Annie estaba sentada frente a Andrea, una simpática compañera de trabajo de Isabella. Una psicóloga especializada en adolescentes.
La morena miró todo a su alrededor, intentando detectar aquel aroma a frutas que invadía sus fosas nasales. Era agradable.
Andrea tomó su libreta y lápiz, miró la hora en el reloj que adornaba su muñeca y sonrió.
-Antonella, ¿por qué estás aquí?
Annie dudó un poco ante su respuesta.
-Porque yo le pedí esto a mamá... -Fue la respuesta de la chica.
-¿Querías hacerlo? ¿Quieres estar acá? -La chica asintió con la cabeza-. ¿Hay algún problema en específico que quieras hablar conmigo?
-No sé qué me está pasando -Dijo la chica con sinceridad-. Es decir, me siento rara.
-¿Rara en qué sentido?
La chica nuevamente dudó en su respuesta.
-¿Por qué todos mis amigos tienen una familia común y corriente? ¿Por qué no puedo yo tener a mis padres juntos? Algo, ya sabe... Algo normal.
-¿Cómo te hace sentir eso? El no tener una familia... Normal.
-Triste y enojada -Respondió Annie-. ¿Es mi culpa?
-No lo es -Respondió Andrea de inmediato-. No es tu culpa.
-Entonces, no entiendo. Papá y mamá se separaron porque nací yo. Eso quiere decir que es mi culpa. Lo único que quiero es que ellos estén juntos. Eso lo único que pido.
Andrea suspiró y luego sonrió.
-Cariño, te diré esto porque te conozco desde que eras un bebé y te quiero muchísimo... Muchas veces, el amor no es aquel cuento que nos cuentan cuando somos niñas.
-Mamá nunca me contó esos cuentos -Dijo Annie.
-Pero apuesto a que siempre has pensando en la familia ideal, la pareja idea, donde todos viven felices por siempre. ¿No?
Annie asintió con la cabeza.
-Bien, hoy haremos algo diferente. Vamos a dejar los cuentos de hadas atrás y vas a cerrar tus ojitos -Annie lo hizo-. Quiero que pienses en el momento más feliz que has vivido con tu madre.
La chica sonrió por inercia.
-¿Puedes contármelo? -Preguntó Andrea sonriendo de igual forma.
-Un día, era el cumpleaños de mamá y... Junto a Tom le hicimos una broma. No la saludamos en todo el día, como si se nos hubiese olvidado, pero luego, por la tarde, le hicimos una fiesta sorpresa y ella se hizo en los pantalones.
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DESPUÉS DE 12 AÑOS
Teen FictionLa mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...