Trata de esconder la evidencia,
Porque tarde o temprano serás descubierto.
Es difícil aclarar la versión de la historia del hombre que permanece callado en las sombras... esperando su momento para dejar fluir sus silenciosas palabras.
La mitad de las cosas que las mujeres y hombres decían sobre él eran puras mentiras, miradas de lástima para Yeona que lloraba la infidelidad ficticia de su poco respetable marido, exponiendo a DongYoung a la vergüenza de vivir con un dedo señalándole la espalda y los comentarios que flotaban sobre su cabeza como humo espeso.
Sabía quien había comenzado los comentarios y pudo haberle reclamado... ¿pero cómo hacerlo frente a tu hijo de ocho años alrededor? La mirada que una vez fue de admiración, ahora lo acusaba y reflejaba la amargura de un niño que crece en una relación donde el amor nunca existió realmente.
El había sido como toda la gente que los rodeaba, escuchándola y compadeciéndola, confundiendo la simpatía con el amor y la costumbre. El había oído las palabras necias que salían de esos dulces y delgados labios y las había creído una por una como un estúpido perro que es apedreado y aun así sigue a su amo.
Intentó seguirla amando después de que DongYoung llegara al mundo y se mudaran a una casa bastante humilde de un lindo barrio de su pequeño pueblo, estudió duro en la universidad para poder conseguir un buen empleo en una de las ciudades cercanas, darles todo lo que necesitaran y sacar a su pequeña familia a flote...
Pero la vida es corta.
Y la basura no puede esconderse bajo el sofá para siempre.
Poco después de volverse el cotilleo de la ciudad, dejó de ir a las misas de los domingos cuando los murmullos fueron tan altos que incluso interrumpían sus propios pensamientos y hacían llorar a DongYoung. Su hijo había regresado una semana atrás con los pantalones bañados en orina y la cara llorosa, – lo sabía porque él había tenido el día libre – era más que claro que los niños lo estaban intimidando, y cuando pregunto de esto a su esposa sintió que la respuesta no era la que una madre preocupada daría.
"Déjalo que se vuelva hombrecito y afronte sus propios problemas, no puedes andarle resolviendo la vida. Si no madura, entonces se volverá un... un..."
"¿De nuevo con eso, Yeona? DongYoung es un niño normal, sea como sea que haya nacido... él es nuestro hijo y necesita que nosotros lo protejamos."
"¡Orinó sus pantalones, DongHun!" gritó mientras cerraba de un portazo la puerta de la habitación de ambos "no sé qué te parezca normal, pero eso no lo hace un niño grande."
"Tiene ocho años, no quince" le recordó él "y deben estarlo molestando por todas esas mentiras de la amante que te has inventado ¡estas jodiendo nuestra familia!"
"No digas malas palabras en esta casa" le dijo mientras con el dedo índice lo señalaba bastante enfadada "tú me engañas, lo sé. Y tal vez crees que me puedes mentir... pero no le puedes mentir a Dios."
"No metas a Dios en esto, Yeona" dio un paso hacia adelante y ella retrocedió sin perder el contacto visual "no sé que tienes en contra de nuestro hijo y que te pasa conmigo pero debes parar ahora mismo ¡estás lastimándolo!"
"No me dirás como criarlo."
"Soy su padre, puedo opinar acerca de tus métodos poco ortodoxos."
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POISON ON THE HIPS (TaeDo)
Fanfiction"...sobre cómo estaba destruyendo nuestra pequeña familia en pedazos. Dios no lo perdonaría, eso decían a mis espaldas. Pero cuando veía a mi madre sonreír ante mis preguntas infantiles y decir "Dios es benevolente" sentía que podía tener...