¿Cómo le explicaré a mi no sobrina del futuro que el ídolo de su madre estaba obsesionada con ella?
Marshall parecía no querer dejar a Scarlett en paz, ni siquiera cuando yo le intentaba dar el yogurt que no habían tenido tiempo de darle en la guardería. Jugaba con sus manitas, le apretaba la cara, la olisqueaba y me preguntaba si después le daría de comer a él.
-Te voy a meter la cuchara en el ojo, Marshall. -Bramé y él rió. Abrazó a Scarlett y lo miré mal. Ella estaba inquieta. Seguro que quería ir hacia la otra niña que había al otro lado de la cafetería golpeándose con las mesas para mantenerse en pie.
-Oye, no. Si lo haces no podré ver a esta dulzura. ¿No es genial? ¿Me la regaláis?
-Uno, no es mía -A Scarlett casi se le sale el maldito yogurt por la nariz por las cosquillas que le hizo Marshall-. Dos, no la dejas comer, la desnutrirías.
-Agh, cállate. Sabes que no. Si no siempre podría pedirle ayuda a Evan. Se le dan bien los bebés.
-No puede ni mirar a Scarlett. -Repliqué. Marshall suspiró.
-Eso es por una hermana. Todo es más o menos la misma historia. Por qué no bebe y demás.
-¿Qué pasó? -Marshall miró incómodo a todos los lados. Aproveché eso para intentar meterle a Scarlett un poco de comida. Quedaba poco yogurt pero la mitad estaba en la mesa de la cafetería y el mantel de papel que había frente a Marshall.
Nos encontrábamos junto a un ventanal. Abajo había al menos veinte Sadlers, quienes no podían pasar por la seguridad. Parecía ser que se habían tomado en serio eso de que no salieran solos.
-No creo que pueda decírtelo. Ni que él sea capaz. Parece que no lo acepta. Sí aceptó lo de sus padres porque Kyler y él fueron a la misma terapia. Pero su hermana... No es capaz ni de decir su nombre.
-Solo tiene que hacer una cosa -Afirmé. Marshall me miró interesado mientras señalaba a mis no sobrina la glotona-. Agarrar a Scarlett.
-No pienso agarrarla, Skyler.
Todo Suicide Club, Fleur y Cloe se encontraban aquí. La mirada de todos estaba en Evan, Scarlett y en mí. Tal vez demasiadas miradas. Tal vez era eso lo que le estresaba. Evan vivía con la mirada puesta en él. Habría aprendido a no soltar sentimientos.
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Suicide Club
Diversos«No estoy cayendo Ya he tocado el suelo Vivo en la oscuridad Porque nadie quiere Ser mi luz» Se prohibe cualquier copia o adaptación del libro. Es completamente de mi propiedad. Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1908251767712