Isabella comenzó a caminar por aquel aeropuerto, el mismo que dejó partir cinco meses atrás. Miraba para todos lados, en busca de su familia, sin resultados positivos.
-Dijeron que estarían acá... -Dijo ella en voz baja, mirando para todos lados.
Habían muchísimas personas a su alrededor. Podía ver a muchos levantando sus carteles con nombres específicos, por lo cual comenzó a fijarse en ellos, en los nombres de aquellos letreros escritos con lápices color negros en su mayoría.
-¡Mamá! -Escuchó la voz de quien podía jurar era Annie.
Miró hacia atrás, buscando con su mirada a su hija.
-¡Allí! ¡Dice Bella! -Chilló Mary de repente, apuntando algo.
Detrás de todos los carteles, se podía ver uno, escrito de colores y decorado con flores dibujadas, había un cartel con su nombre y a su lado, uno que decía claramente "Tom y Mary", adornado de la misma forma. Bella tomó con fuerza su maleta y corrió hacia esa dirección, encontrándose con Annie a medio camino. Se abrazaron con fuerza, como si fueran dos imanes atrayéndose entre sí. Bella la tomó con fuerza levantándola del suelo, notando de inmediato que Annie estaba más alta. Es como si hubiese dejado a una bebé y ahora se encontrara con una adolescente. El tiempo no fue mucho, pero se sintió como una eternidad para ambas, quienes más que madre e hija, eran como dos mejores amigas.
El pecho de Isabella se oprimió cuando escuchó a su hija llorar entre sus brazos, sollozos se que opacaban con el ruido de todo el mundo en aquel lugar. Isabella cerró los ojos e intentó no llorar, en su lugar, comenzó a inhalar el aroma de su hija, el cual tanto había extrañado, sentir su presencia, su voz, sus abrazos, simplemente todo de ella.
-¡Te extrañé! -Chilló la morena entre los brazos de Bella.
Isabella dejó que los pies de su hija tocaran el suelo, sus piernas flaquearon, cayendo de rodillas, sin dejar de abrazar a Annie, incapaz de poder decir algo. Estuvieron así, en la misma posición varios minutos, ambas arrodilladas en el piso, sin dejar de abrazarse y decírse cuanto se amaban y extrañaban.
Mary y Tom ya habían saludado a todas las personas que habían ido en busca de ellos; Christopher,su amigo, Dave y también su padre, César. Además de los padres de las hermanas Morelli, quienes poco sabían del porqué del viaje a Nicaragua.
Isabella separó su cuerpo del de Annie y tomó el rostro de su hija con ambas manos, limpiando las lágrimas que adornaban sus mejillas.
-Estás muy grande... -Susurró ella, sintiendo su garganta apretada.
Annie sonrió, asintiendo con la cabeza. Bella besó la frente de Annie.
-Tu cabello está muy largo y... Dios, estás bellísima.
-Siempre he sido bellísima.
Isabella rio divertida. Sorbió su nariz, dejando caer las últimas lágrimas, las cuales, limpió de inmediato.
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DESPUÉS DE 12 AÑOS
Teen FictionLa mayor parte del tiempo, el amor no es perfecto, no es color rosa, no provoca mariposas en el estómago, no dura por siempre. ¿Cómo te enteras de todas estas cosas? Cuando alguien te decepciona, cuando ves tu cuento de hadas derrumbarse justo frent...