Rodeada De Gemelos (Fred Weasley)

Como debe ser

La cena de Fin de Año en el Caldero Chorreante había reunido a los dueños de los locales del Callejon Diagon, todos en una misma noche.

Era la primera después del regreso de Voldemort, y el lugar estaba repleto gente, comida y risas.

Era extraño , y trsite a la vez, la sensacion que sentía Sophie al no estar con su padre, como siempre. Aún así todos eran muy amables. Compartía un rato conversando con cada familia allí.

La señora Malkin, la cual últimamente le habia comenzado a tener mucho cariño, tenía un nieto de la misma edad de Sophie, que actualmente trabajaba en Islandia, en el cargo de curador de criaturas magicas doméstica. Sophie se había olvidado de su existencia hasta que lo volvió a ver aquella noche y la señora Malkin los presentó nuevamente. Sophie no iba a negar que el chico era guapo y muy divertido.

Luego de la cena, llegaron sus amigos, los gemelos y las gemelas. Sin embargo, no le resultó raro que los gemelos Weasley no aparecieran, pues sabía que los vecinos estuvieron cuidando sus palabras con respecto a la cena, ya que no querían "demasiada" diversión.

La estaban pasando genial, y no paraban de reirse con las historia que Joseph, el nieto de Malkin contaba sobre sus pacientes.

Poco antes de la medianoche, comenzaron los cuchicheos cuando vieron llegar a Fred y George Weasley, sonrientes y con su mirada traviesa. Consiguieron un par de bebidas y se unieron a la fiesta.

-Pensé que no iban a venir...- le susurró Sophie a Will.

-Yo los invité.

-¿Qué?

-Eso mismo... Son graciosos. Animarán la fiesta.

-¿Desde cuándo te caen tan bien?

-Desde que sé que uno de ellos será  mi cuñado.

-¿DAN ES GAY?

Ambos se rieron.

-Tengo que hacer las pases, si quiero ser padrino de tus hijos.

Sophie lo miro extrañada.

-Tienes más ganas tú que yo de que estemos juntos. Como es posible. Ojalá Fred hiciera las pases contigo.

-Ya las hicimos... Él se disculpó conmigo.

-¿En serio?

-En serio. Ahora escuchame... Él merece que lo perdones porque él verdaderamente esta enamorado de ti. No cabe duda. Se disculpó conmigo para que tu vieras que él ya no me detesta. En otras palabras, el rey de la bromas renuncia a su titulo con tal de poder estar junto a su amada.

-Eres un cursi.

-Pero tengo razon.

Sophie sabía que Will tenia razon. Fue muy bonito de Fred hacer eso.

-Ya concocieron a mi nieto.- les dijo la señora Malkin a los gemelos Weasley- Por fin vino a visitarme. Miren que linda pareja que harían con Sophie, ¿no creen?

Malkin sabía todo lo ocurrido entre Sophie y Fred. Era de esas señoras que querían oir la historia completa, pero además consideraba a Sophie como una nieta. Asi que vio la oportunidad de hacer que ese flacucho, que en realidad no sabía queé veia Sophie en él, pudiera remediar su error. Que mejor que Joseph.

Los gemelos se unieron al grupo de amigos y comenzaron una conversacion. Ahora era Joseph quien no paraba de reirse. El antiguo grupo AW, se sabian de memoria estas historia pues habian sido testigos de todas las travesuras.

Las cosas entre Fred y Sophie parecían no haber ocurrido y parecía que ya habían vuelto a ser amigos.

Pero, ahora Fred necesitaba dar un paso más. Necesitaba escuchar que ella lo perdonaba, entonces el podría decirle todo lo que desde un principio debió haberle dicho

Sophie ya quería volver a su casa, ya era tarde y en el bar quedaban los jovenes y los que estaban algo ebrios.
Asi que se despidió de todos y dejó que Fred la acompañara en su corto trayecto hasta la heladería.

-¿La pasaste bien en tu primera cena?- preguntó Sophie primero.

- Ni hablar. Tendríamos que organizar otra a mitad de año. ¿Tu?

-Bueno, fue diferente, pero la verdad es que sí. Fue muy divertida.

-Genial. Pues voy a aprovechar esta hermosa noche, y este nuevo año, para mirarte a los ojos y decirte desde los más profundo de mi corazón, que lo siento, y que quiero que volvamos a ser como antes.

-¿Como antes? ¿Cómo éramos antes?

-Sabes... amigos, confianza, "tu no sabes que me gustas". Al que yo te gustaba, y yo era un tonto cobarde.

Había llegado a la heladeria y se detuvieron antes que ella entrara.

-Creo que ya es imposible...

Fred hizo un gesto de dolor en el corazón.

-No digas asi. Haré lo que sea para que me perdones ¡Perdon, Sophie!- Fred gritó y Sophie tuvo que taparle la boca para evitar que despertara a sus vecinos.- Te juro que haré lo que sea.- dijo aún con mano de ella en su boca.

-¿Lo que sea?

-Aceptare sin quejas la abofetada que me debes desde hace años. Solo, por favor, no dejes marcas eternas.

-Solo una abofetada.

-Puedo considerar dos. Creo que es justo. Y perdóname ya de una vez, y puedo seguir con mi plan.

-¿Plan?¿Qué vas a hacer después?

-Iba a decirte que me gustas y si quieres salir.

-¿Todo junto?

-Ey, pasé cinco años intentándolo y estoy a punto de perderlo todo. ¿Podrias ya darme lo que me merezco?

-Okey.

Fred cerró los ojos y estaba totalmente dispuesto a dejar que eso pasara. ¿Qué tanto podría doler? No tenía idea, pero si sabía que Sophie probablemente guardaba furia en su interior hacia él.
Por eso, apenas sintió el más minimo roce se hizo hacia atrás. Pero no fue doloroso ni mucho menos en la mejilla.
Fue en los labios, y ni siquiera era una mano. Fueron los labios de Sophie.
Tan pronto como se había separado, asustado por el repentino roce, los volvió a juntar. Esta vez no se separó y apreció cada milesima de la suavidad de esos labios.

-Si estas son tus abofetadas, quiero mil.

Gracias a dios estaba oscuro, por que Sophie no puedo evitar sonrojarse.

-¿Entonces significa que me perdonas?

-Que te perdono, que también me gustas, y que acepto salir contigo.

-Pues espereba respuestas separadas...

-Dijiste que querías todo junto.

Él la volvió a besar tiernamente. Ambos estaban plenamente felices, todo era perfecto, como debió haber sido.