Rodeada De Gemelos (Fred Weasley)

Familia Tonks

Sophie se refugió en la casa de los Tonks y entabló una bonita relación con Ted, Andromeda y su hija, Nymphadora, o solamente Tonks.
Muy pocas personas sabían del paradero de ella, casi nadie.
Esto tenia muy preocupado a Fred, desde que había despertado el día en que la casa de los Fortescue había sido destruida, no había visto a Sophie por ningún lugar.

Dos semanas después del ataque, lo peor que Sophie pudo haber imaginado sucedió.
Su padre había sido asesinado.
Ningún dolor en el mundo se podía comparar con ese.

Ted le había dado la triste noticia una tarde. Tan pronto como lo supo decidió que volvería a su casa para decirle a Sophie, por mucho que le costase, le parecía injusto que ella se enterara al día siguiente a través de El Profeta.

Lo primero que la invadió fue ira. No podía pensar en otra cosa, que no fuera en venganza. Quería encontrar al culpable y matarlo ella misma. Pero esa idea le pareció cero efectiva cuando recordó que Voldemort era el culpable de todo, si bien posiblemente no haya sido el quién lo mató, es él quien da las órdenes, y el saber que él es imposible de matar la trajo de nuevo a la realidad.

Y luego tristeza se encargo de ocupar el lugar de ira, pero no se fue en un buen rato, en unos cuantos meses.
Apenas quería hablar con nadie, prefería estar sola, y no paraba de pensar en su padre. En todo lo que el habría estado haciendo esa ultima semana que ella no estuvo allí, en como habría sido el ataque y todo lo que le habrán hecho después, hasta matarlo.
Deseaba con todas sus fuerzas al menos hablar una vez más con él o tan solo escucharlo o verlo sonreir para ella. Le rompió el corazon no poder haber ido a su entierro.
Sophie ya no tenía padres, estaba sola. Odiaba a todos y acada uno que tuviera que ver con Voldemort, se odiaba a ella por tomar decisiones tan mierda de dejar solo a su padre, odiaba hasta a su madre por meter las narices en donde no debió nunca hacerlo, lo que costó su vida y la vida de su esposo.
Sophie sabía que su padre estaría muy disgustado con esto último, se enojaria de verdad, pues su madre había ayudado a rastrear a mortífagos y capturarlos, lo que hizo que haya justicia y esas cosas. Pero Sophie, durante su tiempo de duelo, pensaba que eso lo podría haber hecho cualquier otra persona.

Para las fiestas, Sophie se había ido recuperando un poco. Se dio cuenta que era un poco descortés no ayudar en la casa o al menos saludar, asi que en diciembre, aprovechando la época de fiestas, intentó estar un poco más presente, por así decirlo. Los Tonks, eran muy amables y comprensivos.
Por supuesto que las fiestas no iban a ser iguales de ahora en más. No iría a la cena en el Caldero Chorreante, que Sophie dudaba que se celebrará debido a que no solo su heladeria fue atacada, sino también la tienda de varitas de Ollivanders y él también estaba desaparecido. Tampoco estaría con su padre ni podría ver a sus amigos. Se suponía que iba a ser una cena bastante íntima, la de Navidad y Año Nuevo.

La primera mitad del año no fue mucho myas que eso.

Seguía habiendo desapariciones y muertes a manos de mortífagos, seguía extrañando a su padre y su hogar. Las pocas veces que había ido al Callejon Diagon, disfrazada por supuesto, habia pasado por en frente de la heladería, todo estaba más o menos igual que cuando fue atacada. Lo mismo que con el negocio de Ollivanders. Sophie no veía la hora de que todo esto termine y poder volver ahí y reconstruirla y continuar con el negocio de la heladería.

Por otra lado, también habia dejado de culpar a su madre por todo lo que había pasado, pues todos creyeron que Voldemort había muerto en ese entonces. Sophie también lo había creído y en esos tiempos creía que su madre habia sido genial.

Llegado Julio, en la casa de los Tonks habia llegado la noticia de que Harry Potter, el único que las personas creían que podía derrotar a Voldemort, había sido llevado a La Madriguera, para protegerlo. Pues, últimamente, el asunto se estaba poniendo muy grave.