Secreto #1

2.3K 531 51
                                    

       

Había llegado el tan temido día.

Su enfermera, la que venía cuidando de él desde hacía casi diez años, se había retirado y por ende no lo cuidaría más. El hospital le había dicho la noche anterior que ya tenían a alguien para reemplazarla, pero no estaba del todo seguro de que quisiera conocer a esta persona. Quizás estaba siendo dramático, pero para un enfermo como él, uno que podía morir ante cualquier desliz, era normal desconfiar de cualquiera.

Él y su enfermera habían formado un vínculo increíble. Ella era como una madre para él. Lo había cuidado diligentemente desde la primera vez que se conocieron hasta su último día de trabajo, había sido su amiga, el hombro en el cual llorar cuando su hermano se metía en líos o no estaba allí para él. No cualquiera podría tomar su lugar.

La mayoría de los enfermeros, hombres y mujeres por igual, preferían no establecer vínculos con enfermos como él que podían fallecer en cualquier momento, lo hacían por su propia salud mental y él lo entendía, pero aún así no estaba seguro de que pudiera soportar el hospital sin un amigo. Su enfermera había sido la razón por la que no había enloquecido entre tanto dolor y sufrimiento.

Ahora se arrepentía de no haberle dicho a Namjoon sobre eso o siquiera pedirle que lo acompañara, pero en su momento había pensado que quizás su hermano descartaría sus preocupaciones como infantiles o sin sentido; tampoco lo culpaba, alguien sano y fuerte no podía comprender las penurias de un enfermo.

Su médico abrió la puerta del cuarto e ingresó. Menos mal que estaba sentado en la cama, porque temblaba como gelatina y no se creía capaz de mantenerse en pie.

—Buenos días, Taehyung. —saludó el hombre que sabía más de él que él mismo—. Vengo a presentarte a tu nuevo enfermero, como ya sabías.

—¿Es realmente necesario, doctor? —intentó el chico, sabiendo de entrada que era en vano rogar.

—Claro que sí, alguien tiene que estar pendiente y libre para ti. La señora Lee ya está retirada y alguien debe tomar su lugar, te guste o no.

Taehyung prefirió quedarse callado y no discutir al médico porque en el fondo sabía que tenía razón; no podía quedarse sin enfermero quiera o no, más aún cuando su estado cambiaba de la noche a la mañana y un desliz podía significar la muerte.

Algunas veces quería la muerte, pero no quería entristecer a Namjoon.

El hombre se apartó de la puerta no sin antes indicarle a alguien que pasara y Taehyung se sorprendió bastante de la persona que cruzó la puerta de la habitación: no muy alto, de su edad y adorablemente hermoso, era un muchacho de cabello negro y ojos de casi el mismo tono vistiendo un uniforme azul pastel y una sonrisa enorme en rostro. Algo en él hacía que el estómago de Tae se sintiera extraño.

—Taehyung, este es tu nuevo enfermero, Park Jimin. Jimin, él es Kim Taehyung. —presentó el hombre con una sonrisa satisfecha al ver el asombro del menor—. Jimin acaba de graduarse de la universidad de medicina pero es el mejor de su clase y un chico de confianza.

—Me halaga demasiado, doctor. —murmuró el de cabello oscuro riéndose un poco. Con toda la seguridad del mundo, caminó hasta la cama de Tae y le sonrió—. Como ya dijo el doctor, soy Jimin. Espero que podamos ser buenos amigos.

Taehyung quiso llorar. Además de la señora Lee, ningún enfermero había querido ser su amigo, ni siquiera habían tenido la decencia de mentirle sobre eso, siempre lo trataban tan fríamente que casi se había acostumbrado, pero aquí tenía a un chiquillo risueño y hermoso diciéndole que quería ser su amigo, y además hasta parecía sincero al respecto.

—Es raro que Taehyung no hable tanto, supongo que sigue sorprendido.

—No hay problema, doc. Prefiero que hable cuando se sienta cómodo. —con extremo cuidado y no sin antes pedir permiso con la mirada, Jimin le puso una mano en el hombro y se giró hacia el doctor un instante para luego volver a centrarse en Tae—. Si me necesitas, solo toca el timbre.

Jimin se dio la vuelta para marcharse tras el doctor, pero Taehyung fue más rápido y tomó su mano, evitando que pudiera alejarse; el enfermero pareció algo confundido por un momento pero al siguiente, sonrió hasta que sus ojos casi desaparecieron.

—¿Necesitas algo, Taehyung?

—Tae, dime Tae. Y no te vayas aún.

Hablaron de muchas cosas. Tantas que le faltó el aire en más de una ocasión, pero nada de lo que preocuparse en lo absoluto. Jimin era demasiado dulce, demasiado fácil para conversar y era un buen escucha, también. Compartió con Taehyung como lo haría con cualquier otra persona e incluso prometió traerle libros o cosas que pudiera hacer para distraerse aparte de ver la televisión.

Desde entonces, a Tae le encantaba Jimin.

Binary Code || JinNamWhere stories live. Discover now