Suicide Club

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¿De verdad esa chica me había reconocido?

Dejé un beso en su mejilla y ella me miró emocionada. Ryan, el guardaespaldas que me llevaría a la camioneta que me llevaría directa al hotel de los chicos, me miraba un poco impaciente. La verdad es que íbamos con el tiempo justos si queríamos llegar a la entrevista que habría a las seis. Aunque eran las tres y yo había comido la comida del avión. Tal vez los vuelos de primera clase éramos la excepción de la buena comida. Amaba a Fleur por insistir en pagarme el billete.

-¿Puedes darle a Kyler mi twitter y que me siga? –Me preguntó la chica de piel oscura mientras apagaba su teléfono móvil tras revisar las fotos conmigo.

-Claro, pásame tu usuario.

Ella me lo pasó encantada y yo la seguí y apunté el nombre en las notas de mi móvil.

-Skyler, debemos marcharnos ya, aun nos quedan veinte minutos hasta el hotel.

Asentí apenada ante las palabras de Ryan y me fui tras él tras despedirme de la chica. Los chicos debían haber llegado ya, o eso esperaba. Fleur les diría que firmasen a las fans que había fuera para que yo pudiese colarme y que Kyler no se lo esperaba. Sabía que normalmente hacíamos todo en privado y era él o los chicos quienes publicaban cosas de nosotros juntos.

Subimos a una camioneta negra con rapidez y nos dirigimos corriendo hacia el hotel. ¿Habría mucha gente? Qué pregunta tan estúpida. Aunque para mí fuesen el idiota que siempre tiene el móvil en la mano de Marshall, el calmado pero cabronazo Aiden, el divertido y descarado Evan y mi sexy y perfecto novio, no quería decir que no fuesen alguien más para otras personas. Y estos chicos son los que se posicionaron en el top diez con su primer álbum, los que llenaron el aeropuerto de Inglaterra en su primera gira, la primera banda masculina en ganar dos grammy's, la banda con más tiempo en el número uno en Billboard, la banda masculina más escuchada de Spotify y ITunes, los que llenaron Madison Square Garden y consiguieron abarcar dos manzanas en su primera firma de discos.

Estos idiotas eran pura magia cuando tocaban juntos. Una combinación explosiva. ¿Y qué eran para mí? Mis jodidos amigos. Evan el chico que cuidaba de mi no-sobrina y me pedía que le preparase chocolate caliente. Marshall era el chico que me pedía consejos de amor y me grababa todos los videos estúpidos. Aiden era el bromista y sarcástico que me hablaba de vez en cuando sobre cómo de enamorado estaba de su mánager. Y Kyler no era ni más ni menos que el chico que me había dado una caja con su jodido corazón. La cual yo había estudiado, leído, amado y llorado. Ahora yo tenía su corazón y con este viaje pensaba darle el mío.

Mi maleta la había llevado atrás Ryan y él se había sentado delante junto a un conductor mientras decía "Nube va en camino". ¿Sería ese mi nombre en clave? Ya le preguntaría a Fleur qué mierda era eso. Sin embargo, mi bolso y el regalo de Kyler reposaban a mi derecha. Los cristales estaban tintados, por lo que mi idea de escuchar música y mirar el paisaje de las Vegas se convirtió en solamente escuchar música mirando al frente.