Como Olvidar A Tu Ex

Trigésimo primer paso; Océanos

No puedo creer que esté madrugando a las seis de la mañana por ir al parque del café con el hermano gemelo de mi novio. Dan, en resumidas cuentas. Para quien no está actualizado lo suficiente de la situación les diré que Jack está en el extranjero -no sé donde exactamente- y yo estoy con Dan, su hermano, en el parque mas concurrido del eje cafetero, haciendo una inmensa fila para comprar boletas. Lo curioso de la situación es que no me parece del todo incómodo.

Llámenme como quieran. Pienso, y eso solo una idea vaga sobre el tema, que es por que Jack y Dan son casi iguales, gemelos idénticos. Su diferencia más significativa es su actitud. Y eso me favorece en cierto aspecto.

Cuando por fin podemos entrar al parque, después de toda esa maldita fila, lo primero que preguntamos es ¿Ahora que? El parque es bastante extenso, así que no saber por donde empezar es común, incluso, en los que no son turistas. Son muchas cosas para un día.

-Sugiero- comenta Dan desdoblando el mapa que te entregan al entrar- Que vayamos a las atracciones y buscamos luego algo de comer

-Buena sugerencia- afirmo. Él sonríe, orgulloso. Hay cosas que solo las tiene Jack, como esos hermosos hoyuelos, pero debo admitir que Dan tiene una linda sonrisa y suma puntos a mi reseña de él. Pero también tengo que agregar que es mujeriego y coqueto, así que...

-No montaré en la montaña rusa- menciona Dan interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Por que?- pregunto, sonriendo

-Les tengo pánico- contesta. Lo miro a los ojos con el ceño medio fruncido. Él se queda mirándome también- Es enserio- afirma con una sonrisa

-Vale vale- bromeo. Le tomo del brazo y lo llevo a la montaña rusa más suave del parque, la verde. Él me mira con pánico en los ojos. Se inclina haciendo que me sea imposible arrastrarlo- Por fa!- pido con las manos juntas

-No- refuta. Pero no puede hacer mucho contra mi después de todo. La persuasión es uno de mis atributos