veinte

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Vivian se encontraba bebiendo su habitual té verde, mientras revisaba su celular, más concentrada en las redes sociales que en la persona sentada frente a ella. Chris suspiró como por cuarta vez; su cabeza había estado llena de ideas, pensamientos, dudas, recuerdos, los cuales, no lo habían dejado descansar.

Estaba tan cansado. Cansado de su vida, de la rutina, de su compromiso, de él mismo. Lo único que lo mantenía de pie en aquel momento, era su hija. 

-Vivian -Dijo él en un tono de voz fuerte y claro.

-¿Mh? -Murmuró ella, sin observarlo. De pronto, dio una risita, un mensaje de su mejor amiga le había causado gracia. Lo respondió con rapidez, ignorando a Christopher.

-... Vivian -Dijo él una vez más, segundos después.

-Amor, estoy ocupada, ¿qué quieres? -Dijo ella rodando os ojos.

-Es importante -Dijo él.

Ella suspiró con dramatismo y bloqueó su teléfono, para ponerle atención a su prometido.

Christopher realmente odiaba esas actitudes de Vivian.

-De acuerdo, ¿qué es tan importante? Juro que si me dirás de alguien que murió en tu consulta hoy, voy a estar muy enojada. No debo repetirlo más, tú trabajo no es importante para mí, bebé...

-No es sobre el trabajo -Aseguró Chris-. Es sobre... Sobre nosotros.

-¿Qué pa... qué pasa?

Ella de inmediato se intrigó. Ver a Christopher así de serio sobre algo, le causó de inmediato curiosidad.

-¿Eres feliz conmigo?

La pregunta caló en lo más hondo de su ser. Las palmas de las manos de la rubia de inmediato comenzaron a traspirar. Sonrió, intentando ocultarlo.

-Por supuesto que sí, Chris. Te amo y lo s-sabes.

Chris miró los ojos de Vivian por algunos segundos, para luego, bajar la mirada hasta el suelo, pensando en las palabras de la mujer. No eran tan seguras como ambos quisieran.

-¿Tú eres feliz? -Preguntó Vivian con un tono diferente al de siempre. No era tan chillón, mucho menos cantarín. Era serio y hasta temeroso-. Tú... ¿Me amas?

Aumentando la incertidumbre de Vivian, él no respondió. Se puso de pie y caminó hasta la cocina, para dejar su tasa de café en el lavavajillas. Ya se hacía tarde y tenía sueño, quería ir a la cama.

Vivian, por otro lado, mordió la uña de su dedo pulgar derecho y observó cada movimiento de Christopher.

-Bebé -Dijo ella aumentando el volumen de su voz, cuando noto que él iba a la habitación que ambos compartían.

Chris la miró.

-¿Sí?

-¿Te parece si hacemos algo divertido hoy?

DESPUÉS DE 12 AÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora