«No estoy cayendo
Ya he tocado el suelo
Vivo en la oscuridad
Porque nadie quiere
Ser mi luz»
Se prohibe cualquier copia o adaptación del libro. Es completamente de mi propiedad. Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1908251767712
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El abdomen de Kyler tenía toda mi atención.
Subía y bajaba de manera irregular. En la pantalla superior podía ver sus seis cuadritos bien definidos. La línea de la ropa interior ayudando a sujetar la tela al resto de su cintura para que todos pudiésemos percibir lo generosa que es a veces la naturaleza.
Kyler y Aiden sujetaban la "M" gigante mientras que Marshall hacía poses y abrazaba a sus amigos. Evan era quien hablaba.
-Con nuestras canciones nos hemos desnudado ante vosotros de manera metafórica y ahora lo hacemos de manera literal -Las fans que estaban delante intentaban alcanzar la ropa de los chicos. Estaban demasiado locos-. Hay ocho canciones en ese disco, dieciséis en total escritas de nuestra cosecha. Y cosas sencillas fue tal vez la más difícil de escribir. Que nuestra pequeña tenga ahora este premio nos hace sentir valorados y nos da ganas de seguir trabajando.
Aiden soltó el premio y fue hacia el micrófono. El pobre intentaba taparse. Aunque todos estuviesen aplaudiendo, el tenía miedo de mostrar su físico ante tantas personas. Aunque había muchas que lo estábamos disfrutando.
-Queremos dedicarle este premio a las personas que son capaces de ver las cosas buenas a pesar de estar rodeadas de cosas malas. A las personas que sonríen aunque todo se derrumba. Esa sonrisa que tanto hablamos que nos gusta. Es la vuestra. Toda vuestra. Cada vez que lucháis y obtenéis un éxito, esa sonrisa no es sencilla, pero la dibujáis. Lucháis contra todo por lo que pensáis y sentís. Vosotros sois todo lo bueno que le ha pasado a este mundo. Y pido disculpas en nombre de todos los que os hirieron. No sabían que tenían a la persona más maravillosa del mundo.
Kyler agarró el micrófono y le pasó el premio a Aiden.
-Gracias por tanto, luchadores. Vosotros sois los verdaderos merecedores de este premio y muchos más.
Todos comenzaron a aplaudir y a ponerse en pie. Mientras los chicos se agachaban a agarrar su ropa, Marshall pegó la "M" a su pecho y fue hacia el micrófono.
-¡Que nadie nunca os robe la capacidad de sonreír!
Y ahora sí, los chicos bajaron del escenario entre gritos y aplausos. Miré a Fleur y ella asintió.
Íbamos a hablar con nuestros chicos.
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