Jimin bajó el estetoscopio y anotó algo en su cuaderno a toda velocidad.
En vez de prestar atención a las cosas que decía, se concentró en analizar cada rinconcito de su rostro dulce y aniñado. Muchas personas describían a Jimin como alguien lindo por encima de otros adjetivos más masculinos como guapo o atractivo y es que el enfermero no tenía la apariencia de un típico macho y tampoco la buscaba.
Le encantaban sus labios. Eran muy carnosos y casi siempre estaban pintados por un rosa natural demasiado tentador para él que ya conocía el sabor de su boca. Le encantaba besarlo, quería hacerlo todo el tiempo, pero Jimin tenía siempre sus reservas.
Su piel tenía un tono extremadamente bonito, un tanto parecido a la miel, que estaba salpicada de lunares aquí y allá, aunque no demasiado. Ahora que lo veía fuera del hospital ya era normal verlo con sus múltiples piercings puestos y a Taehyung le encantaban todos ellos, tanto que solía tocarlos cuando estaban mimándose entre sí.
Entre las cosas que acomplejaban a Park estaban las dos cosas que más le gustaban de él. Tenía uno de los incisivos un poco chueco, que al sonreír le daba un aspecto adorable y acentuaba esa noción de que parecía más joven de lo que era. Luego estaba su párpado izquierdo que había pasado por una cirugía tras un accidente de su niñez y quitaba simetría a su mirada.
Le gustaba. Le encantaba. Cada pedacito de él lo hacía más hermoso y perfecto para él. Nunca pensó que se enamoraría tanto de él cuando se conocieron, pero había pasado y no podía decir que se arrepentía en lo absoluto.
Sin embargo ahora mismo algo sobre Jimin no era normal y lo estaba preocupando a medida que más lo observaba. Sus ojos estaban rodeados de ojeras muy oscuras y profundas, sus labios estaban secos y lucía muy cansado. Realmente no le sorprendía, pero sí lo hacía el hecho de que solo ahora lo notaba.
Taehyung atrapó la mano de Jimin antes de que pudiera tomar el termómetro de su pequeño bolso con los aparatos que siempre utilizaba con él.
—¿Por qué mejor no descansas, Jimin-ah? —preguntó apretando sus dedos entre los suyos. El enfermero lo miró un poco sorprendido—. Estoy bien.
—¿Sabías que el sistema más importante del cuerpo es el respiratorio? —dijo Jimin a modo de respuesta. Soltó la mano de Taehyung y le puso el termómetro bajo el brazo—. Sin la respiración nada es posible en el cuerpo. Sin oxígeno moriríamos en segundos. Es gracias a la respiración que podemos sintetizar la energía. Una mala respiración lleva a dolores insoportables, a que otros sistemas no funcionen correctamente y eventualmente a la muerte.
—Jimin-
—Por eso es que es importante que siempre esté pendiente de tu estado. Tu nuevo tratamiento es más experimental que nada y quiero estar siempre seguro de que te encuentras bien —prosiguió sin dejar de observar su reloj. Le quitó el termómetro y anotó de nuevo—. Puedo descansar después, esto es más importante.
—¿Se te olvida que eres mi novio?
La pregunta pareció dolerle, pues una mueca se extendió en su rostro cansado.
—Ouch —respondió—. No, no se me olvida. Pero también soy tu enfermero.
—¿Cuántas horas duermes diariamente? Trabajas todo el día en el hospital y ni cuando estás conmigo descansas —señaló Tae acariciando el rostro de Jimin solo para notar que tenía la piel fría.
—No lo sé, ¿Unas cuatro horas?
—Jimin, no puedes seguir así.
En vez de contestar, el enfermero se puso de pie tras cargar todas sus cosas en su bolsa. Se suponía que pasarían la tarde juntos, ya que Jimin por fin tenía un día libre, pero parecía a punto de irse incluso así. Taehyung quería tomarlo de la mano y pedirle que se quedara, pero entendió que sería inútil intentar razonar con él; el estrés y el cansancio estaban haciendo mella en el chico.
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Binary Code || JinNam
Romance"¿Qué quieres de mí?" "Es muy sencillo. Necesito que hackees su computadora." En donde Kim Namjoon es un hacker experto y Kim Seokjin es un barista con demasiados secretos. {Secuelas} • Operation: Decode. • Code Breaker.