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Nunca, por ningún motivo ni circunstancia, Namjoon daba su dirección a nadie.
En el momento en que había empezado su carrera como hacker se había tenido que privar de algo tan sencillo como traer a alguien a casa o invitar a sus amigos un fin de semana; su ubicación era su lugar seguro, pero también era su punto débil.
Por esta misma razón fue que saltó espantado cuando sonó el timbre, tirando todo lo que tenía en la mesa frente a él y salvando por poco la laptop del vaso de agua que se había derramado con su susto; quien quiera que estuviera allí afuera no podía ser bueno. Haciendo el menor ruido posible, Namjoon tomó el bate de béisbol que escondía con el paraguas y caminó hacia la entrada.
Vivía en un apartamento pequeño, solo en un barrio prácticamente deshabitado y los vecinos nunca lo molestaban, así que sus miedos no eran irracionales.
Miró por la mirilla: era una muchacha.
Tocó el timbre de nuevo.
—¿Kim Namjoon? ¿Estás ahí? —llamó ella inclinándose a mirar por el cerrojo. Namjoon se hizo a un lado para evitar ser visto—. Vengo porque tengo un trabajo para ti. Un amigo me habló de lo que haces.
La observó de nuevo. No parecía sospechosa en lo absoluto, llevaba un vestido rosa pálido hasta las rodillas y todos los accesorios a juego, iba bien maquillada y peinada, no parecía tener mucha musculatura o un cuerpo atlético, así que al menos sabía que no podría hacerle daño físicamente.
Ahora, si resultaba tener una pistola en el bolso...
—¿Quién te dio esta dirección? —interrogó Namjoon apretando el bate con fuerza y pegando el hombro contra la puerta.
—¿Importa? No soy la Interpol. Ábreme de una vez.
Aunque no quería cometer el error de confiar en una extraña, algo le decía que la muchacha no se marcharía hasta que abriera la puerta, por lo que no le quedaba de otra más que ceder. Se tranquilizaba pensando que si de verdad fuera peligrosa quizás ya hubiera tirado la puerta abajo o algo peor.
Sosteniendo el bate con firmeza Namjoon abrió la puerta para fijarse en la chica ahora sin la distorsión de la mirilla: era mucho más baja que él, pero la mayoría lo era, y definitivamente no había nada de peligroso en ella; con los años el muchacho era capaz de diferenciar quién era una amenaza y quién no, solo una de diez mujeres peligrosas tenían la manicura perfecta como esta niña. Normalmente las amenazantes se abstenían de tener uñas largas por simple comodidad.
No tendría ella más de veintiún años, contra los veintitrés de Namjoon y su metro ochenta sin dudas no era rival.
—Al fin. Me llamo Kang Jisoo, ¿Puedo entrar o necesito pasar por un detector de metales? —se burló cruzándose de brazos. Su bolso Louis Vuitton rosa pastel colgaba de uno de sus codos.
Supuso que pedir disculpas no serviría de nada, así que simplemente se apartó y señaló con la mano al interior del apartamento para que pasara; por suerte había arreglado la estancia en la tarde porque una mujer tan arreglada como ella debía repudiar los espacios desastrosos como solía ser su hogar.
Ella se movió lentamente, caminando como un gato mientras escudriñaba su alrededor como si pudiera ver la calidad del trabajo de Namjoon en los muebles o las cosas que colgaban de las paredes. Sea o lo que sea que estaba observando, pareció complacida, pues se sentó en una de las sillas del pequeño comedor sonriendo y con las piernas cruzadas como toda una dama.
—Iré al grano porque tengo otros compromisos a los que atender. Tengo un ex novio bastante imbécil del que me quiero encargar. —explicó sin fijarse en Namjoon. Estaba muy ocupada rebuscándose en su bolso—. Me hizo pasar un muy mal rato y luego me dejó sin darme una explicación decente.
—Señorita, no soy un matón, si es lo que piensa. —aclaró Namjoon parado frente a ella sin saber qué hacer en una situación así. ¿Debía sentarse? ¿Ofrecerle agua? Nunca había tenido un cliente en casa.
Ella rodó los ojos exasperada.
—Ya lo sé, eres un hacker.
—¿Qué quieres de mí, Jisoo? —interrogó Namjoon ya bastante harto de tantas vueltas. Si quería que golpee a su ex novio o algo por el estilo, no podría ayudarla.
—Es muy sencillo. Necesito que hackees su computadora. —sentenció Jisoo bajando un fajo de billetes sobre la mesa. Los ojos de él no pudieron evitar abrirse por la sorpresa—. Quiero que busques sus más vergonzosos secretos y los publiques. Humíllalo como él me humilló a mí.
La oferta era definitivamente tentadora, pero no estaba seguro de que hacerle eso a un chico al que no conocía era una buena idea. En cuanto a relaciones se trataba, Namjoon sabía mejor que nadie que siempre habían tres versiones de la historia: la de ella, la de él y la verdad; quizás el pobre ex novio ni era tan horrible como ella lo hacía sonar. Pero lo cierto era que necesitaba el dinero si no quería perder el piso, llevaba esquivando la renta por dos meses ya.
—¿Cómo se llama? Tu ex novio, quiero decir.
Ella sonrió con la maldad grabada en sus ojos almendrados, asumiendo que Namjoon tomaría el trabajo fuera como fuera; la muchacha no era estúpida, sacar el fajo en las narices de alguien como él no ayudaba demasiado a que mantuviera la cordura, obviamente no era la primera vez que hacía algo como esto.
—Kim Seokjin.
En cada sílaba que pronunció, Namjoon sintió odio y veneno puro que le dejaron la boca seca. No le gustaría estar en el lugar del muchacho en lo absoluto.
Su instinto y sentido de la moral le gritaban que no aceptara, que le devolviera el dinero y la acompañara a la puerta después de hacerle jurar que no diría nada sobre su dirección o lo que había ocurrido allí o la conversación que acababan de tener, pero algunas veces tenía que tomar trabajos sucios si deseaba mantener su bienestar económico; ahora más que nunca no podía descuidarse.
—Dime qué es lo que tengo que hacer.
</prologue_end>
———
Una pequeña aclaración: la Jisoo mencionada en esta historia no está relacionada con ninguna Jisoo real. Es un personaje ficticio que casualmente comparte nombre con mujeres famosas. No es algo que afecte a la historia pero pensé en aclararlo porque a veces en los comentarios hay confusiones. En fin, gracias por leer! <3
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Binary Code || JinNam
Storie d'amore"¿Qué quieres de mí?" "Es muy sencillo. Necesito que hackees su computadora." En donde Kim Namjoon es un hacker experto y Kim Seokjin es un barista con demasiados secretos. {Secuelas} • Operation: Decode. • Code Breaker.