Código #12

2.8K 504 570
                                    

       

Los siguientes días fueron los peores de su vida solo después de las veces que Taehyung pasó por terribles recaídas. Su humor era tan malo que el trabajo era la cosa más pesada del mundo a pesar de ser una tontería para él.

Es que mientras más pensaba en ello más le parecía ridículo todo lo que había pasado, era mucho más que descabellado. No tenía demasiados detalles, pero solo podía llegar a la conclusión de que Jungkook y Seokjin (si es que se llamaban así) eran parte de alguna especie de organización como la interpol o el FBI, pero fuera cual fuera, era una que trabajaba muy por debajo del radar. No le sorprendería que un grupo muy reducido del estado fueran los únicos informados de su existencia.

Otra cosa que estaba clara era que habían rastreado su señal bastante tiempo atrás y si lo habían hecho con tanta facilidad, palidecía del solo pensar en las capacidades de su equipo informático. Namjoon no quería alardear, pero estaba casi seguro de que su sistema era tan difícil de localizar que solo alguien de su nivel o superior podría encontrarlo. Quién sabe qué otra cosa sabía esa organización.

¿Y si sabían de Tae? ¿Qué impedía que tuvieran un sniper asentado donde pudiera volarle la cabeza con una bala si Namjoon hacía una tontería?

Fue bajo esa misma línea de razonamiento que no dudó ni un instante en hacer lo que 092 le había ordenado: desvincular su laptop de la suya y nunca más intentar acercarse a sus jodidos archivos confidenciales. La verdad era que le valía todo ese cuento. Él solo lo había hecho por Jisoo y luego para encontrarlo, no porque estuviera interesado en su disque organización del demonio.

Un golpe en la puerta lo hizo saltar y tuvo un terrible déjà vu. Ahora no sabía de quién exactamente tenía miedo, si era de 092 y su escuadrón o Kang Jisoo, que aunque se mantuvo silenciosa, no quería decir que no volvería.

Para empeorar las cosas, la puerta fue abierta de una patada y Namjoon vio con pesar como una de las bisagras finalmente cedía, dejando a la puerta sostenida solo por dos. Yoongi entró al apartamento con unas bolsas de supermercado en ambas manos y no parecía del todo contento. Iba vestido muy casualmente y ahora su cabello estaba teñido de negro, dejando de lado el gris con el que lo había visto tiempo atrás.

—Bueno, ¿Pero ibas a abrirme la jodida puerta o qué demonios? —se quejó el mayor entrando como pancho en su casa y dejando las bolsas en la mesa—. Yo repararé tus estúpidas bisagras, tienes prohibido quejarte.

—Hyung...

—Taehyung me comentó que tú y tu noviecito terminaron.

Yoongi-

—Por eso vine a verte, para ayudarte a dejar de lloriquear. —comentó comenzando a vaciar las bolsas sobre la mesa. Había traído comida para un batallón, alcohol para días y música y películas.

Era por esto que lo apreciaba tanto. En todos los sentidos era su hermano mayor y aunque le daba vergüenza que haya gastado tanto dinero en él, tampoco tenía las energías para quejarse. Antes de darse cuenta, ambos estuvieron sentados en el sofá con cervezas en mano. Le recordaba a los tiempos de universidad cuando eran más idiotas que cuerdos y hasta parecía que eso estaba bien.

—Te diría para que vayas a quedarte conmigo a mi apartamento, pero estoy cuidando al perro de un amigo y junto a Holly son una pesadilla. —se quejó Yoongi dando un sorbo largo y luego lanzando la lata vacía por ahí—. Tengo que dormir con tapones en los oídos por lo latosos que son.

—No pasa nada, hyung. Es mejor que esté solo.

—No digas estupideces. Por como yo lo veo con suerte te estás bañando diariamente y quién sabe si estás comiendo. —Yoongi aprovechó la mención del tema para quitarle la cerveza de las manos y ponerle una hamburguesa envuelta de papel entre los dedos—. No te dejaré hacer nada hasta que te comas por lo menos la mitad de eso.

Binary Code || JinNamWhere stories live. Discover now