Dejé de soñar despierto tiempo después.
✝️
Se removió en la silla de madera, había permanecido en aquel pasillo unos buenas tres horas y no deseaba quedarse por más tiempo. El estómago le gruñó mientras volvía a ver las manecillas del reloj moverse lentamente.
Llamó al lugar al mediodía, después de comprar una nueva tarjeta para su celular. Habría sido un gasto innecesario; si este no representara una oportunidad para poder llamar a los números que había subrayado en el periódico con una pluma del motel en el que durmió la noche anterior. Tenía muchas esperanzas en aquella pequeña tarjeta de presentación. Necesitaba comenzar por algo, aunque fuese pequeño e insignificante.
Le contestaron no mucho después, una presentación temblorosa y explicación vaga acerca de cómo había obtenido el numero bastaron para que, quien creía que era el dueño, le agendara una cita a las tres de ese mismo día, advirtiéndole sobre lo mucho que le gustaba la puntualidad y la pulcritud de la imagen. DongYoung tuvo un par de problemas con el segundo requisito.
Buscó un baño público y sacó de su maleta un par de pantalones limpios y una camisa celeste cielo de las que usaba los días domingo, la aplanó con las manos mientras salía del último cubículo con la maleta al hombro nuevamente. Lavó su rostro y mirando su reflejo peinó un poco los cabellos oscuros que se alzaban hacia todas direcciones. No era su mejor día de cabello.
Terminó corriendo por las calles de manera vertiginosa, evadiendo las multitudes y las intersecciones con semáforos, cuando se permitía tomar un respiro miraba la hora y volvía a correr sin pensarlo mucho. Llegó diez minutos antes de la cita y tomó asiento tranquilamente.
Eran las seis cuando decidió levantarse por fin y abandonar el puesto. Durante periodos de tiempo sentía miradas sobre si, y volteaba solo para observar las caras divertidas de los trabajadores del lugar. Seguramente el dueño no llegaría y él había permanecido allí sin que nadie le dijera nada al respecto.
Estaba a punto de caminar hacia la salida cuando el chasquido de un cerrojo al abrirse le hizo parar y girarse. Diagonal a él, un hombre se había apoyado sobre el marco de la puerta, su rostro permanecía inescrutable y los brazos cruzados sobre su pecho. DongYoung miró más hacia atrás, a la oficina totalmente vacía.
"¿El chico que llamó hoy?" Le preguntó y DongYoung solo asintió mientras giraba sobre sus talones. "Entra."
¿Había estado allí todo el rato? Frunció el ceño, pudo estar buscando otro trabajo pero se mantuvo esperando por una entrevista con alguien que despilfarró su tiempo de manera estúpida. El hombre lo observó sin siquiera perturbarse, ni un solo rastro de vergüenza ni arrepentimiento.
DongYoung cedió y caminó hacia la oficina.
Olvidaría esa burla hacia su persona e intentaría conseguir ese empleo.
El ambiente era fresco y agradable, no había presencia de cosas excesivamente ostentosas, el escritorio y las sillas de un modelo oscuro y sofisticado, las paredes de rojo granate y unos cuantos cuadros por aquí y por allá. Cuadros que DongYoung no se interesó en observar por el repentino nerviosismo. El hombre – que se veía bastante joven – cruzó las piernas y colocó sus manos entrelazadas sobre su regazo, apenas DongYoung se sentó dejando su maleta sobre el suelo, una sonrisa se dibujó sobre los labios del dueño.
Su expresión corporal no se relajó.
"Bueno, imagino que estas consciente que tipo de trabajo es este."
DongYoung asintió, apenas conocedor de cuál era el significado real de las palabras del contrario. Claro, sabía que ese era un club y que la gente iba a ver un espectáculo. No más de ello.
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POISON ON THE HIPS (TaeDo)
Fanfiction"...sobre cómo estaba destruyendo nuestra pequeña familia en pedazos. Dios no lo perdonaría, eso decían a mis espaldas. Pero cuando veía a mi madre sonreír ante mis preguntas infantiles y decir "Dios es benevolente" sentía que podía tener...