, puedo notar como se sonroja suavemente al escucharme. Saluda con un suave hola a Sandra y a mi- ¿Como estás?- pregunto con curiosidad

-Bien, aunque un poco cansado- contesta, una suave sonrisa se dibuja en su rostro- ¿Quieres ir a tomar algo?

-La verdad voy a casa- contesto, apenada- Estoy cansada y quiero dormir un rato- su sonrisa se opaca, eso hace que cualquier decisión en mi cabeza se vea contradicha. No quisiera que esa sonrisa se borrara. Aunque él hambre gana el 99.9 por ciento de las veces, hoy es ese 0.01 por ciento en el que el sueño me conquista.

-Esta bien- acepta- Escríbeme- pide. Yo asiento con la sonrisa en el rostro, le hago acercarse a la ventana del copiloto para darle un suave beso en la punta de la nariz. Su sonrisa vuelve. Me alejo cuando dispone a arrancar el auto, se despide con la mano y nosotras continuamos nuestra caminata

-¿Por qué no fuiste con él?- pregunta Sandra con desconcierto- Eso no se ve todos los días

-Estoy cansada- explico con calma

-Esa no es una excusa- bromea Sandra mientras abro la puerta del edificio- La comida es primero

Como Olvidar A Tu ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora