Capítulo XXIII
Tregua
Ayleen
Sé que no tenía el suficiente poder para malgastarlo, pero si iba vivir en un lugar tan sombrío como ese, con Derek rondando por ahí al menos quería sentirme un poco más en casa.
Era una chica, por más que sea, un poco superficial.
Los muebles me ayudan, llenan espacios y me hacen sentir menos sola.
Además de que embellecen notablemente la estancia.
Las flores y los colores transforman el lugar en un cuarto lleno de luz y brillo.
Me agrada que el loft de Derek le dé ese aspecto rustico y campestre a mi habitación, es como vivir en un árbol y me agrada esa sensación de familiaridad que logro crear.
Oigo una maldición por lo bajo y veo que tengo espectadores.
Derek me mira de forma amenazante y yo le devuelvo la mirada con desafío y un poco de altanería.
Espero el comentario denigrante en el que me dice que quite todo porque es su casa pero no dice nada se limita a darse media vuelta y bajar las escaleras gruñendo improperios.
Peter por otro lado me mira con un brillo misterioso en sus ojos y asiente alzando ambos pulgares antes de desaparecer por el pasillo.
Observo a Stan que me da una mirada curiosa a la que respondo con un encogimiento de hombros.
-¿Puedo quedarme esta noche contigo Aly?- Pregunta el pelirrojo haciéndose un lugar en mi cama y observando la lámpara de flores que creé.
-¿Te asustan los lobos?- Bromeo saltando en la cama a su lado y haciéndome un ovillo junto a él.
-¿Francamente? Sí. En especial ese hombre. Peter.
Miro a Stanley con curiosidad.
-¿Por qué Peter?
-No sé. Me da mala espina.
-Es buen sujeto- Me burlo- Un poco psicótico y ególatra. Pero no es malo.
Stan me mira con sus ojos turquesa.
-No me agrada Aly. Tampoco me agrada la forma en que te mira.
-¿Si has visto como Derek me liquida con la mirada cada vez que puede, no?- Inquiero divertida, pero veo que el rostro de Stan esta serio.
-Es diferente Aly.
-Solo duérmete- Digo abrazándolo.
Como si alejarme de casa también me alejase de ÉL y de todo lo que representa pude dormir bien por primera vez en semanas.
Me remuevo buscando a Stan para abrazarme a él y ocultar el rostro del sol en su pecho pero encuentro un lugar vacío en mi cama.
Me levanto como un rayo y bajo las escaleras.
Derek está sentado en lo que parece una mesa leyendo unos papeles. La luz hace ver su piel bronceada más acaramelada y resalta el color de su cabello oscuro. Levanta la vista para verme y un brillo de diversión cruza su mirada.
-¿Qué?- Pregunto cuando veo que está a punto de atragantarse con la risa.
-¿Te has visto en un espejo?
Esa pregunta me recuerda que debo estar echa un desastre con la ropa de la noche anterior, el maquillaje corrido como un mapache rabioso y el cabello vuelto un desastre.
-No- Contesto evitando avergonzarme- Tengo prioridades por encima de mi vanidad. ¿Dónde está Stan?
-Dijo que saldría a dar una vuelta. Que no quería despertarte. Por cierto si pensaban dormir juntos- Dice sin verse demasiado feliz- Podían decirme para no ocupar otra habitación.
-No es como que sea un hotel Derek- Digo tratando de cepillar mi cabello inútilmente- Además eso no te incumbe. ¿Y Peter?
-Salió.
El pánico empieza a apoderarse de mis sentidos.
-¿Es...estamos...?
-¿Solos? Sí- Parece divertirse enormemente con mi incomodidad.
No puedo evitar acalorarme al recordar las veces que hemos estado solos.
Él parece notarlo porque algo provocativo y preocupante brilla en su mirada.
Se pone de pie y no puedo evitar retroceder.
-Tu corazón late más rápido.
Estúpidos sentidos agudizados de hombres lobo.
Se acerca a una distancia prudente y me contengo para no retroceder y seguir viéndome estúpida.
Él sigue acercándose. El brillo depredador en su mirada.
-Te propongo algo- Susurra tan cerca que su aliento se mezcla con mi respiración.
Tal vez debí retroceder.
-¿Q...qué?- Titubeo. Y me odio por ello.
Miro sus ojos verdes que parecen más de felino que de can.
-Una tregua- Contesta apartándose bruscamente dejándome en un estado de trance.
No es posible que yo estuviese esperando ese beso.
Lo miro fijamente, la diversión brillando pícara en sus ojos.
-¿En qué consiste?- Pregunto cuando logro salir de mi estado de hipnosis.
-Tú me ayudas con lo de las visiones del desierto y yo te dejaré en paz.
-Creí que con tu supuesta disculpa de ayer me dejabas en paz.
-Necesito algo para poder manipularte así que no. No te dejaré de acusar con Scott si no aceptas mi propuesta.
-No gano nada- Me quejo.
-¿La tranquilidad?
Lo considero unos instantes y acepto con fastidio.
-Está bien, una tregua- Accedo y trato de ignorar la corriente eléctrica que sacude mi sistema cuando estrechamos nuestras manos
***
Stiles
Sigo a Scott por los pasillos del comedor.
Salí corriendo de mi última clase para tratar de alcanzarlo.
Una pregunta anda molestando mi mente hace algunos días.
Mi mejor amigo me recibe con una sonrisa amable y luego pienso que el solo pensamiento es absurdo.
-Hola Stiles.
Entonces lo suelto.
-¿Qué hay entre Malia y tú?
El silencio recae entre ambos mientras él me mira completamente perplejo.
-Na...Nada- Titubea.
-Dudaste- Digo sintiendo como un nudo oprime mi pecho.
-Juro que no hay nada entre ella y yo- Dice él apresurándose a sostenerme por el brazo, me da un apretón- Ni nunca lo habrá.
No sé si me convenció o no.
De lo que estuve seguro fue de ver la furia en los ojos sobrenaturalmente azules de Malia antes de salir del comedor con gran estruendo.
Scott la mira por encima de su hombro y luego me da esa mirada. Esa mirada que detesto y que de cierta forma responde mis dudas.
Esa mirada de culpa.
Tal vez no suceda nada entre ellos pero algo paso.
Algo que no quieren contarme.
Una especie de tregua de silencio entre los dos1y(-
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Perder tu mente (TEEN WOLF/DEREK HALE)
WerewolfDespués de la Batalla final, Scott McCall creía que el fin de la secundaría era el fin de lo sobrenatural, pero estaba muy equivocado. Derek Hale ha vuelto a la ciudad de lo sobrenatural porque alguien ha matado a Braeden dejando una aterradora amen...