Tal y como habían acordado, Namjoon volvió al café a las siete en punto.
No hacía falta ni mencionar que Namjoon no tenía la más remota idea de lo que iba a hacer para ninguna de las situaciones que lo aquejaban. Ni qué hacer con Jisoo ni mucho menos con Seokjin y la aparente cita que estaban a punto de tener.
De verdad le gustaba Seokjin, eso no era un secreto, pero no estaba seguro de que fuera el mejor momento para pedirle una cita, considerando. Hubiera sido más coherente si primero le hubiera contado lo de los archivos en su computadora y esperar a una reacción antes de andarse con tonterías, pero como siempre, Namjoon tenía que cagarla en el momento más crucial y no podía pedir ayuda a nadie.
Había pensado en hablarlo con Yoongi, su hermano en quien podía confiar cualquier cosa, pero tanto como a Taehyung, al mayor no le gustaba que se metiera en este tipo de líos y probablemente terminaría regañándolo o negándose a proporcionarle ayuda de cualquier tipo. Para Yoongi era más importante la seguridad de Taehyung que podría verse comprometida con los trabajitos de Nam.
La puerta de la salida de empleados que daba al callejón se abrió, dejando que una luz amarilla bañara el asfalto oscuro y le iluminara los zapatos.
Si no fuera porque estaba más que familiarizado con su uniforme de trabajo hubiera pensado que Jin no se había cambiado de ropa; llevaba pantalones negros con una chaqueta a juego y una camiseta blanca, con una bolsa azul pálido al hombro. No lucía cansado y una sonrisita estaba pintada en sus labios sonrosados, que no hizo más que extenderse al verlo.
—Jin-
—Mejor no perdemos el tiempo aquí. Jungkook no está muy contento con esto y prefiero evitarme problemas. —lo detuvo Seokjin cerrando tras de sí y jalándolo del brazo hacia la calle—. Ese muchachito puede ser muy ingenioso cuando quiere.
—¿Por qué no está-?
—Te explico luego.
Sin informarle de nada Seokjin los sacó hacia la calle principal y detuvo un taxi, una vez dentro le pasó silenciosamente al conductor un papelito con lo que seguramente era la dirección y luego volvió a sentarse cómodamente en su lugar, girándose un poco hacia Namjoon para mirarlo. La forma en la que Jin lo miraba era de lo más extraña, como si pensara en él como alguien importante pero al mismo tiempo no lo viera de ninguna forma en especial.
Era difícil de describir, el rostro de Seokjin era una ambivalencia de sentimientos.
—¿Era por esto que dejaste de venir al café? —inquirió el mayor posando un codo contra la ventana.
—Algo... algo así. —admitió apesadumbrado. No le estaba mintiendo del todo—. Ya que parece que quieres jugar a las veinte preguntas, ¿Por qué Jungkook no está contento con esto?
Seokjin enarcó una ceja.
—Es como un hermanito celoso. Mi última relación salió catastróficamente mal y no quiere que algo así vuelva a pasar. —confesó riéndose un poco—. Además está confundido porque según él no tenía ni idea de que me gustaban los hombres.
—¿Tuviste una relación que salió mal? ¿Por qué?
El único motivo por el que preguntaba era porque eso podría darle a entender qué demonios había ocurrido y si acaso valía la pena seguir ayudando a Jisoo. Quizás podía rechazar el trabajo y ella no podría quitarle el dinero, como lo que estaban haciendo era ilegal ella no podía simplemente denunciarlo o demandarlo tampoco.
—Ah, ah. No tan rápido. Es mi turno. —Seokjin le echó una rápida ojeada a la calle. La radio del taxista sonaba muy bajito en la cabina, una voz femenina hablaba de que se esperaban lluvias durante la noche y el fin de semana—. ¿Por qué gris? Tu cabello, quiero decir.
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Binary Code || JinNam
Romance"¿Qué quieres de mí?" "Es muy sencillo. Necesito que hackees su computadora." En donde Kim Namjoon es un hacker experto y Kim Seokjin es un barista con demasiados secretos. {Secuelas} • Operation: Decode. • Code Breaker.