La mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...
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Bella cerró la puerta principal de su casa y hecha una bola de furia y enojo, caminó a pasos largos y firmes hacia la sala. Allí estaba su hermana, mirando televisión.
-Hey, ¿cómo te fue?
-¿Dónde está Christopher? -Respondió ella con una pregunta, evitando a Mary.
-... En su habitación.
Ella siguió su camino, ésta vez, hacia la habitación que él había ocupado durante su estadía, semanas atrás. Abrió la puerta y lo vio, él estaba sentado en la cama, mirando la pared en blanco. Su cabello estaba mojado, cayendo un par de gotitas de agua en sus hombros. Estaba recién bañado y ella pudo deducir que tal vez, el agua lo había ayudado a volver en sí, a pasar un poco la borrachera.
-¿Qué es lo que pasa contigo, Christopher? -Preguntó ella, con la voz calmada.
-Llegaste... -Susurró él.
-¿Por qué siempre estás por aquí cuando algo malo me pasa? Lo único que quería era cambiar la página. Olvidarte. Pero no, porque tú estás ahí, arruinando todo. Siempre.
Él no respondió y eso enfureció mucho más a Bella.
Ella entró a la habitación, cerrando la puerta con calma, intentando respirar hondo y aclarar su mente.
-Haz sido tan egoísta conmigo. Todo éste tiempo. Desde que te fuiste a la universidad. Desde que acogiste tu papel de padre, olvidándote de mí. Eres egoísta y... ¡Agh! Detesto decirte todo esto, lo que siempre quise decirte justo ahora, cuando estás así de borracho y... fuera de foco. Ojalá recordaras todo esto, para siempre, para que sepas lo que pienso de ti.
-Voy a recordarlo... Ya estoy mejor... Perdón por todo lo anterior... -Dijo él en voz baja.
-Entonces, si ya eres tú, si dices estar un poco mejor, siendo un hombre de verdad. Sé valiente de una vez por todas, Christopher y dime, por favor, ¿qué fue lo que pasó con nosotros?
Él no dijo nada por varios segundos. Isabella se encontraba parado frente a Chris con sus brazos cruzados delante de su pecho.
-Yo no quise dejarte -Dijo él finalmente, en voz baja.
-¿Ah no? ¿En serio? No me mientas más, Christopher. Mírame a los ojos y dime... ¿Alguna vez me amaste? Porque a veces creo que todo siempre fue una mentira, desde el primer momento. ¿Por qué te olvidaste tan rápido de mí?
Él rió, como si le hubiesen contado un buen chiste.
-Isabella, yo sí te amé y... Y Dios, por supuesto que nunca podré sacarte del todo de mi cabeza. Fuiste mi primer verdadero amor... El único -Lo último lo susurró. Aun así, ella escuchó.
Isabella suspiró, cerrando sus ojos. Los volvió a abrir y se quedó callada por varios segundos.
