La mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...
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-¿Necesitas ayuda?
La voz de Thomas la hizo resaltar. Se giró con una sonrisa en sus labios y rodeó el cuerpo del hombre con fuerza.
-¡Tommy! -Chilló la chica en sus brazos.
-Ey, ¿por qué tan feliz? Tú... ¿Estás ebria?
-Uhm, no. Aún no -Susurró ella entre pequeñas risas. Se quedó callada y miró al peli negro a los ojos-. No, no. Definitivamente no.
Él entre cerró los ojos.
-¿Pasó algo?
-... Vivian vendrá con su hermano -Dijo ella con la voz baja.
-¿Qué? ¿En serio? -Preguntó él de inmediato-. Pero se supone que... Hoy le diríamos a Annie -Lo último lo susurró cerca de su oído.
-Lo sé -Dijo ella en medio de un suspiro-. Pero es que, Marianela estaba allí y sabes que ella ama fastidiarme y...
-De acuerdo, no te preocupes. Sólo... Aléjate de esto -Dijo él.
Thomas se alejó de ella y tomó la copa que estaba sobre la mesa americana, para poder tomarse él el contenido.
-¿Cuántas copas llevas? -Preguntó él sonriendo con diversión.
-Tres, tal vez... Cuatro -Respondió ella sonriendo de igual forma.
Él rió.
-Vaya, Morelli, estás más débil, antes tenías más aguante.
-Ya sabes, los precios de envejecer...
Él sonrió, observando por unos segundos los ojos azules de Bella.
-¿Qué haremos con Annie? -Preguntó él.
Isabella suspiró, para luego, hacer un puchero con sus labios.
-No lo sé -Dijo con sinceridad-. Debemos decirle pronto...
-¿Decir qué? -Preguntó Vivian llegando a la cocina-. Hola.
Con una falsa sonrisa en sus labios, se acercó a Thomas y lo abrazó, como si fueran amigos de toda la vida. Fue aún más extraño cuando se acercó a Isabella y de igual forma la abrazó con fuerza, impregnando a los olores a esas típicas fragancias dulces de la marca Victoria Secret.
Atrás de ella venían Christopher y Adam, charlando tranquilamente. El último saludó a Tom y Bella.
-¿Quieres que te ayude a cocinar? -Preguntó Vivian con una sonrisa en sus labios-. Ya sabes, así me aseguro de que no uses nada con leche...
-No te preocupes, Marianela tiene todo listo -Dijo Isabella.
