«No estoy cayendo
Ya he tocado el suelo
Vivo en la oscuridad
Porque nadie quiere
Ser mi luz»
Se prohibe cualquier copia o adaptación del libro. Es completamente de mi propiedad. Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1908251767712
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Asentí tras la explicación de Kyler, quién parecía muy preocupado.
-Es casi un mes... -Murmuró y yo asentí.
-Estarías llenando estadios, haciendo lo que te gusta con tus amigos, haciendo feliz a tus fans, dos meet & great... Kyler, es tu sueño. No puedo pedirte que lo dejes por mí. No sería justo.
Kyler negó repetidas veces. Tiró de mí para que me sentase en su regazo, algo que hice sin dudarlo. Ahora, teniéndolo tan cerca me iba a ser más difícil decirle que se fuese.
-Pero yo quiero estar contigo. Quiero verte corrigiendo mientras hablo con Alice o respondo mensajes en tu casa. Quiero oler a café cuando me despierto. Quiero verte detrás de la cámara cuando me saques fotos con fans, que bailemos mientras te canto al oído y escucharte hablar por horas. No estar encerrado en un avión y un hotel, sintiendo la presión y sin poder abrazarte para quitar mis nervios.
-Y yo... -Apoyé mi frente contra la de él-. Pero cuando quieres a una persona debes ayudarle a volar, no cortarle las alas –Cerré los ojos-. Y yo te quiero, Kyler Riddle.
Kyler automáticamente capturó mis labios y me dio un beso voraz. Era de esos besos que son capaces de dejarte sin aliento. Quería muchos besos así. A todas horas. Era demasiado genial tener a Kyler besándome con profundidad. Era todo lo que necesitaba, sin más.
Capturé su labio inferior entre mis dientes para rasparlo un poco mientras se alejaba. Su sabor a las albóndigas que habíamos tomado para cenar se instaló en mi boca. Al final me derretiría.
-Yo también te quiero, cielo. –Susurró Kyler, como si fuese un secreto. Reí y le di un corto beso.
-Termino las clases el diez. Seguro que podemos intenta ajustarnos para poder vernos en ese tiempo. Además, aun falta un mes para que te vayas. Se nos ocurrirá algo.
Kyler rozó su nariz con la mía.
-¿Y qué haremos en navidades? –Quiso saber. Me encogí de hombros.
-Supongo que poner el árbol e intercambiar regalos.
Kyler comenzó a reír y me dio un empujón en el hombro. Le besé la mejilla y me recosté en su hombro.
Claro que lo extrañaría, pero si él era feliz en el escenario, entonces yo también lo era.
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