veintiséis

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Vivian se encontraba tronando sus dedos, mirando sus pies con nerviosismo. Julia le estaba hablando a Christopher, quien, la verdad, poco le estaba prestando atención. Esa mujer era la única que podía causar aquel efecto en la rubia; le daba terror cada vez que la veía a la cara, como si en cualquier momento, sacaría una varita mágica para matarla.

-He hablado con unos amigos y... Me dejarán ver la grabación de aquel día. Tenemos que encontrar al hijo de puta que te chocó, hijo.

-Claro... -Habló él sin mucha importancia.

Vivian levantó su cabeza, mordiendo su labio inferior con fuerza. Desde que le había comentado a Adam sobre aquellas malditas cámaras de seguridad, él no le había contestado el teléfono celular, sonaba como si éste estuviera apagado. El hombre no era estúpido y Vivian lo sabía. Probablemente ya ni se encontrara en California.

-¿Me estás prestando atención, Christopher, maldita sea?

Christopher miró a su madre.

-La verdad es que no -Respondió él sinceramente.

Julia dio un gran respiro.

-Todo termina en una discusión contigo, estoy harta. Iré a casa. Vivian, ¿me acompañas afuera? Quiero preguntarte algo, cariño.

-Claro.

Vivian, con rapidez se puso de pie y caminó hacia la salida de la habitación, siguiendo a su suegra, sin siquiera despedirse de quien sería su futuro esposo.

-¿Dónde están tus padres, linda? -Preguntó Julia deteniéndose al final del pasillo.

-No están... Ellos, están de viaje.

-¿A pocas semanas de tu casamiento?

-Mañana es Navidad, Julia. Ellos visitan a la abuela en Navidad... Yo debería estar allá con ellos...

Julia rodó los ojos. Los asuntos familiares eran algo que ella detestaba, mucho más a los ancianos. Qué pérdida de tiempo, ocuparse de gente pronta a morir.

-¿No crees que la gente comenzará a comentar cosas? Los suegros de Christopher se los ha tragado la tierra, deberían estar apoyándolo, ¿no? Ni siquiera tu hermano está acá...

Vivian mordió su labio inferior.

-... L-le diré a Adam que venga mañana por la mañana.

Julia simplemente asintió con la cabeza, para luego, caminar hacia los ascensores. Vivian, por otro lado, fue nuevamente hacia la habitación de Christopher. Él se encontraba escribiendo algo en su celular.

-Iré a casa -Le informó a Chris-. Quiero tomar un baño.

-Vivian -Dijo él-. Yo, uhm, quería hablar contigo sobre... Sobre algo importante.

DESPUÉS DE 12 AÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora