Jardín del mal

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     Recuerdo ver a mi madre de rodillas frente a un altar, la tarde caía y los rayos del sol entraban por las ventanas de su habitación. Mantenía sus manos juntas, apretadas hasta verlas enrojecer, sus cabellos negros despeinados sobre su rostro mientras susurraba palabras que no podía escuchar y sin embargo, sabía que estaba rezando con todas sus fuerzas. Su cuerpo menudo se sacudía cuando los sollozos salían de sus labios y paraba apenas para tomar bocanadas de aire. El rosario colgaba entre sus manos, balanceándose por el temblor de las mismas.

Me pregunté muchas noches porque mi madre parecía mortificada, yendo a la iglesia para recibir paz pero solo volviendo más afligida. Mi padre poco a poco dejo de ir con nosotros. Escuché los rumores en la tienda de la señora Lee, lo que hablaba sobre mi padre y su nuevo pasatiempo, sobre cómo estaba destruyendo nuestra pequeña familia en pedazos. Dios no lo perdonaría, eso decían a mis espaldas.

Pero cuando veía a mi madre sonreír ante mis preguntas infantiles y decir "Dios es benevolente" sentía que podía tener fe en algo. Algo que no podía ver.

Mi padre se fue un año después y su nombre se volvió un tabú en casa y también en la iglesia, recibiendo miradas de lástima cada vez que nos sentábamos en la banca más alejada de la multitud. Eran como cuervos negros tratando de devorar los retazos de la poca felicidad que nos quedaba. Y se los permitíamos, porque no podíamos refutar el hecho de que mi madre fue engañada por mi padre, y que este estaba en otra ciudad, viviendo con una mujer más joven y bonita.

Mi madre nunca tomo la iniciativa de ir a buscarlo, siempre decía que no tenía corazón para verlo siendo feliz junto a alguien más. Se esforzaba mucho para no mostrarse afectada frente a los vecinos y las damas que hacían reuniones de té a tres cuadras de nuestra casa. Fue en esa época que apenas recuerdo cuando vi a TaeYong por primera vez. Lee TaeYong.

Él jamás había cruzado el umbral de la iglesia, pero cuando iba los martes por las tardes a hacer mandados para el cura, veía a su madre salir del confesionario con lágrimas en los ojos y cubriéndose con un velo negro. La señora Lee era prostituta. Lo supe cuatro años después, cuando en una pelea en un curso que compartía con TaeYong, un chico llevo a colación ese hecho para burlarse de él.

Recuerdo la vergüenza y como su rostro se ensombreció. Como lo golpeó contra una mesa y le rompió la nariz de un puñetazo. Los gritos de los demás y las pequeñas apuestas de quien terminaría inconsciente primero cuando el chico que lo había molestado se impulso sobre TaeYong. Yo estaba petrificado, justo en frente de la imagen de alguien que pierde todo rastro de cordura.

En ese pueblo, la gente fingía dulzura para encajar. Se mostraban amables frente a los más crédulos y los devoraban a sus espaldas. Era el jardín del mal, donde las frutas más relucientes estaban podridas por dentro. Pronto descubrí que también estaba podrido en mis entrañas, que no era diferente a ellos y que mis deseos me destituían de todo en lo que una vez creí.

Creía en la vida eterna, en el perdón... creía en la gente y en que mi padre volvería.

El árbol fue torciéndose poco a poco en el pequeño jardín de mi corazón, y los frutos que antes eran dulces, ahora tenían un veneno letal. 

🍁

Soy yo de nuevo 😂 se que aún tengo cosas en las que trabajar pero en serio extrañaba escribir TaeDo 😭😭

Vine con este nuevo fic y espero que les guste la idea, pronto comenzaré a actualizar 🙌🙌 

Tengo la esperanza de hacerlo mejor que mi primer fic de esta pareja.

Pienso tocar algunos temas aquí, así que puse la advertencia de contenido por si dicen que no aviso, aunque aquí nadie se queja 😂😂
Gracias a PreciousDae-x por la hermosa portada (porque es A R T E)
Y también gracias a quienes me leen y tomarán este viaje loco de un nuevo fic conmigo. ♥️♥️
Cambio y fuera.
🐇♥️


🐇

POISON ON THE HIPS (TaeDo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora