Capítulo 22

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La Casa Du Couteau era amplia y bella, de salones alfombrados y pasillos cuyas ventanas estaban cerradas por cortinas rojas. El lugar en donde las hermanas Du Couteau habían crecido, donde Katarina aprendió con los mejores asesinos de toda Noxus, entre ellos su padre.

El poder de Demacia caminaba por uno de los pasillos, buscando a la mujer de cabello rojo. La ama de llaves de la casa lo había dejado pasar sin problema, ya que no deseaba que la puerta fuera destruida por la espada, otra vez.

Se cruzó con un joven cuyo rostro era cubierto casi en su totalidad por la sombra que generaba la capucha azul de su traje. Llevaba un vaso de agua, las manos le temblaban.

—¿Qué haces aquí, Talon? —preguntó Garen.

—... yo vivo aquí. —repitió La sombra de la navaja. Siempre se olvidaban de que él era como un miembro más de la familia Du Couteau, que era adoptado. Ese término les causaba gracia a algunos campeones.

—Si buscas a mi hermana, ella ya se fue —continuó Talon, y bebió un sorbo de agua; trató de reprimir un estornudo inminente al llevarse una mano a la cara. De debajo de su capa sacó un pañuelo y lo usó.

—¿Resfriado? —preguntó el grandote de armadura y espada enorme.

—Es eso o soy alérgico a las plumas del águila de Quinn —dijo Talon, y en su voz se notaba el poco deseo que tenía de hablar con alguien. Sea lo que sea que tenía, lo estaba atrasando para ir a la sala de selección—. Ya es hora de irme, pero Cassiopeia está disponible si es que no volvió con Renekton...

—Yo amo a Katarina, no a Cassio. —dijo Garen, mientras que Talon se alejaba a paso rápido.

—Pero ella no te ama, Garen, por alguna razón ya no se ven en secreto. —esas fueron las últimas palabras de La sombra de la navaja, antes de desaparecer en las sombras, y dejar atrás a El poder de Demacia totalmente desilusionado.

Talon sabía perfectamente porqué, lo había visto con sus propios ojos. Sí, él la había visto con el Maestro Yi, entrando en unos arbustos en el día de la fiesta de bienvenida a la nueva campeona. No quiso espiarlos, ya que era obvio lo que estarían haciendo. Tampoco quiso decir nada, le dio una inmensa alegría que Katarina haya preferido a un jonio en vez de a un demaciano. Además, el Maestro Yi siempre le había caído bien, ya que lo ayudó mucho en la época en que estudiaban en la Academia y hacía caso a sus pedidos de auxilio en las batallas de la Grieta. A cambio, haría lo que fuese por La espada Wuju y La daga siniestra.

Y si eso fuese guardar el secreto que ni ellos sabían que poseía, lo haría sin dudarlo.


En los arbustos (Katarina x Maestro Yi) [League of Legends]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora