En los arbustos (Katarina x Maestro Yi) [League of Legends]

Capítulo 23

Mientras el Maestro Yi y Katarina caminaban hacia la sala de selección de campeones, se cruzaron con algunos campeones que ahora iban a la Academia de la Guerra como estudiantes: Shieda Kayn, Taliyah, Jinx, Ekko, Vladimir, Ahri, Zoe...

—¿Hicieron la tarea del ítem Corona de Bruja de Wooglet? —preguntó El joven que fragmentó el tiempo. Abrió su mochila, buscando su cuaderno de apuntes por si lo había olvidado.

— Oye, Kayn, ¿te divertiste en tu castigo con el Profesor Ryze ayer? —preguntó Jinx, estaba vestida con su traje de Guardiana estelar.

—¿Qué? —El segador sombrío sonó confundido, porque había estado mirando de reojo a El aspecto del Crepúsculo desde hacía un largo rato. Rhaast se reía en silencio, el deseo de humillar a su portador era enorme, y en cualquier momento lo haría.

Taliyah se subió a su tabla de roca, y se alejó, dejando detrás escombros que emergían del suelo.

—¡Apúrense, lentos! —exclamaba ella, entre risas. Estaba segura de que la primera que la perseguiría sería Jinx.

—¡Oye, Vlad, ¿te vino la regla otra vez?! —se burló Darius, que justo pasaba a paso rápido cerca de ellos. Eso provocó que los demás miraran a El segador carmesí, quien estaba vestido con su uniforme de la Academia, al igual que Ahri y Ekko. Darius no comprendía muy bien porqué él tenía un aspecto de la Academia como ellos, si hacía años ya se había graduado.

—¡No soy mujer! —exclamó Vladimir, pero a los pocos segundos se dio cuenta de la sangre que corría por sus piernas, y terminaba formando un charco a su alrededor.

—El charco dice otra cosa. —rio Shieda Kayn, y se metió en la pared antes de que Vladimir le hiciera daño.

—¡Esto hará furor en las redes! —exclamó Ahri, y tomó una fotografía con su celular. Sus nueve colas era de color anaranjado en vez de blanco, y su cabello rosa (si Wukong estuviera en la academia con ella, se volvería loco por su belleza)— "Segador menstruante" —dijo en voz alta, tecleando a la vez el título de lo que estaba por publicar.

Taliyah había vuelto, y junto a Jinx, le lanzaron toallitas higiénicas a Vladimir. Estas se tiñeron de rojo, y se hincharon. El segador carmesí ya no lo soportaba más, y trató de atacar a todos los que se encontraban a su alrededor con Hemoplaga, pero lo esquivaron.

—¡¿Qué rayos les pasa a ustedes?! —gritó Katarina, ya no deseaba seguir contemplando el mal comportamiento de esos chicos.

Los otros se alejaron, sin dejar de reírse, la campanilla ya había sonado. Zoe se sumergió en un portal, y apareció frente a Vladimir sólo para quitar la lengua como burla.

—¡Bebe tu propia sangre, idiota! —gritó La bala perdida, y empezó (otra vez) a reírse como loca.

—Ay, la juventud de hoy en día —dijo el Maestro Yi, Katarina continuaba a su lado, mirando a los jóvenes que entraban a un salón; La espada Wuju se acercó al chico ensangrentado, y le dio una pequeña caja de pañuelos de papel—. Ve a limpiarte rápido si no quieres llegar tarde a clase...

—O mejor cámbiate de ropa. —sugirió La daga siniestra, mirándolo con cierta lástima.

El segador carmesí asintió, avergonzado y sin mirarlo a los ojos, la humillación era demasiado, tal vez se saltearía las primeras clases del día o se escaparía para quedarse encerrado en su dormitorio. Sin decir nada, se encaminó al baño que estaba cerca del laboratorio del Profesor Heimerdinger.

—Ya no hay tanto compañerismo como antes. —comentó la directora Fiora, acercándose a ellos—¡Mírenlos! En vez de ayudar a su compañero se ríen y lo dejan sólo. ¡Estoy segura de que Ahri tomó fotografías!

—No puede estar con la ropa ensangrentada todo el día, Fiora —Katarina vio que Vladimir estaba de vuelta en los pasillos, pero continuaba ensuciando el suelo con la sangre que se deslizaba por sus extremidades inferiores. Este, al darse cuenta, volvió a entrar al sanitario. No tenía nada para detener la hemorragia que lo empezó a "visitar" cada mes. Era una especie de maldición que le fue puesta hace tiempo, por un brujo cuya hija había sido asesinada sin piedad alguna, durante su borrosa y casi olvidada adolescencia temprana. Este hechicero, lanzó un encantamiento que consistía en que tendría pérdida de sangre, como una mujer cada mes...  

—Voy a hablar con él y con sus compañeros ahora —la directora hizo una breve pausa, y antes de irse agregó—. Al menos, en la época de ustedes, se ayudaban si tenían problemas...