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Un alumno más, y podía comenzar mi fin de semana

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Un alumno más, y podía comenzar mi fin de semana. Solo uno.

-Trevor, tus notas deben mejorar considerablemente en mi asignatura. Tienes una F en mi último examen de recuperación. No quiero suspenderte, de verdad. Así que me vas a hacer un trabajo de doce páginas sobre la evolución de los psicólogos desde el siglo XII. ¿Lo harás o te tendré que suspender? Lo quiero para el 24 de Julio.

Trevor miró rápidamente a la derecha y después asintió. Mala señal, estaba mintiendo como un bellaco.

-Trevor, podrías repetir y no pasar al siguiente curso. ¿Quieres eso? ¿Repetir? ¿Me vas a obligar a separar a los hermanos Boston? -Estas palabras parecieron tener efecto en mi estudiante. Era algo sub-realista pensar que le importaba más estar separado de su hermano que tener problemas con los estudios.

-Sí, señorita Thompson. Lo haré. -Trevor se levantó nervioso y se dirigió a la puerta de mi despacho. Sin embargo, lo detuve.

-Trevor, ¿va todo bien en casa? -Trevor se giró para verme con un pequeño tic en el ojo. Como si estuviese muriéndose de los nervios por algo. Su pie derecho no paraba de golpear el suelo con nerviosismo.

Me incliné sobre la mesa y apoyé mis codos en esta. Podía ser la profesora más joven, pero no la más idiota. Sí, tenía 25 años y llevaba dos años aquí. Sí, me había graduado haciendo dos años juntos y la mejor de mi clase. Y sí, joder, soy más inteligente que el cerdo de Geografía. Un día le iba a meter las gafas por el culo.

-Sí, ya sabe, lo típico. -Asentí.

-¿Vais bien con lo de tu padre? -De lo que una se entera hablando con la de biología.

Trevor miró hacia ambos lados, como si alguien lo estuviese observando y apuntando con una pistola si decía algo mal.

-Sí, todo bien. Estamos muy felices de que haya salido de la cárcel -Miró de nuevo a ambos lados. Se notaba muy agitado-. Lo-lo siento. Tengo que irme. Lewis me espera.

-Que tengas un buen verano, Trevor.

-Gracias. -Y sin más, abrió la puerta agitado y salió de mi despacho.

Me recosté hacia atrás en mi sillón. Esta había sido mi última reunión con alumnos suspensos. Ahora me tocaba dos geniales semanas de vacaciones hasta que me tocase volver al trabajo. Corregir trabajos de recuperación, preparar clases, tal vez organizar alguna excusión...

¡No habían ni empezado mis vacaciones y ya estaba centrada en comenzar a trabajar!

Pero para resolver esto tenía a dos idiotas infalibles:

Mackenzie y Alice.

Marqué para llamar a la primera, pues Alice estaba dejando a Scarlett con su hermana en Ithaca y volvía esta noche.

Suicide ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora