Thomas estaba preparando el desayuno, mientras que Isabella lo observaba, sentada en una de las banquetas de madera. Estaba mirando un punto fijo, con un gran dolor de cabeza, del cual no le tomó mucha atención, y es que su más cosas de las cuales preocuparse.
-¿Té o café? -Preguntó Tom sonriéndole, sacándola de sus pensamientos.
-Café, por favor. Muy cargado.
Él asintió y prosiguió con lo suyo.
El ruido de alguien bajando las escaleras la hicieron reaccionar por completo y antes de poder ponerse de pie, Annie ya se encontraba atravesando el umbral de la puerta.
-¡Oye, dormilona! -Dijo Bella fingiendo una gran sonrisa-. ¿Cómo dormiste, amor?
Annie se encogió de hombros.
-... Bien.
-¿Quieres desayuno? Alguien está haciendo panqueques -Su voz cantarina hicieron a Tom sonreír con tristeza.
Annie simplemente asintió con la cabeza.
-Genial.
Besó la frente de su hija cuando ella se sentó a su lado.
-¿Papá se fue? -Preguntó con la voz débil.
Las ojeras que adornaba el rostro de su hija la hicieron dar un gran suspiro y ante la pregunta de la menor, lo único que pudo hacer, fue asentir con la cabeza.
La noche anterior
Annie se había dormido entre sus propias lágrimas, por lo que, lo primero que Bella hizo, fue bajar las escaleras para saber qué estaba pasando. Vivian y Adam estaban charlando, como si nada hubiese pasado, ambos sentados en el sofá.
Vivian intentó decirle algo, pero simplemente la ignoró y fue directo a la habitación que Chris había estado ocupando las pasadas semanas. Cerró la puerta tras de ella, llamando la atención del hombre.
-Eres un hijo de puta -Dijo ella, no muy fuerte.
-¿Ah sí? ¿Qué otra cosa soy, según tú?
-Eres un estúpido, un imbécil, un gilipollas. Lo único que te pedí fueron tres meses. Tres malditos y meses y no has hecho nada más que discutir, juzgar y hacer estupideces, Christopher. ¿Qué fue todo eso de hace un rato? ¿Por qué crees que yo estaría diciendo cosas malas sobre Vivian? Ni siquiera la conozco...
-¿Y tú? Por favor, Isabella. Sé lo bastante madura para aceptar que las has cagado. Me tienes harto. Acepta que ya no somos adolescentes, acepta que lo nuestro se acabó, acepta que no estamos juntos.
Ella se quedó en silencio por varios segundos antes de responder.
-Sí. Lo he estado haciendo, créeme que lo he intentado. Perdón porque me haya costado, pero no para todos es tan fácil olvidarse de la persona que amabas. Perdóname, Christopher. Pero te juro que estoy intentando olvidarme de toda tu mierda. No así tú. Te crees la gran cosa, anunciando que te casarás, cuando en realidad sé que no me has olvidado por completo. Lo sé.
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DESPUÉS DE 12 AÑOS
Teen FictionLa mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...