19.Desayuno

336 26 4
                                    



Capítulo XIX

Desayuno

Ayleen

Ver la luz de mi habitación fue como un balde de agua fría.

Stan estaba solo en mi habitación después de uno de los desplantes de su padre, y cuando eso solía ocurrir él entraba en una especie de ciclo enfermizo.

Mi temor se confirmó cuando voy subiendo las escaleras y oigo algo de cristal impactar contra el suelo.

Apresuro el paso e irrumpo en mi habitación dramáticamente.

Él alza sus tristes e hinchados ojos del suelo para mirarme. Las lágrimas bañan sus mejillas.

Mi corazón se oprime un poco al ver sus manos llenas de sangre y los trozos de mi florero favorito en el suelo.

-Lo siento Aly- Murmura, suena como un niño pequeño y asustado.

-No importa- Contesto quitando las piezas de vidrio del suelo con solo mover la mano.

El sorbe su nariz y yo abro los brazos.

Sin pensarlo ni un segundo él se acerca a mí a trompicones.

Lo envuelvo con fuerza en mis brazos cuando lo oigo sollozar.

-¿Por qué no puede quererme?- Pregunta él sonando roto y triste. Incluso más roto que mi florero.

Me muerdo la lengua para evitar despotricar contra el aguacil Anwk.

¿Por qué el padre de Stan no puede ser como Melissa, como Chris o como Noah?

Kener Anwk corrió a Stanley de casa hace unos dos años y no ha vuelto a dirigirle la palabra.

Después de llorar un rato Stan se aleja para ver con curiosidad mi ropa mojada.

-¿Por qué estas empapada?- Yo preocupada por él, había olvidado inocentemente el incidente del auto.

-Este...

-¿Tiene que ver algo con el hombre del auto?

Murmuro algo por lo bajo antes de encogerme de hombros.

-¿Me engañas con él?- Pregunta de golpe y creo que lo miro con tanto pánico que lo asusto un poco.

-¡Claro que no!

Stanley con mejor humor me remueve el cabello y me guiña un ojo sonriendo con picardía.

-No importa. Te amo igual.

Lo miro perpleja caminar hasta mi cama y echarse en un lado del colchón.

Palmea un par de veces con una sonrisa opaca.

-Ven aquí.

Me acerco pero él levanta la mano deteniéndome a medio camino.

-¿Qué?- Pregunto dudosa.

-Sé que es imposible que te enfermes pero quítate esa ropa mojada y haznos un favor a ambos.

-Es mi cama- Gruño.

-Pero yo estoy en ella. No quiero abrazar a una chica fría y húmeda.

Fulminándolo con la mirada me quito las botas y la bata con la que me seco el cabello superficialmente.

En ropa interior camino hacia la cama me lanzo en ella y dejo que los pálidos brazos de Stan me refugien.

Estas definitivamente no eran las circunstancias en las que pensé que acabaría la noche cuando entre en el auto de Derek Hale.

Perder tu mente (TEEN WOLF/DEREK HALE)Where stories live. Discover now