Suicide Club

Ⅱ

<<En este comunicado me gustaría hablar sobre lo sucedido la pasada noche del 23 de junio. Día en el que se realizó el último concierto de la gira por América.

Los medios no os informaron mal, tuve un ataque de ansiedad debido a la presión a la que nos hemos sido sometidos durante toda la gira. Hemos viajado por toda América en menos de dos meses, realizando un concierto en cada estado, meet & great, entrevistas... Nos hemos divertido muchísimo pero pocos recuerdan que existen más trabajos que el de sentarse en una oficina.

Por suerte, obtuve la ayuda de la gran profesora y psicóloga Skyler Thompson para salir de ese mal momento. Por ahora no tenemos fecha para el próximo meet & great en el que podrán venir las personas del último de manera gratuita mostrando la pulsera anterior y más personas comprando entradas que aun no están disponibles en nuestra página web.

Lo siento mucho por las personas que no pude abrazar o hacerme una foto con ellas. Tenía muchas ganas de conoceros a todos.

Un cordial saludo, Kyler Riddle>>

Así que esto era la causa de esa gran cantidad de mensajes que estaba abarcando. Muchas personas me habían comenzado a seguir tanto en twitter como en instagram y varias me hablaban preguntándome por cosas sobre Kyler.

Incluso hoy, lunes, seguía recibiendo mensajes. Pero, por supuesto, sin ninguna señal de Kyler. Aunque sí que era verdad que los demás miembros me habían dado las gracias públicamente en sus cuentas de twitter.

Me puse los tacones de Alice negros y salí al pasillo. Caminé hacia el salón, dónde se encontraba Alice jugando con Scarlett. Cuando esta me vio, silbó.

-Madre mía, Sky. Quien fuera Scott para quitarte esa blusa. -Puse los ojos en blanco y ella rió.

-Solo vamos a comer.

-A comeros la boca. ¡Llevas todo el curso hablando de él y al fin le pediste una cita! -Bufé.

-Esperaba que él me la pidiese antes.

-Nunca esperes nada de un hombre, querida. -Reí. Me acerqué para ver a Scarlett. Mi pequeña sobrina comenzó a hacer ruiditos. La alcé y la pegué a mi pecho.

-No escuches nada de lo que tu madre te diga, cariño -Le dije mientras le acariciaba el sedoso pelo de bebé. Ah, amaba como olía esta niña-. Ella es famosa por no tomar buenas decisiones. Tú eres la única buena.

-Agh, cállate.

-¿Cuándo vas a trabajar al restaurante? -Alice suspiró.

-Se suponía que debería estar enseñando química en un instituto y me toca servir mesas.

-Respóndeme. -Le ordené.

-Llevo a Scarlett al bufete, se queda media hora con Mackenzie ahí y después ella la trae a casa. -Asentí.