Capítulo XXXII
Aterrorizada.
Ayleen
Cuando abrí los ojos de nuevo las voces se habían silenciado y solo un pensamiento llenaba mi mente.
Debía matar a Derek.
El solo pensamiento de su sangre en mis manos lograba tranquilizar el caos que se formaba en mi cerebro.
Era Él.
Tanto tiempo...
Por eso no podía recordar su rostro de ninguno de los recuerdos de Scott. Los había bloqueado para que yo no lo reconociese.
Por eso sus ojos.
Un llanto agudo y asfixiante empezó a salir por mis labios.
Esos ojos...
Inhumanamente azules.
-¿Aly?- Stan entró en la habitación, su rostro delataba una genuina preocupación y su voz era quebrada e intranquila, se sentó en el borde de la cama y sostuvo mi mano sin despegar sus ojos verde azul de los míos.- ¿Aly? Gracias al cielo estas bien ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?
Eran demasiadas preguntas que se apilaban en mi mente, y de las cuales no comprendía el verdadero significado.
El llanto cesó y yo le dedique a mi mejor amigo una sonrisa temblorosa.
-Estoy bien, estoy bien- Dije acariciando sus hebras de cabello rojizo. Tenía el cabello un poco más largo de lo usual y en sus rasgos generalmente aniñados había inquietud y miedo.
-¿Qué fue todo eso?- Aunque su voz destilaba dulzura sus ojos prometían firmeza en esa pregunta.
Era hora de la verdad y Stan era el único que podía saberlo. ¿En quién más podría confiar si mi propia mente me traicionaba?
Suspiré.
No sabía por dónde empezar así que iría directo al grano, pues mi intención no era confundirlo. Apenas estaba empezando a digerir el mundo sobrenatural.
Asimilar lo peor de la chica con la que lleva conviviendo años no sería fácil.
Así que solo lo solté.
-Soy una asesina Stan.
Él me miró fijamente y luego soltó una estruendosa carcajada.
-Eso es lo más absurdo que eh oído Aly...
-No Stan- Solté su mano y me cruce de brazos.
-Soy una asesina.
-Aly no...
-Te contaré una historia Stanley. Esa que está junto a mis peores pesadillas, esa que jamás me he atrevido siquiera a recordar. Los rostros son...
Las lágrimas volvían y un miedo como nunca antes había sentido se apoderaba de mi cuerpo.
Dejándome paralizada.
-Aly, está bien, no tienes que...
-Tengo que. ¿No lo entiendes Stan? Estoy perdiéndome, estoy transformándome en un monstruo. Necesito que alguien sepa la verdad. Eres lo único que tengo.
Sus ojos se habían cristalizado. Él asintió y me dejo sumergirme en el terror de los recuerdos.
El recuerdo de mi muerte.
Donde lo perdí todo y me volví prisionera de ÉL.
De Derek Hale.
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Perder tu mente (TEEN WOLF/DEREK HALE)
WerewolfDespués de la Batalla final, Scott McCall creía que el fin de la secundaría era el fin de lo sobrenatural, pero estaba muy equivocado. Derek Hale ha vuelto a la ciudad de lo sobrenatural porque alguien ha matado a Braeden dejando una aterradora amen...