29.La maldición

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Capítulo XXIX

La maldición.

Lydia

Malditos.

Justo lo que nos faltaba.

Miré a Ayleen esperando que continuase la explicación. Porque yo no entendía nada y no me gustaba el camino que estaba tomando todo esto.

-¿Pero cómo es posible que estos chicos estén malditos?- Pregunto el Sheriff- ¿Y cómo puedes tu saberlo?

Ayleen no contestó. El Sheriff retrocedio llevándose la mano al arma.

-Tú lo hiciste.

Todos ahogamos un respiro.

-Aly no ha hecho nada- Dijo el chico pelirrojo, Stan interponiéndose entre Noah y Ayleen.

Lagrimas gruesas caían por las mejillas rejuvenecidas de la druida.

Ella colocó una mano en el hombro de Stanley.

-Yo lo hice- Sollozo.

***

Derek

Me atragante con mi propia saliva cuando la oía hablar.

Por más que lo intente no pude ocultar la sorpresa.

Sabía que esto también era un truco pero no lograba entenderlo del todo.

Liam sacó sus garras de forma amenazante y Hayden trato de tranquilizarlo.

Las miradas de todos estaban llenas de horror y desconfianza.

Y a pesar que esto era lo que quería desde que la conocí no me sentía bien al ver como la contemplaban con tanta hostilidad y ella bajaba la mirada con impotencia.

-Explícate- Gruño Hayden.

-No sé cómo lo hice. Lo supe ayer cuando vi el Nemeton y este me arrebató el poder. Supe que había estado aquí antes. No sé cuándo, ni cómo, ni por qué. Pero no siempre fui la druida de su manada porque antes de que Scott fuese un hombre lobo no había manada. No tengo ni idea de quien era. Hay vacíos en mi mente...

-Mientes- Gruñó Liam.

Ella levantó la mirada y en sus ojos había una fuerza que nos dejó a todos perplejos.

-Si quisiera matarlos lo hubiese hecho. Tengo poder más que suficiente para acabar con todo el poder sobrenatural de Beacon Hills. No lo haré porque tengo la esperanza de poder ayudarlos a acabar con esta película de terror y a cambio poder recuperar mis recuerdos.

-¿Cómo pudiste perder la memoria si eres tan poderosa como dices?- Pregunto Scott, la decepción cubriendo su voz.

-Yo cruce la línea Scott. La línea entre la vida y la muerte. No cualquier muerte. La muerte total. Scott yo perdí mi mente.

***

Ayleen

Me sentía acorralada pero debía decir todo lo que pudiese de la verdad si quería recuperar su confianza y deshacerme de ÉL.

De las esposas que me ataban.

Después podría morir tranquila.

Trataba de explicarles lo máximo que podía sin contarles todo lo malo que les había hecho.

Si tan solo lo supieran...

Incluso el mismo Scott me mataría, ni todo su corazón y su bondad me perdonarían jamás. Ninguno de ellos lo entendería.

Ninguno lo enmtendía.

Perder tu mente...

Perder tu mente...

Perder tu mente...

Las lágrimas presionaban mis ojos y las dejé salir.

-Sé que hice mal al no decirles pero hasta ahora no sabía la magnitud de lo que les había hecho- Mi voz temblaba y las lágrimas salían a torrentes. Stan me abrazó y la mirada de Scott se suavizó un tanto- No sé cómo lo hice pero juro por mi vida que quiero deshacerlo.

-Debemos ir a hablar con Deaton- Dijo Scott- Los demás a sus casas. Sheriff le informare con Stiles lo que sepamos. Hasta ahora no sabemos quién o qué puede ser el autor de los asesinatos pero lo descubriremos- Scott me miró de reojo.

Todos salieron del loft sin más comentarios. Supuse que no querían plantear sus hipótesis frente a la persona que podría destruirlos y los comprendí.

Me encogí un poco más en los brazos de Stan al sentir la mirada y el silencio de Derek.

Me extrañaba que no se fuese jactado con los chicos de su intuición.

-Derek- Scott lo miró y me miró- Lo siento Aly pero no podemos confiar en ti después de lo que has dicho y todas las cosas que nos han pasado desde que nos conocemos. Espero que lo entiendas.

Asentí temblorosa en los brazos de Stan.

-Derek- Repitió Scott- Siento no haberte escuchado- El aludido no dijo nada- Por favor vigílala.

"Vigílala"

Como si yo fuese la asesina.

En el fondo lo era.

Lo sabía y me dolía.

Derek permaneció en silencio y Scott salió diciendo que iría a hablar con Deaton y a buscar a Malia.

Cuando nos quedamos solo los tres sentía Stan abrazarme más fuerte. Pude oir como sus dientes crujían.

-No tienen derecho a tratarte así Aly ¿Qué es eso de una maldición? ¿Tú? ¡Ja!- Miró a Derek- Y tú. No te atrevas a decirle a algo o hacerla sentir peor porque serás un enorme y peludo lobo pero aun así tengo un gancho fuerte y puedo hacer que te duela un ojo por tres horas al menos.

Me permití sonreír tristemente. Stanley no podría ni cortarle un cabello a Derek, pero el que me defendiera, sin saber lo monstruosa que podía ser en realidad me hizo sentir peor por engañarlo.

Me separé de su abrazo.

-¿Me dejas hablar un momento con Derek?- Pregunte. Stan me miró perplejo- Por favor...

-Estás loca- Musito negando con la cabeza.

-Stan...

-Bien- Me señaló- me iré. Pero si te toca un pelo gritas y bajo y lo golpeo. O bajo para ver como lo vuelas por la ventana con tu poder. Preferiblemente la segunda.

Sonreí y asentí.

Espere hasta haber oído que el sonido de sus pasos se desvanecía por el pasillo de arriba.

Me volví para encarar a Derek.

-Supongo que estarás feliz. Todavía me pregunto por qué no has dicho nada cuando todos me acusaban.

Él me miró. En sus ojos no había malicia alguna. Soltó un suspiro pesado y aparto la mirada.

-Supe que eras mala desde que te vi en el hospital- Me preparé mentalmente para el golpe de sus palabras, no sabía por qué pero sabía que me dolerían- Eras el rostro de la muerte. Pero en el fondo. Muy en el fondo. Deseaba con todas mis fuerzas que Scott tuviese la razón.

Sin decir nada más salió del loft.

No dijo nada y aun así dijo todo lo necesario para destrozarme un poco más.

)ºm##

Perder tu mente (TEEN WOLF/DEREK HALE)Where stories live. Discover now